Luca George Prodan nació el 17 de mayo de 1953 en la ciudad de Roma, Italia. En 1979, y luego del suicidio de su hermana, Luca declaró que viajó a Argentina, siguiendo una imagen bucólica que lo había atrapado gracias a una carta de un amigo argentino de origen escocés, Timmy McKern, con el cual compartió en Londres, para luego, con el cuñado de McKern, Germán Daffunchio, y con un vecino de este, Alejandro Sokol, fundaran una banda que se llamaría «Sumo», con temas como «Night & Day» y «Regtest», entre otros.
En el año 1985, la banda saca su primer disco «oficial» (anteriormente habían sacado Corpiños en la Madrugada en forma de casete y con distribución limitada), Divididos por la Felicidad (un juego sobre el nombre de la banda inglesa Joy Division). Disco en el que plasman mucho reggae con influencias de Bob Marley y también del funk y post punk. El hit fue «La rubia tarada», fue el mayor éxito de este LP.
En 1986 grabaron Llegando los monos, segundo disco en el que hay reggae, rock agresivo y post punk. Hay temas que fueron himnos como «Estallando desde el océano», «El Ojo Blindado» o «TV Caliente». El hit del disco fue «Los Viejos vinagres». En ese mismo año, dieron un concierto épico en Obras Sanitarias, donde se consagraron como una de las bandas más convocantes del momento.
En el año 1987 sacaron su tercer y último disco: After Chabón disco en el que se muestra una notable madurez en materia musical y lírica: tal es el caso particular de «Mañana en el Abasto».
El martes 22 de diciembre de 1987, lo encontraron muerto en la habitación de la casa ubicada en la calle Alsina 451 en el barrio de San Telmo, que compartía con el músico Marcelo Arbiser. Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática.
La muerte de Luca se produjo en la década más fatídica del rock argentino, ya que unos años antes había fallecido Alejandro De Michele (20 de mayo de 1983) de Pastoral Luego Miguel Abuelo (26 de marzo de 1988) y Federico Moura (21 de diciembre de 1988), líderes de Los Abuelos de la Nada y Virus, respectivamente.
Años después la figura de Luca se erigió como uno de los grandes mitos de la música argentina y es venerado por muchos jóvenes en la actualidad.