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El riesgo del fentanilo: su potencia es 100 veces mayor que la morfina y 50 veces que la heroína Salud

El riesgo del fentanilo: su potencia es 100 veces mayor que la morfina y 50 veces que la heroína

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Esta droga desarrollada para el manejo del dolor y como anestesia para cirugías, ha sido utilizada en los últimos años de modo ilegal, generando graves problemas de salud pública en países como Estados Unidos. Esta sustancia genera dependencia física y psicológica, adicción e intoxicaciones.


Durante la tarde del viernes 28 de octubre, fue detenido un pasajero argentino con tres frascos de Fentanilo luego de una fiscalización realizada por el Servicio Nacional de Aduanas. Luego otra mujer fue encontrada en Coronel, en la Región del Biobío.

El fentanilo es un opioide sintético de alta potencia que se diseñó como una opción terapéutica para apoyo de los procedimientos de anestesia durante cirugías mayores, así como el manejo del dolor severo, principalmente de tipo postoperatorio o en algunos casos de ciertos pacientes terminales que cursan con dolor muy intenso. Sin embargo, en los últimos años su consumo derivó en problemas de adicción en países como Estados Unidos.

El riesgo de los opioides

Según explicó el máster internacional en toxicología y químico farmacéutico Luis González, docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Magallanes, “el peligro de los opioides a modo general radica en que dan lugar a un fenómeno llamado tolerancia, el que en resumidas cuentas activa una serie de mecanismos fisiológicos que frente al consumo reiterativo van obligando al paciente a ir elevando progresivamente las dosis que consumen para lograr los mismos efectos previos”.

“Los opioides exógenos, como es el caso del fentanilo, van a dar lugar a estos mismos efectos, ya que actúan sobre esos mismos receptores. Y para dar una referencia, la potencia global del fentanilo es aproximadamente 100 veces mayor que la morfina y 50 veces mayor que la heroína”, agrega.

Nuestro organismo naturalmente es capaz de producir opioides endógenos, como es el caso de las endorfinas, que entre variadas funciones pueden producir alivio del dolor y generar sensación de bienestar o sensaciones placenteras.

“Pero con el fentanilo estamos ante una droga que se asocia a efectos placenteros que van a poder favorecer un uso recreativo y para los que el individuo debe consumir cada vez más para mantener los mismos efectos”, detalla González.

El especialista añade que este consumo “eventualmente conlleva a la dependencia física y psicológica, más un consumo problemático de altas dosis que pueden llevar a una intoxicación aguda, no solo por el fármaco en sí, sino que porque habitualmente los traficantes mezclan el fentanilo con otras drogas o lo usan como un aditivo en otras drogas complejas, haciendo más complicado el abordaje clínico de una intoxicación, ya que la presencia de múltiples sustancias hace más complejo el diagnóstico y por consiguiente el mismo tratamiento”.

Efectos del fentanilo 

El fentanilo  se ha hecho conocido en varias partes del mundo bajo el nombre de droga “zombie”. Según el toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, Fernando Torres, su abuso puede causar consecuencias graves, incluyendo la adicción y muerte por sobredosis.  

Por tanto, su uso fuera del ámbito médico es ilegal y altamente peligroso. Muchas veces se comercializa en el mercado ilícito en formato inyectable producto de robos a laboratorios fabricantes, pero también se encuentra disponible en el mercado de drogas en diferentes formas, como líquido o polvo.

“El fentanilo en polvo tiene la apariencia de muchas otras drogas. Con frecuencia se mezcla con drogas como heroína, cocaína y metanfetamina, y se les da la forma de pastillas que se parecen a otros opioides recetados. Las drogas con fentanilo son extremadamente peligrosas y es posible que muchas personas no sepan que sus drogas lo contienen”, advierte el especialista.  

