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Baby Tracker, la aplicación que atrapa a los padres FT Weekend

Baby Tracker, la aplicación que atrapa a los padres

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La herramienta permite monitorear el peso, horario de comidas, patrones de sueño y pañales de los bebés.


Por Robert Shrimsley

Ser padre de un nuevo bebé se asemeja a vivir con un terrorista. Hay que cumplir con ciertas demandas.

Un amigo y nuevo padre me estaba contando animadamente sobre su hija durante un almuerzo cuando, para ilustrar su historia, sacó su iPhone. Yo creía que me iba a enseñar algunas fotografías nuevas. Pero me quedé atónito al ver que quería mostrarme una serie de tablas y gráficas.

Esto, me explicó, era su aplicación Baby Tracker, con la cual él y su esposa monitorean el peso, el horario de comidas, los patrones de sueño y los pañales de su hija.

La mayoría de nuevos padres pasan por un período de obsesión con sus bebés. Recuerdo haber pasado horas y horas filmando vídeos de los primeros meses de mi hijo; vídeos, que al verlos después, resultaron ser increíblemente tediosos porque los recién nacidos realmente no hacen nada. Para nosotros cualquier mueca o media sonrisa era increíblemente emocionante. Seis meses más tarde, no entendíamos qué era lo que creíamos que estábamos capturando. El resultado de nuestros esfuerzos fue un vídeo de varias horas de un confuso bebé mirando mientras sus padres le mostraban juguetes frenéticamente.

Por lo tanto, no critico a mi amigo por usar un Baby Tracker. Pero me quedé intrigado por lo que realmente ofrece esta aplicación. El material promocional sugiere que es casi un tercer padre, pero en realidad es una manera de usar alta  tecnología para crear un récord de los horarios de sueño, comidas y siestas al igual que otras medidas y “primeros eventos emocionantes”. Puedes hacer todo esto y luego “tienes la libertad de volver y añadir detalles y hasta fotografías”. Sí, el Baby Tracker te da la libertad de volver y añadir fotografías. Sin duda esto sí ofrece funcionalidad.

Esto posiblemente parezca totalmente natural para la generación del iPhone y Fitbit. Si ya estás acostumbrado a monitorear los pasos que caminas, las horas que duermes y los pastelitos que consumes en una aplicación de salud, ¿por qué no harías lo mismo para tu bebé? El hecho de que a tu bebé no le interesan los datos ni las metas a largo plazo realmente no importa.

Le pregunté a mi amigo si la aplicación tenía una aplicación práctica. Le sugerí que si su hija estaba ganando peso y parecía estar saludable, eso era todo lo que necesitaba saber. Los bebés son muy adeptos en dejarte saber si algo no está bien. Es uno de sus mejores talentos. “Claro que no”, respondió. “Con el monitor puedes ver los patrones de sueño para saber si ella está de mal humor porque está cansada”.

Por supuesto todos los bebés son diferentes. Pero la verdad es que algo que nunca necesitamos era un aparato que nos dijera cómo estaba durmiendo nuestro pequeño demonio. Créanme que, nosotros sabíamos cuántas veces nos despertaba cada noche y cuántas horas estábamos todos despiertos. Éstos son los tipos de datos que guardas en tu mente. Tal vez ya no sepas qué día es, pero sí recuerdas cuántas veces tu bebé interrumpió tu sueño.

Lo que sí ofrece la aplicación es la ilusión de tener control, lo cual es lo que más extrañas cuando eres padre. En una era en la que todos idolatramos los datos, el hecho de recopilar información y convertirla en tablas y gráficas parece ser un paso hacia retomar el control. Las primeras semanas de ser padre se asemejan a vivir con un terrorista. Hay que cumplir con ciertas demandas. Deben ser cumplidas exactamente. No habrá ningún agradecimiento, ni siquiera una sonrisa. No es sorprendente que todos añoremos el regreso al orden de aquellos idílicos días antes de que nos convirtiéramos en padres.

El control es el oro de nuestras vidas. Sólo hay que pensar  en la campaña del Brexit para entender el poder que tiene el concepto del control. Lo mismo se aplica a nuestro trabajo,  especialmente conforme envejecemos. Para las personas mayores, retener el control sobre sus vidas se convierte en un sinónimo de retener su dignidad.

Cuando nació nuestro pequeño demonio, estaba de moda un libro llamando ‘El libro del bebé contento’. Esta guía, escrita por una enfermera de maternidad, les ofrecía a los padres una manera de entrenar a su bebé para que adoptara ciertos patrones de sueño y alimentación. Algunos de nuestros amigos juraban que funcionaba perfectamente, aunque el libro requería una adherencia rígida a un horario de comidas y sueño. A mí me parecía que simplemente habían sustituido una pérdida de control por otra. Simplemente estaban cediendo ante otro tipo de tiranía.

Cuando eres padre tienes que ceder al menos un poco de control. No existe una aplicación que te lo pueda devolver. Felizmente, ser padre ofrece otras recompensas.

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