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Los Ángeles: primera parte de un viaje por la costa oeste norteamericana Turismo y Viajes

Los Ángeles: primera parte de un viaje por la costa oeste norteamericana

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En este artículo vivencial, la socióloga Constanza Pavez da cuenta de los imperdibles en esta ciudad estadounidense que se caracteriza por su multiculturalidad, por haber sido la cuna cinematográfica de los EE.UU. y por la belleza de playas como Malibu y Santa Mónica.


Hace un tiempo atrás gracias a un oportuno golpe de suerte tuvimos la oportunidad de acceder a pasajes a Los Ángeles, California, a un muy bajo costo. Si bien, no figuraba entre nuestras turísticas, decidimos aprovechar y organizar en 10 días, una suerte de “Road trip” o “viaje en auto” para conocer los lugares que la Costa Oeste del país del norte tenía para ofrecernos y comenzamos por Los Ángeles.

Al arribar al aeropuerto, fuimos en busca de un auto que habíamos reservado por internet, lo que fue una excelente idea ya que moverse por la ciudad en transporte público, para nosotros que sólo contábamos con dos días para conocerla, no resultaría para nada cómodo ni eficiente.

Arrendamos también un departamento a través de una conocida página web. Fue una buena inversión, principalmente porque el departamento era un lujo: totalmente amoblado, con dos dormitorios matrimoniales, estacionamiento y un gimnasio con toallas limpias incluidas. Además, estaba ubicado a tres cuadras de varias atracciones turísticas del centro de la ciudad; como el Walt Disney Concert Hall, una maravilla de edificio de extravagante y moderna arquitectura, hogar además de la Filarmónica de L.A.

En este mismo sector del “Downtown” (centro de la ciudad) se encuentra también el que por lejos fue  mi rincón favorito de Los Ángeles: el Grand Central Market o Mercado Central, recomendado para grandes y chicos si de la hora de comer se trata; es una síntesis de la fusión cultural que caracteriza a Estados Unidos y particularmente a la Costa Oeste: más de 30 puestecitos de comida de distintas índoles y procedencias : china, japonesa, alemana, vegetariana, italiana, ostras y mariscos, helados, verduras orgánica, india, española, tailandesa y por supuesto comida mexicana.

LA3En esto último quisiera detenerme: Estados Unidos en su conjunto es un país que se ha constituido a partir de la inmigración. De hecho, la Costa Oeste norteamericana fue en el pasado colonial parte de España y posteriormente perteneció a la naciente nación mexicana. Luego de una guerra contra Estados Unidos, fraguada por estos últimos para apropiarse de este territorio rico en oro y estratégicamente ubicado, varios estados mexicanos, incluidos California y las ciudades que formaban parte de ella, fueron anexados a la naciente potencia del norte. Producto de estas varias dominaciones, de las oleadas de inmigrantes asiáticos y latinoamericanos que veían en Norteamérica una promesa de prosperidad, de la población afroamericana descendiente de esclavos y de los nativos, Los Ángeles se ha constituido como una ciudad multirracial. De hecho, actualmente, alrededor del 47% de la población total de la ciudad es de origen latino, y de este porcentaje un 80% es de nacionalidad mexicana, por lo que no es de extrañarse que en las calles de esta ciudad siempre haya gente hablando español.

Aun cuando lo multirracial de la ciudad sea un aspecto importante, sin duda alguna Los Ángeles es mundialmente conocida por ser la cuna de la industria cinematográfica de Hollywood y el glamour de las estrellas de la pantalla grande. Por lo tanto, al estar allí es mandatoria una caminata por Hollywood Boulevard y su Paseo de la Fama, en el cual los artistas más connotados de la industria mundial del espectáculo cuentan con una estrella con su propio nombre. En esta misma avenida además se encuentra el Kodak Theatre, lugar donde se realiza anualmente la entrega de los premios Oscar y otras atracciones turísticas como el Teatro Chino y el Museo de Cera de Madame Tussaud. A pasos de estos “higlights” se ubica también Rodeo Drive, avenida famosísima por sus tiendas de marcas de lujo y también Beverly Hills conocida por sus esplendorosas mansiones que nos recuerdan miles de películas y series que han tenido este barrio como escenario.

LA4Otro de los icónicos destinos de la ciudad son sus playas: Malibú, Long Beach, Venice y Santa Mónica. En estas dos últimas es donde quiero detenerme, ya que personalmente conocer Venice Beach era un sueño, de hecho era uno de los principales motivos que me entusiasmaban para viajar a Los Ángeles: la sesentera banda The Doors comenzó a componer en este barrio y como fanática, esta playa siempre me pareció algo legendario. No me equivocaba, deambular por su costanera es una experiencia en sí misma.

Además de ser un hito de cultura pop, esta costanera alberga canchas para practicar distintos deportes, espectáculos callejeros, retratistas, tatuadores, jóvenes y viejos hippies vendiendo un sinfín de artesanías, puestos de comida, tiendas de merchandising, masajistas, murales, heladerías y cervecerías, entre otras cosas. Cabe mencionar que esta playa debe su nombre a que fue construida intentando ser una réplica de Venecia. En sus comienzos contaba con pequeños canales con góndolas, algunos de los cuáles han sobrevivido hasta hoy.

A lo largo de esta misma costanera y siendo parte de la misma playa, pero una zona diferente, emerge Santa Mónica, que es por excelencia el balneario propio de Los Ángeles. Las casas que forman parte de su borde costero son más bien exclusivas, y están construidas tan cerca de la que prácticamente la playa está en las puertas de su casa.

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Santa Mónica es también conocida por su muelle, el que alberga un hermoso y prototípico parque de diversiones norteamericano, con montaña rusa incluida. Es precisamente en este muelle donde «Forest Gump», protagonista de la película dirigida por Robert Zemeckis, parece terminar su largo carrera sin destino, aunque decide dar la vuelta y seguir corriendo.Como dato curioso: un vivaz empresario tomó nota del éxito de taquilla de la película y de su legado en la cultura pop y abrió un restaurant llamado Bubba-Gump, cuya especialidad son obviamente los camarones. Actualmente Bubba-Gump es una franquicia de orden mundial con sedes en Londres, Malasia y Hawaii entre otros.

Si se quiere vivir la experiencia de comer en el primero de estos restaurantes, recomiendo dos delicias: la “ensalada de peras y frutillas” con pollo a las brasas, nueces y camarones grillados o el “trio marino” con brochetas de camarones y verduras, camarones ecuatorianos salteados con mantequilla y Mahi Mahi en salsa de whisky. Para tomar: la “Limonada de Louisiana” que consta de ron, limonada natural y arándanos. Otro importante dato relacionado con el Muelle, es que aquí se da por terminada oficialmente la famosa Ruta 66, que se inicia en Chicago y recorre ocho estados norteamericanos, a lo largo de más 3600 kilómetros. Todo un patrimonio.

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