Un estudio señala que una proteína permite detectar la enfermedad con un 95% de efectividad, lo que eliminaría procedimientos más invasivos y costosos para los pacientes.
Un estudio publicado este martes (23.01.2024) por la revista JAMA Neurology señala que es posible diagnosticar la enfermedad del Alzheimer con una precisión de alrededor del 95 por ciento por medio de análisis de sangre, un hallazgo que podría abaratar los costos en la detección de este mal, así como evitar procedimientos más dolorosos a los pacientes.
Esta investigación, orientada a encontrar biomarcadores en sangre que permitan hacer el diagnóstico de forma menos invasiva, confirma que la proteína TAU fosforilada 217 (p-tau217) muestra una alta precisión para identificar la patología, comparable a los biomarcadores de líquido cefalorraquídeo, y es particularmente efectivo en la detección de cambios longitudinales, incluso en etapas preclínicas de la enfermedad.
Hace unos años, la única posibilidad de detectar esta enfermedad neurodegenerativa era el estudio ‘post mortem’ del cerebro, hasta que se hallaron biomarcadores que permiten identificarla mediante el análisis del líquido cefalorraquídeo, que rodea al cerebro y la médula espinal para protegerlos de golpes o impactos.
El investigador del Grupo de Neurobiología de las demencias en el Institut de Recerca y responsable de la plataforma de biomarcadores de la Unidad de Memoria del Hospital de Sant Pau (Barcelona), doctor Daniel Alcolea, aseguró que “de todos los biomarcadores que se están estudiando actualmente, este es el que ha dado mejores resultados”.
Además, esta nueva técnica podría reducir en un 80 por ciento la necesidad de pruebas adicionales necesarias para confirmar el diagnóstico.
El estudio se basa en muestras de 786 pacientes con una media de edad de 66,3 años analizadas en Suecia. Anteriormente, entre 2019 y 2021, la Unidad Alzheimer del hospital Clínic de Barcelona realizó estudios centrados en la proteína tau fosforilada (ptau181) y los neurofilamentos (NfL), también buscando una manera de detectar el Alzheimer a través de la sangre. El ensayo más reciente, sin embargo, parece tener mejores perspectivas.