Salud
El 30 de marzo fue la fecha elegida por ser el natalicio de Vincent Van Gogh quien fue diagnosticado póstumamente con este trastorno.
El 30 de marzo marca el Día Mundial del Trastorno Bipolar, un momento para reflexionar sobre esta compleja condición mental que se estima que entre un 2% a un 3% de la población mundial lo padece, lo que sería aproximadamente medio millón de chilenos según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde episodios de euforia y energía desbordante (manía o hipomanía) hasta períodos de profunda tristeza y desesperación (depresión). Estos cambios pueden interferir significativamente con la vida diaria de una persona, afectando sus relaciones, trabajo y bienestar general.
“Es fundamental desmitificar el trastorno bipolar y ofrecer un ambiente de apoyo para quienes lo padecen. La comprensión y la empatía son fundamentales para ayudar a las personas afectadas a manejar sus síntomas y buscar tratamiento adecuado”, enfatiza Susana Romero, psicóloga clínica de Grupo Cetep.
Los síntomas del trastorno bipolar pueden variar ampliamente entre individuos y pueden ser difíciles de diagnosticar. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para ayudar a las personas a manejar su condición y llevar una vida plena y significativa.
“Es importante que las personas sepan que no están solas y que hay recursos y ayuda disponibles para ellos. Los familiares y seres cercanos desempeñan un rol clave en el apoyo a las personas afectadas por este trastorno. Además de la educación, tratamientos, la empatía y la paciencia son esenciales para la lucha contra esta enfermedad, es importante que las personas afectadas se sientan comprendidas y respaldadas en su camino hacia la recuperación”, señala Susana Romero.
El tratamiento del trastorno bipolar puede incluir una combinación de medicamentos, terapia psicológica y cambios en el estilo de vida. Y la psicóloga es tajante en destacar que “cada persona es única, por lo que es fundamental encontrar un plan de tratamiento personalizado que se adapte a sus necesidades individuales para ayudar a cada paciente a llevar vidas plenas y significativas”, concluyó.
