Uno de los creadores del índice relató a BBC Mundo su historia. Y expertas en radiación y salud ofrecen consejos prácticos sobre cómo evitar los efectos dañinos de la radiación ultravioleta.
Es una invención que puede salvar vidas y protegernos a todos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El índice UV nació hace tres décadas de una necesidad imperiosa: comunicar a la gente de forma clara los riesgos para la salud de la radiación ultravioleta y la exposición al sol.
Muchos países incluyen en sus informes del tiempo, especialmente en meses de verano, este índice expresado en números y colores.
El primer índice, creado por investigadores canadienses, fue publicado el 27 de mayo de 1992.
Los colores vinieron después, cuando el índice «fue adoptado y estandarizado por la OMS y la Organización Meteorológica Mundial en 1995», señaló a BBC Mundo Emilie Van Deventer, jefa de la Unidad de Radiación y Salud de la OMS.
Tom McElroy, físico de la atmósfera y profesor de la Universidad de York en Toronto, junto a James Kerr y David Wardle fueron los creadores del índice UV.
«El índice fue creado para aumentar la conciencia a nivel del público de los peligros de la exposición excesiva al sol, como el cáncer de piel y los daños a los ojos», dijo McElroy a BBC Mundo.
Con el aumento en los casos de cáncer de piel y la incertidumbre sobre vínculos entre radiación y cambio climático, comprender el índice UV es más importante que nunca.
En BBC Mundo exploraron la historia del índice UV, cómo funciona y cuál es su mensaje vital.
«El índice UV describe los niveles de radiación ultravioleta que llegan a la superficie terrestre en un lugar y tiempo determinado», señaló Van Deventer.
La escala va de 1 (riesgo bajo) a 11 o más (riesgo extremo).
Para llegar a estos números los científicos cuantifican la radiación solar y la multiplican por su impacto en los seres humanos a través de medidas, por ejemplo, como la radiación necesaria para causar enrojecimiento de la piel. De esa forma obtienen lo que se llama «dosis efectiva», un valor que luego es dividido por un número arbitrario para lograr la escala numérica.
«Es una escala abierta, no existe un máximo», explicó a BBC Mundo Alberto Redondas, meteorólogo e investigador del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña en Tenerife, que cumple un papel clave en el monitoreo global de la radiación ultravioleta.
«El número más alto que se ha registrado con datos fiables, es de 20 para un día despejado. Fue en el Llano de Chajnantor en Chile, en el desierto de Atacama, a unos 5600 metros sobre el nivel del mar».
La OMS confirmó en un encuentro en Alemania en 2011 que «un índice UV superior a 3 indica niveles en los que podría producirse una exposición solar dañina y quemaduras solares y, por lo tanto, es el umbral para promover mensajes preventivos», explicó Van Deventer.
«La radiación ultravioleta es una parte de la radiación solar. Es apenas un 7% del total pero es muy importante porque es la parte más energética del Sol que nos llega», dijo Redondas.
La región UV del espectro solar abarca las longitudes de onda de 100 a 400 nanómetros o nm y se divide en tres bandas: UVA (315-400 nm), UVB (280 315 nm) y UVC (100 280 nm).
«La radiación UVC es muy energética pero no llega a la superficie terrestre porque la absorbe el oxígeno», señaló Redondo.
«La UVB está atenuada por la capa de ozono estratosférico (que absorbe la radiación) pero una parte llega y es la que afecta más a los seres vivos».
Por último, la radiación UVA, «es la menos energética pero tiene importantes implicaciones. Sobre todo el envejecimiento de la piel está más relacionado con la A que con la B».
Las camas solares, agrega, «no llegan a imitar al sol y emiten más UVA de la que el Sol realmente emite».
-Los niveles de ozono
El ozono es un gas formado por tres átomos de oxígeno (O3).
La capa de ozono, que absorbe gran parte de la radiación ultravioleta, se encuentra en la estratósfera a una altura aproximada de entre 18 y 28 km. (Este ozono «bueno» suele distinguirse del «malo» y perjudicial para la salud, el que se forma en la capa inferior de la atmósfera o tropósfera por acción de la radiación sobre la contaminación emitida por los autos, la industria y otras fuentes).
El ozono «bueno» de la estratósfera es creado por el sol a partir del oxígeno y «es dinámico, se está creando y destruyendo al mismo tiempo en un proceso complejo», explicó Redondas.
Las concentraciones de este gas tan importante para proteger la vida varían a lo largo del año e incluso del día y una de las mayores preocupaciones es la disminución estacional del ozono en la Antártida.
