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Sheryl Sandberg: la lucha contra las noticias falsas y el futuro de Facebook FT Weekend

Sheryl Sandberg: la lucha contra las noticias falsas y el futuro de Facebook

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Una de las figuras más poderosas del mundo habla sobre los nuevos desafíos para las redes sociales y la repentina muerte de su esposo.


Vestida con un largo suéter blanco sobre unos jeans de color azul pálido, con su cabello negro recogido, Sheryl Sandberg parece — como de costumbre — sobrenaturalmente calmada. Se levanta para abrazarme y luego ocupa la silla junto a mí en la esquina de nuestra mesa. «No te pierdas esto. ¿Lo ves?», dice ella, estudiando el menú sin hacer pausa para una charla trivial.

La directora de operaciones de Facebook es famosa por ser más abierta sobre su vida que la mayoría de los ejecutivos: como haber llorado en el baño del trabajo, o cómo, tras enviudar recientemente, durmió en la misma cama que su madre. Esto es apropiado para una compañía que ha redefinido la palabra «compartir». Sin embargo, a medida que avanza nuestro almuerzo, me queda claro que apertura no significa exactamente espontaneidad.

Sandberg ha de ser una de las figuras empresariales más enfocadas en transmitir siempre el mensaje correcto. Hablando de negocios, utiliza una fraseología tan establecida que casi puedo recitar sus líneas por ella. Los nuevos productos no están sólo en los «primeros días», sino que se introducen en una «forma que protege la privacidad». Cuando, en un momento, le pregunto cómo podría describir mejor lo que se siente al convertirse súbitamente en viuda y madre soltera, confiesa que es «solitario, a veces aterrador», luego bruscamente amplía su punto para incluir la situación de las madres solteras pobres en EEUU, con estadísticas.

Pensándolo bien, tal vez sea necesario contar con un guión. Los dos últimos años han sacudido a Sandberg y a Facebook, obligando a ambos a lidiar con cuestiones existenciales. La pérdida de su marido, Dave Goldberg, quien murió de un ataque al corazón mientras hacía ejercicio cuando la pareja estaba de vacaciones en México en 2015, ha provocado que ella haya tenido que criar a dos hijos sin su padre. La compañía ha enfrentado crecientes críticas sobre si está haciendo lo suficiente para regularse a sí misma en medio del aumento de las noticias falsas y su creciente poder para influir en los hechos, incluidas las elecciones estadounidenses del año pasado. Lo que esto significa para la red social más grande del mundo, que tiene casi 2 mil millones de usuarios y recaudó US$10 mil millones en ganancias el año pasado, todavía no está claro.

Estamos en Sol, un restaurante de comida mexicana en el campus Menlo Park de Facebook, una falsa calle principal estilo Disney hasta con una tienda de magdalenas y un bar de uñas. Sandberg nunca ha comido aquí. En realidad, me dice que yo soy la primera persona en tentarla a no almorzar en su escritorio en sus nueve años en Facebook.

La tragedia personal de Sandberg se produjo después de una serie de extraordinarios triunfos profesionales. Después de trabajar como jefe de personal de Larry Summers en el Departamento del Tesoro de EEUU, pasó a ser vicepresidenta de operaciones de Google. Desde su llegada a Facebook en 2008, ha sido la responsable de transformarlo en un negocio de US$432 mil millones, ganando ella misma una fortuna valuada en US$1.6 mil millones, según Forbes. El éxito de su primer libro Lean In (2013), un bestseller que estimula a las mujeres a ser más ambiciosas, la convirtió en una defensora de alto perfil de los derechos de la mujer.

Todo cambió cuando Goldberg murió. Llena de tristeza, y «desesperada» por conectarse con la gente, Sandberg eventualmente buscó consuelo en escribir una publicación en Facebook. Y sí que se conectó: los usuarios compartieron la publicación 400,000 veces y escribieron acerca de cómo lidiar con la muerte en los comentarios.

