En Chile, la Pregabalina es un medicamento controlado y se utiliza principalmente para tratar el dolor neuropático, así como para trastornos de ansiedad.
Pero ¿qué es exactamente este fármaco? ¿Existe un potencial de peligro asociado con la Pregabalina? ¿En qué caso se receta? Son algunas de las inquietudes que de inmediato surgen en torno a este fármaco anticonvulsivante aprobado por la FDA en el año 2004.
Según explica Daniela Guzmán Rivera, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, “la Pregabalina es un medicamento que perteneciente a la familia de los gabapentinoides, sus efectos consisten en bloquear o inhibir ciertas señales nerviosas en el cerebro y en el sistema nervioso periférico, lo que ayuda a reducir el dolor y a controlar las convulsiones”, detalla.
La Pregabalina se receta comúnmente para tratar diversas afecciones, incluyendo el dolor neuropático (causado por daño o disfunción en el sistema nervioso) como el provocado por la neuropatía diabética, las lesiones en la columna vertebral, la neuralgia postherpética (dolor persistente después de un episodio de herpes zóster), la fibromialgia, la neuralgia del trigémino. También se utiliza en el tratamiento de la epilepsia, trastornos de ansiedad generalizada y el síndrome de piernas inquietas.
Respecto a la publicación del medio británico “The Sunday Times” sobre el aumento de muertes relacionadas con este medicamento, la química farmacéutica y docente de Unidad de Farmacología confirma su peligro potencial. “Esto puede deberse a una serie de factores, incluida la posibilidad de sobredosis, efectos secundarios graves o interacciones con otros medicamentos o sustancias. Además, según la evaluación de la FDA en el año 2020, se ha observado un aumento en la prescripción de Pregabalina en los últimos años, así como también un preocupante uso indebido y abuso”, explica.
Según detalla la académica, “la Pregabalina suele combinarse con otros depresores del sistema nervioso central (SNC), lo que aumenta el riesgo de depresión respiratoria. Estos depresores del SNC incluyen opioides, medicamentos ansiolíticos, antidepresivos y antihistamínicos. Asimismo, es importante tener en cuenta el riesgo de dificultad respiratoria en pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y adultos mayores, ya que los mareos o la sedación pueden aumentar el riesgo de caídas y fracturas.
Tal cómo menciona la experta, el fármaco tiene una serie de efectos secundarios. Entre los más comunes de la Pregabalina incluyen dolores de cabeza, mareos, diarrea, somnolencia, sequedad bucal, aumento de peso y visión borrosa. Sin embargo, también pueden ocurrir efectos secundarios más graves, como problemas de memoria, cambios en el estado de ánimo, pensamientos suicidas, hinchazón de manos y pies, y problemas respiratorios.
Asimismo, la académica sostiene que “se ha informado que la Pregabalina puede causar dependencia física y psicológica, aunque se clasifica como un medicamento con bajo potencial de abuso. La interrupción repentina del medicamento puede provocar síntomas de abstinencia, como ansiedad, insomnio, náuseas, dolor de cabeza, sudoración y temblores. Por lo tanto, es importante reducir la dosis de manera gradual bajo la supervisión de un médico si se desea dejar de tomar este medicamento”.
En Chile, la Pregabalina es un medicamento controlado y se utiliza principalmente para tratar el dolor neuropático, así como para trastornos de ansiedad. Se prescribe bajo la supervisión de un médico y se adquiere en farmacias mediante una receta médica válida.
“Hasta el momento, no se han proporcionado informes sobre posibles riesgos asociados, como efectos secundarios graves o potencial de abuso, por parte del ISP y el Ministerio de Salud”, subraya Daniela Guzmán.
Sin embargo, agrega que “basándonos en datos de otros países, se identifican ciertos factores de riesgo para el uso indebido de la Pregabalina. Estos incluyen el historial de uso de opioides (como el tramadol), género masculino, edad joven (entre 18 y 45 años), presencia de enfermedades crónicas, dolor crónico y trastornos psiquiátricos”.
Asimismo, la químico farmacéutica advierte que “se han observado también casos de automedicación con fines ansiolíticos o analgésicos. Dada la disponibilidad de fármacos en lugares no autorizados en nuestro país, y el riesgo potencial de automedicación, es crucial educar a los pacientes sobre el uso adecuado del medicamento. Esto implica informarles sobre los posibles efectos adversos, los riesgos asociados, incluida la dependencia física y psicológica, y los peligros de combinar la Pregabalina con otros medicamentos o sustancias”.