-La altura del sol
Cuánto más alto esté el sol en el cielo, más intensa es la radiación UV.
-La latitud
Cuanto más cerca del ecuador, más intensa es la radiación UV.
-La nubosidad
La intensidad de la radiación UV es máxima cundo no hay nubes, pero la OMS advierte que la mayor parte de la radiación puede atravesar nubes poco densas.
-La altitud
A mayor altitud la atmósfera es más delgada y absorbe una menor proporción de radiación UV.
-La reflexión del suelo
La nieve puede reflejar hasta un 80% de la radiación UV, la arena seca de la playa cerca de un 15% y la espuma del agua en el mar alrededor de un 25%, según la OMS.
-La contaminación
Las partículas en suspensión también absorben la radiación UV.
«De hecho, en algunas ciudades donde se está reduciendo la contaminación, se han detectado aumentos en la radiación UV porque el aire está más limpio», señaló Redondas.
El contexto histórico es fundamental para comprender cómo nació el índice UV.
Una serie de descubrimientos inquietantes en los años 70 y 80 llamaron a la acción global.
El químico holandés Paul Crutzen constató que el óxido de nitrógeno podía dañar la capa protectora de ozono. Y dos químicos en la Universidad de California en Irvine, el mexicano Mario Molina y el estadounidense Sherwood Roland, descubrieron que sustancias usadas comúnmente a nivel industrial, llamadas clorofluorocarbonos o CFC, también destruían el ozono.
En la década del 80, científicos japoneses y británicos detectaron por separado un descenso alarmante en los niveles de ozono sobre la Antártida, lo que se conoce popularmente como el «agujero en la capa de ozono».
Los riesgos para la salud eran potencialmente tan serios que en 1987 más de 40 países firmaron lo que la ONU describe como uno de los tratados ambientales más exitosos de la historia.
El Protocolo de Montreal buscó que los países abandonaran la producción de sustancias dañinas del ozono. El acuerdo, en vigor desde 1989, es el único de Naciones Unidas que ha sido ratificado por todos sus países miembros.
Pequeñas dosis de radiación UV son beneficiosas para el ser humano y esenciales para la producción de vitamina D, señala la OMS.
Pero una exposición prolongada puede producir efectos dañinos en la piel, los ojos y el sistema inmune.
-Cáncer de piel
«La conducta de las personas con respecto al sol es una causa principal del aumento de las tasas de cáncer de piel en las últimas décadas», señala la OMS en su guía.
Los niños necesitan protección especial.
«La piel de los niños es más sensible por presentar una concentración de melanina más baja y una capa córnea (capa más externa de la epidermis) más delgada, lo que los predispone a desarrollar daño en su material genético y quemaduras solares más fácilmente que los adultos», explicaron a BBC Mundo las doctoras Alejandra Larre Borges y Sofía Nicoletti, médicas dermatólogas y coordinadoras de la Campaña de Prevención del Cáncer de Piel de la Sociedad de Dermatología de Uruguay.
«La exposición a la radiación ultravioleta durante la infancia promueve el desarrollo de fotodaño y fotocarcinogénesis en etapas más tardías de la vida, sumado a que el 80% de la radiación ultravioleta que vamos a recibir en toda nuestra vida la recibiremos antes de los 18 años, por todo esto es fundamental el cuidado de los niños».
-Cataratas
La OMS señala en su guía que entre 12 y 15 millones de personas padecen de ceguera causada por cataratas. Y hasta un 20% de estos casos pueden haber sido causados o pueden haberse agravado por la exposición al sol.
-Efectos en el sistema inmunológico
«Cada vez hay más pruebas de la existencia de un efecto inmunodepresor sistemático por la exposición a la radiación UV», señala la OMS.
-Envejecimiento de la piel
«La piel envejece muy poco por el paso de los años, eso se denomina cronoenvejecimiento», señalaron las doctoras Larre Borges y Nicoletti.
«El factor que genera mayor envejecimiento es la exposición a las radiaciones ultravioleta y otro importante en menor medida es la contaminación».
La OMS recomienda en su guía no usarlas.
«El bronceado artificial ahora se considera un problema de salud pública que representa alrededor de medio millón de nuevos diagnósticos de cáncer cada año en Estados Unidos de América, Europa y Australia», advierte la OMS en un informe de 2017.
Las doctoras Larre Borges y Nicoletti también enfatizan los riesgos de las camas solares.
