Estudio da cuenta que a más de la mitad de la población en Chile le genera ansiedad los niveles de conciencia que puede alcanzar la IA.
La inteligencia artificial (IA) ha emergido como una herramienta poderosa en el abordaje de distintas problemáticas del día a día y en diferentes áreas de la vida, como en lo personal, el trabajo, etc.
Sin embargo, a pesar de ser una herramienta útil, también tiene repercusiones negativas, una de ellas es la ansiedad que genera en las personas, respecto a cuáles son los niveles que puede alcanzar y reemplazar a las personas.
En este contexto, Corpa Estudios de Mercado en conjunto con la Universidad de Los Andes, llevó a cabo el estudio, “Ansiedad ante la Inteligencia Artificial”, donde se encuestó a más de mil personas con el apoyo de la empresa Offerwise y Tester.
Entre los resultados que se destaca, está que a más de la mitad de la población (57%) en Chile le genera ansiedad o incertidumbre saber cuáles pueden ser los niveles de conciencia que puede alcanzar la Inteligencia Artificial.
Otro punto que genera ansiedad en las personas (60%) es qué tan difícil es identificar información o contenido creado con esta herramienta. Por último, una de las mayores preocupaciones frente a estas disyuntivas es ser reemplazado en el trabajo por la IA.
Existe un antes y un después de noviembre de 2022 y el lanzamiento de ChatGPT, la interfaz de la Inteligencia Artificial generativa que es capaz de responder de forma documentada a todo tipo de consultas, lo que responde a una oportunidad y necesidad de suplir diversas competencias o profesiones originalmente llevadas a cabo por personas, permitiendo así su ejercicio mediante un enfoque más avanzado y automatizado.
Según Cristian Rodríguez, profesor asistente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Los Andes, la ansiedad frente a la IA, “se basa en una comprensión errónea de la autonomía. Un sistema autónomo usualmente se refiere a una entidad que no requiere de inputs o instrucciones de manera constante, mientras que la autonomía en términos personales implica la posibilidad de elegir los propios objetivos y los medios para alcanzarlos. En ese sentido, nunca una IA va a tener un objetivo propio, va a estar siempre determinada por su programación inicial”, explicó.
Una de las principales recomendaciones del experto es conocer bien cómo funcionan los procesos, las nuevas herramientas, para así ser conscientes de los cambios o modificaciones que pueden implicar en la vida de las personas.
“La opacidad de los procesos siempre puede ser fuente de ansiedad. Es recomendable que al introducir nuevas tecnologías basadas en IA, se pueda explicar qué es lo que está haciendo la máquina y mostrar de manera clara cómo lo que ella hace está en directa relación con la información que le introducimos”, dijo Rodríguez.
Además, la edad también es un factor relevante, “quienes son mayores muestran más inquietudes asociadas a estas tecnologías, lo que hace bastante sentido considerando que son desarrollos recientes y distintos, generando una serie de dinámicas personales y sociales muy distintas a las que han vivido”, explicó el experto.