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La fotógrafa alemana que se adentró en el mundo de las «cabronas» de Tepito Sociedad

La fotógrafa alemana que se adentró en el mundo de las «cabronas» de Tepito

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Se trata de mujeres fuertes que luchan día a día por sobrevivir en un entorno de inseguridad y pobreza, para hacer un retrato íntimo de siete de ellas, en uno de los barrios más peligrosos de Ciudad de México.


Tepito es uno de los barrios más peligrosos de Ciudad de México. De ahí su apodo de «barrio bravo». Muchos de sus hombres están en la cárcel o muertos. Son las mujeres las que mantienen la cohesión.

Durante varios meses la fotógrafa alemana Anja Jensen acompañó con su cámara a las «cabronas» de Tepito, mujeres fuertes que luchan día a día por sobrevivir en un entorno de inseguridad y pobreza, para hacer un retrato íntimo de siete de ellas.

«No hay una sola persona en Tepito que no conviva con la violencia», dijo Jensen a dpa.

La fotógrafa se movió por el barrio protegida por las propias mujeres. Aun así el equipo fue asaltado e intimidado, pero lo que les robaron reapareció media hora después por intervención de una de ellas.

Mayra

Mayra Valenzuela. Foto de Anja Jensen, publicada en https://ano-dual-alemania-mexico-2016-2017.prezly.com/#

La exposición, inaugurada la noche del jueves, se llama «Ciudadanas-Caminamos a oscuras» y forma parte del Año Dual Alemania-México. Estará abierta hasta el 12 de febrero en el pabellón alemán de la Plaza Río de Janeiro de la capital mexicana.

Doña Queta, una de las fotografiadas, hoy está de luto. Hace apenas unos días su esposo fue asesinado. Dos jóvenes pasaron a toda velocidad en una motocicleta y le dispararon. Murió en el acto de un balazo en el corazón.

En la exposición se ve a Doña Queta junto a un altar de la Santa Muerte -patrona de asesinos, narcotraficantes y prostitutas- que instaló hace años frente a su casa y que recibe miles de visitantes.

Otra de las retratadas es Leticia Ponce, esposa de Jorge Ortiz Reyes, alias «El Tanque», líder de una banda de venta de drogas que está encarcelado. En la foto Ponce aparece con una nieta junto al muro donde está todavía la firma grafiteada de su hijo Jerzy, asesinado en 2013.

«Cada vez que paso por acá es como una puñalada en el corazón», dice la mujer, de 51 años.

Jerzy Ortiz fue secuestrado con otros 11 jóvenes en el bar «after hour» Heaven, a pocos metros del Paseo de la Reforma, en una presunta venganza entre bandas de tráfico de drogas. Todos aparecieron muertos en una fosa clandestina, según las autoridades, aunque Ponce no acepta que entre ellos se encontrara Jerzy.

«Me entregaron un cadáver, pero ese no era mi hijo», dice Ponce. «Para las autoridades el caso está cerrado, pero yo todavía tengo muchas preguntas».

Leti

Leticia Ponce. Foto de Anja Jensen, publicada en https://ano-dual-alemania-mexico-2016-2017.prezly.com/#

Tepito está a pocos kilómetros del centro histórico de Ciudad de México y es otro mundo. Las bandas criminales tienen el poder y la policía evita en lo posible meterse entre sus callejones.

«Aquí necesitas tener una visión de 360 grados», dice Mayra Valenzuela Rosas, que creció en Tepito. «Mantente atento al entorno, no andes distraído y muéstrate seguro. Entonces, no te pasará nada».

Valenzuela es una de las mujeres que defienden su barrio y luchan contra la estigmatización de sus habitantes.

«En Tepito existe un matriarcado», afirma, mientras se pone un cigarrillo en la boca. «Cada mujer tiene su propia historia. Cada una de nosotras es sólo una chispa, pero juntas vamos a encender una vela por Tepito».

En el mercado del barrio hay piratería, medicamentos falsificados, cosas robadas. Incluso si alguien quiere deshacerse de un socio o de una esposa, encuentra aquí quién haga la labor. Dicen que en ninguna parte de México hay tantos matones a sueldo como en Tepito.

«Aquí hay mucha violencia y criminalidad, pero también gente muy trabajadora que lucha cada día para sacar adelante a su familia», dice Valenzuela. «Mi madre siempre me dijo: Tú eres del barrio, pero no te comportes como del barrio».

A pesar de la pobreza y la violencia, en Tepito existe mucha solidaridad entre sus habitantes. «Aunque hay mucha dureza, cuando realmente necesitas ayuda la recibes en cinco minutos, de amigas, de vecinas», dice Ponce, que tiene una pequeña tienda de camisetas, sudaderas y gorras de béisbol.

Santa-Muerte

Doña Queta. Foto de Anja Jensen, publicada en https://ano-dual-alemania-mexico-2016-2017.prezly.com/#

Valenzuela a veces hace de guía para los visitantes que quieren ir a Tepito. Los lleva por el mercado, les enseña proyectos artísticos, les cuenta de su batalla cotidiana. «Tepito existe porque resiste», es el lema extraoficial del barrio. «Queremos limpiar el nombre de Tepito», afirma Valenzuela.

Como fotógrafa, Jensen quiso destacar las cualidades de estas mujeres: su fortaleza y su voluntad de hacer del barrio un sitio mejor.

«Acá las mujeres pelean cada día contra la violencia y por un mejor futuro para sus hijos», explicó a dpa. «Me fascina cómo en estas condiciones viven la vida con tanta fuerza y optimismo».

Su experiencia en Tepito la marcó. «Para mí Tepito se volvió parte existencial de Ciudad de México. No puedo imaginarme a México sin Tepito», dijo.

«Desarrollé una relación muy personal y emocional con sus mujeres. Estuve mucho tiempo ahí y viví muchas cosas: me asaltaron, me amenazaron y al mismo tiempo fui protegida y acogida como si fuera una hermana. La muerte siempre está en el medio. Es un barrio de extremos».

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