Salud
Estudio destaca que la mayoría de las y los chilenos se preocupan tanto por su salud como por su apariencia estética, aunque solo el 14% considera tener un estilo de vida completamente saludable. El informe también resalta que un tercio de la población chilena se define como obeso o con sobrepeso. Sin embargo, la mayoría de las personas (81%) tienen la intención de intentar perder peso en el próximo año.
La prevalencia a la obesidad en el mundo va en aumento. Cifras de la OCDE y de la OMS concluyen lo mismo en cada estudio que realizan: las proyecciones en la población mundial indican que, para el año 2035, más de la mitad padecerá de sobrepeso u obesidad si no se toman medidas urgentes. En Chile, la tendencia también es al alza.
Alex Escalona, cirujano digestivo de la Clínica Universidad de los Andes, destaca que “debemos recordar que más de 2 billones de personas en el mundo padecen sobrepeso u obesidad y en Chile 1 de cada 3 personas vive con obesidad. Hoy el cambio de hábitos se impone en el mundo y Chile se suma a esta tendencia”.
Por ello, la firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos YouGov, realizó un importante estudio encargado por Allurion, plataforma de pérdida de peso, acerca de los hábitos alimenticios de las y los chilenos, así como también sus intenciones para perder peso y conocimientos sobre la obesidad.
En general, la mayoría de las y los chilenos prestan atención tanto a su salud (80%) como a su apariencia estética (75%). La encuesta también reveló que solo el 14% considera que su estilo de vida es completamente saludable, mientras que el 28% lo considera nada saludable. Entre aquellos que consideran que no llevan un estilo de vida saludable, el 33% son mujeres y el 22% son hombres.
En cuanto a la frecuencia de las actividades físicas, aproximadamente el 80% de las y los chilenos caminan más de 30 minutos al menos una vez a la semana, mientras que el 62% practica algún tipo de deporte. Sin embargo, se observa que las mujeres hacen menos deporte semanalmente que los hombres, con un 54% frente al 70% respectivamente.
La encuesta también demostró que tener una dieta equilibrada es considerado el aspecto más importante de un estilo de vida saludable, seleccionado por el 33% de los encuestados. El segundo aspecto más importante es obtener suficiente y buena calidad de sueño, la preferencia del 28% de los encuestados.
Tanto el estrés/ansiedad como la ingesta de alimentos de mala calidad son considerados igualmente perjudiciales para un estilo de vida saludable, con el 93% y 92% de los encuestados respectivamente. En tercer lugar, se encuentra el comer en exceso, con una calificación del 89%.
El 37% de la población chilena no mantiene una relación óptima con la comida. Sin embargo, se observa que los hombres tienen una mejor relación que las mujeres, con un 32% frente al 42% respectivamente. Las principales causas de esta problemática son la tendencia a comer demasiado rápido (44%) y en exceso (38%), siendo estas razones similares entre hombres y mujeres.
Es importante destacar que la mayoría de las comidas en Chile son preparadas en el hogar. Además, se ha observado que el almuerzo es la comida más consumida por los chilenos, con un 87% de la población comiendo regularmente en este horario, seguido por el desayuno con un 70%.
Por otro lado, se ha evidenciado que las personas menores de 45 años presentan peores hábitos alimenticios, como la ingesta frecuente de comida rápida (10% frente al 6% que lo hace al menos 4 días a la semana), la disminución en la frecuencia del desayuno (65% frente al 70%), y el aumento en la ingesta de alimentos después de la cena (17% frente al 14%) y en horarios nocturnos (15% frente al 12%).
Durante el último tiempo, 7 de cada 10 chilenos y chilenas han intentado perder peso. Este esfuerzo ha sido liderado en gran medida por mujeres (76%) y personas menores de 45 años (79%). Los dos métodos más comunes para perder peso han sido la “dieta saludable” y el “ejercicio físico”.
Sin embargo, solo una cuarta parte (26%) de estas personas logró alcanzar su objetivo de pérdida de peso, mientras que el 37% obtuvo resultados momentáneos y el 35% nunca alcanzó su objetivo. La falta de perseverancia en hacer ejercicio y seguir una dieta son las principales razones de estos fracasos.
