Emprendedores destacados
El gerente general de la empresa, Eduardo González, reconoce que “somos pocos”, pero que la firma está empeñada en seguir creciendo, más allá de la fuerte competencia existente en el rubro de la línea blanca, la calefacción y el agua caliente. Prueba de ello es el proceso de cambio a una nuevo parque industrial en el sur de Santiago y los planes de expandirse al resto de la región.
«Somos gente de fierro», dice el gerente general de Ursus Trotter, Eduardo González, a la hora de referirse al rubro de la industria que encabeza y que fundó su abuelo hace 79 años. Es un concepto que tiene que ver con los materiales de los que están hechos prácticamente todos los productos que fabrican y también con el empeño, a veces contra la adversidad, de continuar con el sello «hecho en Chile».
«Quedamos pocos, los industriales en este país somos una especie en extinción. Hay poco incentivo para crecer en esto y también poca ayuda. Pero es un lindo oficio, a nosotros nos gusta, somos gente de fierro y peleamos día a día para mantener la industria viva», afirmó el ejecutivo sobre el presente de la compañía cuya historia de emprendimiento fue seleccionada este año por el programa Valor Empresario, una mirada diferente, de Bci.
La historia de esta empresa se remonta al año 1923, cuando el inmigrante alemán Eugen Trotter fundó en Valdivia una maestranza que terminó convirtiéndose en el pilar de un negocio familiar que continuaron sus hijos Albin y Ursus con la creación en 1937 de la firma Trotter hermanos. Ambos trabajaron juntos hasta 1982, cuando se separaron, quedándose el primero con los locales de venta y Ursus con la fábrica que se había trasladado a la capital tras la crisis de la década del ’30.
Actualmente la firma Ursus Trotter cuenta con una planta de 250 trabajadores y su foco está puesto en la fabricación de productos de línea blanca, calefacción y de agua caliente.
[cita tipo=»destaque»]»Hay poco incentivo para crecer en esto y también poca ayuda. Pero es un lindo oficio, a nosotros nos gusta, somos gente de fierro y peleamos día a día para mantener la industria viva»[/cita]
González, quien forma parte de la tercera generación de la compañía, admite que sobrevivir a la competencia tanto interna como externa no ha sido fácil, sobre todo por factores como las prácticamente nulas facilidades que tienen para invertir en nuevas tecnologías y por el elevado costo de la mano de obra en Chile, sobre todo cuando se trata de trabajadores calificados que no son fáciles de retener.
«Nos pasa que, por ejemplo, todo lo que es calderería, el área de soldadura que necesita mano de obra muy calificada, viene el auge de la minería y nos quedamos sin soladores calificados, se dispara la construcción y me quedo sin mano de obra calificada de nuevo. Es un proceso cíclico», indicó.
Pero más allá de las dificultades, Ursus Trotter está empeñada en seguir creciendo. Prueba de ello es el proceso en que está inmersa la empresa para trasladarse un parque industrial en Nos, al sur de Santiago, con el propósito de hacer más eficientes los procesos que desarrollan en sus instalaciones de la calle San Pablo.
La idea, indica, es ser aún más competitivos, sobre todo en tiempos como estos, donde la economía no está creciendo más del 2,0 por ciento, para que el cliente sepa cuáles son los atributos de calidad que marcan la diferencia y hacen que sus productos “sean un poco más caros, pero no tanto más como era antiguamente”.
Aunque Ursus Trotter hace algunos años contó con representaciones en Perú y Ecuador, tiene ahora la meta de dar finalmente el salto a toda la región. Son planes que se vieron algo retrasados por el cambio de planta, pero que están plenamente vigentes.
«Tenemos el plan de expandirnos en la región, partiendo con Perú, Colombia, Uruguay, mercados donde vemos que hay cierta línea de negocios con bastante potencial. Llevamos alrededor de cinco años viajando, tanteando el mercado, pero siempre que estamos en el plan de hacerlo, sucede una pequeña contingencia. Este año teníamos pensado abrir Perú y se nos vino el cambio de planta. Fue una decisión que tuvimos que tomar con el directorio, porque primero teníamos que tener la casa ordenada. Cuando eso suceda trabajaremos por la segunda vivienda», sostuvo.
A la hora de analizar los cuestionamientos de los que han sido objeto algunos sectores empresariales del país por casos de colusión, manifestó que se trata de una crisis que debieron enfrentar los grandes controladores y «gente con mucho poder», pero no empresas de menor tamaño como la suya.
Y sobre este asunto en particular afirmó que «nosotros siempre hemos sido de una sola línea. No nos vemos tocados por ningún lado, estamos con la conciencia sumamente tranquila, porque trabajamos simplemente para sacar los mejores productos al mercado, tenemos que competir con tremendos actores nacionales e internacionales».
Eduardo González, señaló finalmente que por la naturaleza de los productos que fabrican, el trabajo que realiza la empresa en materia de sustentabilidad tiene más que ver no con los procesos, sino que con los materiales que utilizan en la etapa de embalaje.
«Como somos al final del día gente de fierro, nuestros productos son generalmente en un 80 a 90 por ciento acero, acero inoxidable, bronce. Son materiales biodegradables, reciclables y no tenemos mayor problema en ese sentido. Sin embargo estamos en un trabajo bastante serio para disminuir al máximo todo lo que es el desperdicio en tema de embalaje. En eso estamos bastante enfocados y nos queda trabajo por hacer. Hemos estado trabajando en los últimos tres años para tratar de tener un diseño bastante ecológico, cada vez con menos polipropileno, con más cartón y materiales derivados del papel que se puedan reciclar», concluyó.