Alentada por la reacción a su publicación, escribió Option B, con su amigo Adam Grant, un profesor de Wharton. Publicado el mes pasado, el libro combina sus diarios con una investigación sobre la resiliencia después del luto y los reveses. Sandberg dice que ella no sabía que estaba escribiendo un libro en primer lugar. «Si no escribía el diario durante unos días, sentía que literalmente iba a reventar». Luego escribir se volvió algo más que un proceso catártico, se convirtió en una manera de honrar la vida de su esposo.

«Un experto en duelo me dijo que una de las cosas que el libro logra es que me permite seguir hablando de Dave. Pero para mucha gente, el segundo año implica mucho silencio. Las personas han dejado atrás lo sucedido. No sienten que deben tocar el tema, no quieren tocarlo».

Una de las sorpresas de Option B es su humor. ¿Acaso fue intencional? «No lo sé. Es que sientes como si perdieras el derecho a ser feliz, y el derecho a bromear, así que los chistes no se sienten adecuados. La felicidad no se siente adecuada. Salir con alguien no se siente adecuado. Todo lo que podría ser alegre. Ver un programa de televisión no se sentía adecuado».

Pocas empresas han adquirido tanta influencia como Facebook, y tan rápidamente. Con su meteórico ascenso, Facebook ha tenido su cuota de dolores de crecimiento: el pánico por la privacidad, los temores de que no podría ganar dinero y las preocupaciones de que ya no sería “cool”. Superó muchos problemas con la tecnología: una mejor configuración de privacidad, una publicidad dirigida más sofisticada y la compra de nuevas aplicaciones como Instagram o la utilización de nuevas características originales de Snapchat.

Las actuales dudas que enfrenta acerca de su papel pueden ser más difíciles de resolver. En una carta este año en Facebook, Mark Zuckerberg, el jefe de Sandberg, expuso sus esperanzas de que la compañía desempeñaría un papel en la creación de una «comunidad global». A pesar de casi 6,000 palabras y 82 menciones de «comunidad», fue breve en cuanto a tecnologías específicas que podrían contribuir.

Le pregunto a Sandberg si Facebook realmente es una comunidad global que puede empaparse de valores, o si es, como solía considerarse a sí misma, esencialmente es un servicio público, como una red telefónica. Me responde que hace mucho tiempo ya no se consideran así, lo que quizá sugiere que ahora dan por sentado que la gente no puede prescindir de Facebook.

«Creo que tenemos un sentido muy fuerte de los valores. Incluso cuando éramos un servicio público, teníamos fuertes reglas de contenido: nada de pornografía, nada de violencia, nada de odio», dice ella. La capacidad para hacer cumplir estas normas en tiempo real sigue siendo problemática: desde nuestra entrevista, un hombre en Tailandia difundió un vídeo en el servicio Live de Facebook asesinando a su hija de 11 meses. El vídeo se reprodujo en las noticias de los usuarios durante aproximadamente 24 horas antes de que fuera eliminado.

Cuando le pregunto cuál es el mayor desafío de Facebook, Sandberg revela una vez más su habilidad para esquivar preguntas. Es su mayor oportunidad: conectar a la gente alrededor del mundo. ¿Piensa ella que la gente podría pasar demasiado tiempo en Facebook (el usuario promedio pasa 50 minutos al día entre Facebook, Messenger e Instagram)? Los extremos siempre son malos, algunas personas probablemente duermen demasiado. ¿Siente el peso de su poder cuando llega al trabajo? Lo que ella siente es cuánto más necesitan hacer.

Intento preguntarle de nuevo sobre un tema que me parece muy importante: ¿piensa ella que Facebook como organización está dándose cuenta del gran poder que tiene? Pero Sandberg no parece pensar que Facebook se encuentra en un importante punto de inflexión.

«Es una gran responsabilidad, siempre hemos tomado eso muy en serio», dice. «Mantener la seguridad de las personas, garantizar que puedan compartir con quien deseen, garantizar que los terroristas no utilicen nuestro servicio».