La investigación demostró que un tercio de la población chilena se define como obesa o con sobrepeso, y que solo una pequeña parte de las personas con sobrepeso no han intentado perder peso (16%). La principal razón para no intentarlo es la falta de voluntad (54%), seguida por la falta de tiempo (25%).
A pesar de esto, la mayoría de las personas (81%) tienen la intención de intentar perder durante este año, y las mujeres y las personas entre 25 y 44 años están especialmente comprometidas con este objetivo.
En general, el 73% de las personas con sobrepeso están preocupadas por su condición, pero la mayoría (86%) han fracasado o no han intentado perder peso. De estas, el 51% teme por su salud, siendo este valor significativamente mayor entre las personas obesas (78%). Las mujeres parecen estar más preocupadas que los hombres (58% frente a 43%), aunque no hay diferencias significativas entre los grupos de edad.
El informe también demuestra que, incluso tener un sobrepeso moderado, está asociado con problemas de salud, así como con problemas sociales como la “discriminación hacia los obesos” y el “aislamiento”. Entre los jóvenes, esta asociación tiende a ser menos fuerte.
La mayoría de las personas con sobrepeso encuentran útil pedir ayuda a otras personas para perder peso. De hecho, el 47% considera de gran ayuda “acudir a un profesional para obtener un plan de dieta”, mientras que un 36% prefiere “contratar a un entrenador personal”.
Por otro lado, los métodos quirúrgicos para perder peso son más considerados que el balón gástrico ingerible (12% frente a 7%). Se considera que los efectos secundarios genéricos del balón gástrico ingerible son más elevados que los de la cirugía cosmética o la bariátrica.
Las y los encuestados también creen que el balón gástrico puede causar más problemas que los otros dos métodos, tanto en lo que respecta al dolor de estómago como a los problemas de digestión.
El Dr. Escalona hace hincapié en que existen diversas alternativas en nuestro país de programas integrales para bajar de peso.
“En Chile hoy también contamos con un programa integral de vida saludable que se inicia en las primeras consultas con un grupo multidisciplinario, donde se evalúa al paciente para la implantación de un novedoso balón gástrico ingerible, que se ubica en el estómago y es el inicio para quienes deseen un cambio en su vida sostenido en el tiempo”, sostiene.
El programa incluye el balón gástrico ingerible, que se implanta sin ningún tipo de sedación y ambulatoriamente, sumado a herramientas digitales de seguimiento continuo; una app, una balanza inteligente, un Health Tracker (rastreador de salud) además de un abordaje 360° y una asistencia multidisciplinaria, que es el inicio para quienes deseen un cambio sostenido en el tiempo.
Eso sí, el especialista destaca que “el balón gástrico ingerible es parte de un programa totalmente ambulatorio que requiere una gran condición: cambiar los hábitos”.
Esta alternativa lleva a un plan integral de vida saludable que permite adelgazar en promedio entre el 10 y el 15 por ciento del peso corporal en solo 6 meses. En el mundo, ya se han colocado más de 100 mil balones y solo en Chile, la cifra alcanza a 8 mil, sin necesidad de pasar por un quirófano. ¿La novedad? Es un procedimiento ambulatorio que además produce sensación de saciedad.
“El balón, que ocupa gran parte de la luz del estómago con el objetivo de brindar saciedad para reducir el apetito mientras el paciente se reeduca y adquiere nuevos hábitos de alimentación saludable, está dirigido a personas que tienen sobrepeso u obesidad, con un índice de masa corporal (IMC) ≥ 27”, afirma el especialista.
El dispositivo se coloca en el estómago del paciente en una simple visita de 20 minutos al médico, para producir la sensación de saciedad y es el inicio para quienes deseen un cambio en su vida sostenido en el tiempo. “El balón se elimina en forma natural a los 4 meses”, detalla especialista.
El programa mejora la calidad de vida media en todos los aspectos, reduciendo el Síndrome Metabólico y el Riesgo Cardiovascular.
