Peter Ambacher es prácticamente el último sobreviviente del grupo de amigos del cantante. A pocos días de cumplirse el 25° aniversario de su muerte, visitó los lugares que frecuentaban en la ciudad alemana y recordó algunos detalles de la inolvidable fiesta con la que el otrora vocalista de Queen celebró su cumpleaños número 40.
Debe de haber sido una fiesta increíble aquella a mediados de los años 80 en Munich. El mundo de los homosexuales se había vestido de gala en blanco y negro para festejar el cumpleños de Freddie Mercury en el club de travestís «Old Mrs. Henderson», cuando el cantante rodaba allí el legendario video de «Living On My Own» (Viviendo por mi cuenta).
«Estuve tres días sin saber cómo volví a casa ni tampoco hasta cuándo duró la fiesta», confiesa Peter Ambacher, que por entonces formaba parte del grupo de amigos de Mercury. «Ha sido la fiesta más bonita que haya visto Munich».
Casi 30 años más tarde, Ambacher está frente a la puerta del club, que hoy se llama «Paradiso», y recuerda los viejos tiempos, para él también paradisíacos, en los que el champán fluía con desenfreno. Él es prácticamente el último sobreviviente del grupo, asegura Ambacher mientras recorre la capital bávara a pocos días del vigesimoquinto aniversario de la muerte de Mercury.
Según Ambacher, la gran fiesta fue celebrada en 1985, para festejar los 39 años de Mercury, pero el reportero de prensa amarilla muniqués Michael Graeter y otras fuentes afirman que fue un año más tarde, con motivo de los 40 años del famoso vocalista de Queen.
Sea como sea, el ambiente de fiesta no sólo es memorable debido a aquella noche, sino porque marcó esa época desde principios de la década del 80, cuando Mercury vivía la mayor parte del tiempo en Munich. Tal como lo definió el reportero Graeter, «aparentemente le atraía lo bávaro-bacanal».
Ambacher muestra el antiguo apartamento de Freddy Mercury y los clubes a los que eran asiduos al cantante Rob Comber, que da vida a Mercury en el show «Queenmania». En el «Teddybar», un punto de reunión para hombres velludos tal como le gustaban a Mercury según Ambacher, ahora funciona un salón de cosmetología que promociona métodos de depilación.
«Todo era tan mágico y alocado», agrega Ambacher. «Vivimos tantas cosas en esos cuatro años en Munich.» Luego muestra el local de Winnie, por entonces pareja y gran amor de Freddy Mercury, a quien el cantante sorprendió para su cumpleaños con un coche decorado con un corazón y un lazo enorme aparcado enfrente. «Winnie cocinaba muy bien para él», señala Ambacher. «Le gustaba comer codillo de cerdo.»
Ambacher también se detiene frente al edificio donde por entonces funcionaba la sauna para hombres «Fisherman’s». Allí conoció a Mercury, apenas vestido con una toalla anudada en la cadera. El cantante era visto rara vez de día, porque era «un noctámbulo, como todos nosotros».
Y también era «muy, muy tímido», comenta Ambacher. «Era un ser humano maravilloso, encantador y muy buen tipo», dice Ambacher, conocido como artista travesti bajo el nombre de «Miss Piggy», y a quien Mercury llamaba «pig».
Según Ambacher, Freddy Mercury amaba Munich porque en la ciudad todo era «tan poco complicado. Aquí simplemente podía vivir y pasearse».