Entre los síntomas y efectos que puede provocar el fentanilo en nuestro organismo, Torres detalla: 

  • Pupilas pequeñas (miosis), contraídas, como de punta de alfiler 
  • Euforia: Puede causar una sensación de euforia o bienestar en algunas personas, lo que aumenta el riesgo de abuso. 
  • Somnolencia: Causa sedación y somnolencia, lo que puede ser útil en situaciones de dolor intenso, pero también puede ser un efecto secundario no deseado, ya que la persona puede perder el conocimiento, sufriendo además cualquier tipo de accidentes y traumatismos. También es frecuente observar que los músculos del cuerpo se pongan flácidos. 
  • Depresión respiratoria: Uno de los efectos secundarios más peligrosos, puede llevar a que un sujeto sea conectado a ventilador mecánico e incluso la muerte si se toma en dosis elevadas. 
  • Tolerancia y dependencia: la tolerancia significa que el sujeto que lo consume requiere dosis más altas para obtener el mismo efecto y la dependencia, significa que el afectado necesita de él de manera permanente, y si no lo usa, aparecen síntomas de abstinencia. 
  • Otros efectos que permiten reconocer su uso e intoxicación: Sonidos guturales del tipo atragantamiento, piel fría y sudorosa, manchas azuladas en la piel, labios y uñas; mandíbula, pecho o torso duro o rígido; latidos cardiacos lentos o irregulares, convulsiones y espasmos musculares. 
  • Riesgo de sobredosis: El fentanilo es extremadamente potente, y el uso indebido o la combinación con otras sustancias puede aumentar significativamente el riesgo de sobredosis lo que podría causar efectos severos para la salud, incluso la muerte. 

El toxicólogo señala que, en caso de observar a una persona bajo los efectos del fentanilo, es necesario contenerlo emocionalmente, controlar signos vitales, acostarlo con la cabeza hacia el costado, no provocar el vómito, abrigarlo si su piel está fría, no administrar alimentos ni líquidos y trasladarlo de inmediato a un servicio de urgencias.

En Chile, este tipo de medicamentos es considerado un estupefaciente, de uso intrahospitalario y se dispensa con receta cheque, emitida solo por médicos habilitados para ello, “es utilizado como un potente analgésico para tratar el dolor severo, ya que actúa sobre los receptores opioides en el cerebro y la médula espinal, lo que reduce la percepción del dolor”, explica Torres.  

Del uso clinico a abuso de la droga 

Si bien el fentanilo es un medicamento que tiene un uso clínico, que ya data de varias décadas, químico farmacéutico Luis González acota que la problemática reciente radica en que las formas de administración se han ido diversificando en el tiempo, popularizándose otros mecanismos de administración aparte de los clásicos inyectables, lo que complica las medidas de control y detección vigentes, a la vez que amplía el número potencial de consumidores.

“Como droga de abuso, esta sustancia ha ido ganando terreno particularmente rápido en los últimos años y en ningún país existe claridad absoluta de cómo controlar eficientemente la problemática, sin embargo, como en todo lo relativo a abuso de sustancias, se requiere que a nivel general se desarrolle una adecuación más efectiva al respecto, tanto para evitar el consumo abusivo como accidental. Por otro lado, es importante invertir en optimizar y actualizar los métodos de control y detección, junto con un respaldo legislativo que realmente amedrente al narcotráfico y lo vuelva un negocio cada vez menos rentable”, explica.

Desde el punto de vista sanitario, detalla que “los opioides sintéticos, entre los que ya claramente incluimos el fentanilo, hoy están dentro de las drogas que más frecuentemente se asocian a fallecimientos por sobredosis en varios países desarrollados, como es el caso de Estados Unidos, que por cierto tiene un historial de problemas de salud pública por consumo irregular de opioides, tanto terapéuticos como drogas de abuso, respectivamente la morfina, la codeína o la heroína, por ejemplo, y que es un tema que afortunadamente no ha llegado con tal intensidad a nuestro país”.

Y subraya que si bien Chile hasta el momento no ha experimentado una realidad similar vinculada a los opioides, y los casos de abusos de droga están más asociados a sustancias más accesibles o fáciles de usar para el consumidor, como es el caso del alcohol, la cocaína y, algunos solventes, “el hecho de que se insertan nuevas drogas siempre es preocupante desde la perspectiva sanitaria, ya que va a ser necesario tomarla en cuenta a la hora de hacer frente a las intoxicaciones a nivel de emergencias, los cuidados clínicos, optimizar los métodos de análisis desde el punto de vista forense incluso”.

Además, indica que entre las medidas “se debe considerar cambios en el acceso, la comercialización, el resguardo de estos elementos, así como ir evaluando medidas que permitan prevenir las adicciones y facilitar su rehabilitación. En ese sentido, es importante que la autoridad sanitaria y, bueno, la autoridad a modo general establezca planes de control lo antes posible y nunca esperar a llegar a un punto de descontrol como el que tienen otras naciones, como el caso de que acabamos de mencionar para Estados Unidos”.

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