«Sin duda recomendamos no exponerse a dispositivos de radiación ultravioleta artificial (camas solares)»
«De hecho, en Uruguay se está elaborando un proyecto de ley… La propuesta es prohibirlas para los menores de 18 años, brindar información a los usuarios con cartelería clara donde se explique que está demostrado que su uso provoca cáncer de piel, y desaconsejarlas en personas con antecedentes de cáncer de piel».
Desde los años 50 existe una red global de instrumentos que vigilan el ozono.
Los primeros instrumentos manuales, llamados Dobson, fueron sustituidos en gran medida por otros automatizados, los espectrofotómetros Brewer, que miden tanto el ozono como la radiación ultravioleta. Los instrumentos Brewer fueron desarrollados por los tres científicos canadienses creadores del índice UV junto a Alan Brewer, uno de los expertos más reconocidos en ozono a nivel mundial.
La Red Europea de Espectrofotómetros Brewer, Eubrewnet, cuenta con instrumentos en diferentes países y el más reciente fue instalado en Chajnantor en Chile.
La armonización de operaciones de la red es realizada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de España y es coordinada por Alberto Redondas.
«Tenemos un centro de calibración de los Brewer en Izaña porque el ozono aquí es más estable y tenemos una atmósfera limpia».
Las campañas de calibración tienen lugar en Huelva, España o en Davos, Suiza, y los meteorólogos de otras partes del mundo llevan hasta allí sus espectrofotómetros Brewer para ajustarlos con las mediciones de Izaña.
«Ya hemos calibrado unos 200 equipos de unos 20 países», señaló Redondas.
«Este año estaremos en Davos en agosto».
McElroy señaló que algunos países como Canadá predicen el índice UV en base a datos de su red nacional de espectrofotómetros Brewer».
«Otros, como Estados Unidos, usan datos de satélites», que son cotejados con instrumentos en Tierra.
Tres décadas después de la creación del índice UV, McElroy señala que su mayor satisfacción es que más y más países siguen adoptando y reportando la escala.
«Y la gente ve el mismo índice de colores para saber qué hacer».
Van Deventer reconoce que aunque el índice es usado en muchos países en el mundo, aún es preciso que haya una mayor comprensión de esta escala a nivel de la población general. La OMS, agregó, espera lanzar en junio de este año una nueva aplicación para usuarios de teléfonos móviles de todo el mundo con datos del índice UV adaptados a ubicaciones individuales.
Tal vez el principal legado del índice UV es que sigue recordando la importancia crucial de dar consejos claros sobre los cuidados en la exposición al sol.
BBC Mundo preguntó a Van Deventer qué tres consejos prácticos destacaría.
«En primer lugar, cuando el índice UV sea 3 o más, usa todas las formas de protección solar (sombrero, ropa protectora, anteojos de sol, sombra y protector solar) para reducir el riesgo de daño UV en la piel y los ojos».
«En segundo lugar, la temperatura no está relacionada con la radiación UV: esto hace que muchas personas se quemen con el sol en temperaturas frías pensando que la radiación es baja».
«En tercer lugar, los niveles de UV pueden variar mucho por la época del año o la hora del día. Los niveles máximos generalmente ocurren a la mitad del día y en verano; pero en algunos sitios en latitudes bajas, es posible que se requiera protección solar durante todo el año».
Van Deventer dijo que la OMS no da recomendaciones específicas sobre protector solar. Pero BBC Mundo preguntó a las doctoras Larre Borges y Nicoletti qué factor de protector solar se recomienda cuando el índice UV supera 6.
«Con un índice UV mayor a 6 recomendamos, además de las medidas de protección física, un protector con factor de protección solar o FPS para UVB mayor o igual a 30 y UVA alto».
«Con un índice UV muy alto y alto a extremo, en realidad aconsejamos no exponerse, y de tener que hacerlo indicamos medidas de protección física y un protector solar con FPS 50 y UVA muy alto».
«De todos modos, las medidas más importantes son el evitar la exposición a la radiación ultravioleta de forma intencional, preferir la sombra, utilizar sombrero de ala ancha, lentes de sol con filtro UV, y ropa de ser posible de trama apretada y colores oscuros -azul, verde, violeta, no sólo negro».
Ambas médicas dermatólogas recomiendan en general «evitar la exposición directa entre las 10 y 16 horas».
Y señalan además que «es fundamental recordar que los menores de 6 meses no deben exponerse al sol».
Puedes encontrar más información en la guía sobre el índice UV elaborada por la OMS y otras organizaciones.