Intentando ser más específica, me concentro en las noticias falsas. Zuckerberg descartó inicialmente como «bastante descabellada» la idea de que las publicaciones de Facebook con titulares inexactos — como que el Papa apoyaba a Donald Trump — podrían haber influido en las elecciones estadounidenses. Pero en los pocos meses transcurridos desde entonces, Facebook ha iniciado un proyecto para apoyar el periodismo, incluyendo asociaciones con servicios de verificación de información. «Las noticias falsas nos perjudican a todos. Perjudican a nuestra comunidad, y nos perjudican como individuos», dice ella.

Con su actitud suavemente controlada, no es de extrañarse que se haya especulado que Sandberg podría postularse a un cargo político, pero ella afirma que desde la muerte de su marido se siente más unida a Facebook, donde la gente sigue poniendo recuerdos en su página.

Cuando era joven, ella pensaba que trabajaría en el gobierno o en una organización sin fines de lucro, nunca en una compañía. ¿Qué ha cambiado? «Creo que, con la llegada de la tecnología, las compañías como Google y Facebook tienen una misión al igual que otras organizaciones», dice ella.

Zuckerberg también ha sido objeto de más especulación desde que publicó su carta. Los rumores se avivaron cuando se embarcó en una gira por EEUU para reunirse con grupos comunitarios, iglesias y empresas que se parecía mucho a un recorrido de campaña electoral. ¿Cree ella que él podría postularse para presidente? «No».

¿Y tú te postularás? «No. Ya he dicho que no».

¿Cómo evalúa ella el estado del movimiento de la mujer? Hay señales de desafíos — como la Marcha de las Mujeres después de la inauguración — y de desesperación, por la reversión del acceso al aborto. «Hemos progresado mucho, pero hay lugares en el mundo donde las mujeres no tienen los derechos civiles básicos», dice ella.

Recientemente, Sandberg le dio US$1 millón a Planned Parenthood. Ella había donado antes de forma privada, pero dice que ahora es «muy importante» mostrar su apoyo a la organización que, añade, hace más que proveer servicios de aborto, pues les ofrece servicios de salud a las mujeres más pobres.

El libro Lean In dio pie a la organización Lean In, una red de 1.5 millones de mujeres trabajadoras de todo el mundo organizadas en «círculos» para el apoyo, desde empresarias que comienzan negocios en París hasta mujeres chinas que abandonan las empresas estatales y rechazan los matrimonios arreglados. Sandberg se reúne con ellas cuando viaja.

Los directores ejecutivos se quejaron con ella de que el personal femenino estaba pidiendo aumentos de salario. Ella se niega a nombrar a los involucrados, pero dice que cuando ella dijo que salía de su trabajo a las 5:30 PM para ver a sus hijos, «alguien me dijo que conseguí más titulares que si hubiera matado a alguien con un hacha. . . Recibí flores de todo un departamento de Yahoo y Google diciendo, ‘Gracias. Ahora todas nos vamos a las 5:30 PM’ «.

El libro también provocó que lectoras rompieran con sus novios. «Puedes salir con quien desees, pero debes casarte con los nerds y los chicos buenos», aconsejó. ¿Tú saliste con chicos malos?, le pregunto. «Un poco».

Le digo que tengo 30 años y que estoy soltera: ¿a quién debo buscar? «A los chicos que quieren una relación de igualdad. A los chicos que quieren apoyar tu carrera. Tienes una gran carrera», dijo.

Sandberg a menudo transmite en vivo en Facebook entrevistas con mujeres famosas o valientes. Al final hace una pregunta grabada en carteles por todo el campus de Facebook: ¿qué harías si no tuvieras miedo?

Mientras intenta alcanzar su pequeña portátil con la marca de Facebook y su teléfono inteligente, en una funda grabada con las palabras «Ban Bossy» (Prohíban la palabra mandona), concluyo haciéndole su propia pregunta.

Hablando tranquilamente, me dice con lágrimas en los ojos: «Escribiría este libro (Option B) porque es personal y es muy abierto. Quiero que salga algo bueno de la tragedia, solamente algo bueno».

Inmediatamente se compone, me abraza de nuevo y se va.

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