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¿Qué relación existe entre la vitamina D y la salud mental? Opinión

¿Qué relación existe entre la vitamina D y la salud mental?

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María Belén Urtubey
Por : María Belén Urtubey Máster Psicología y Psicopatología de la Nutrición Magister Psicología Positiva en Bienestar Nutricionista All Nutrition
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Esta vitamina se sintetiza en la piel mediante la exposición a la luz solar y regula una variedad de procesos en nuestro organismo, incluido el equilibrio de neurotransmisores asociados con el estado de ánimo.


Una de cada tres personas que vienen a mi consulta tienen síntomas relacionados a un trastorno de ansiedad o depresión ¿por qué sucede esto? Entendiendo que existen múltiples factores alimentarios y biopsicosociales, hay una que está directamente relacionada con la calidad alimentaria (alimentación alta en grasas saturadas y baja en fibra) y al consumo de diferentes tipos de
nutrientes: el déficit de vitamina D. Pues entre otras cosas, regula funciones celulares del organismo para absorber calcio y la nueva evidencia científica muestra como se está relacionando con la salud mental de las personas.

Cabe destacar que la última Encuesta Nacional de Salud reveló que el 84% de la población del país tiene déficit de este importante nutriente, esta vitamina, que ayuda a los seres humanos a crecer y funcionar en el día a día, desempeña un papel crucial en nuestro bienestar físico y mental. Esta vitamina se sintetiza en la piel mediante la exposición a la luz solar y regula una variedad de procesos en nuestro organismo, incluido el equilibrio de neurotransmisores asociados con el estado de ánimo. Podemos decir que, es un nutriente vital para la salud, ayudando en la absorción de calcio y prevenir a diversas infecciones y problemas a los huesos.

En el caso de las mujeres en edad fértil (menores de 50 años), el estudio mostró que el 16% posee un déficit severo, mientras que en la población de adultos mayores los casos severos son más frecuentes, alcanzando al 21,5% de las personas examinadas. Cabe destacar que estos datos son importantes, debido a que cuando los niveles de vitamina D disminuyen, como ha ocurrido con miles de personas, también aumenta la vulnerabilidad de padecer trastornos mentales como la ansiedad y la depresión; y crisis de pánico entre otros.

Esta problemática plantea una pregunta importante: ¿cómo podemos promover la mejora de calidad alimentaria, salud mental y el bienestar en un contexto donde la presencia (o no) de esta vitamina en el organismo cumple un rol tan relevante? Una de las respuestas podría radicar en comprender la importancia de adoptar un enfoque integral sobre la salud y el bienestar; comprendiendo que la alimentación juega un rol fundamental en los estados anímicos y conducta de las personas ¿Cómo
no llegar a esos niveles de déficit y generar buena educación alimentaria y salud mental desde la temprana edad?

Para eso es fundamental entender que en los distintos sectores de la sociedad; desde tomadores decisiones, academia y sociedad civil, que el bienestar no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino su forma de prevención y el potenciar un estado de equilibrio físico, mental y emocional.

Esto implica cultivar la práctica de hábitos saludables, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular, una exposición consciente al sol cuando sea posible. También implica estar atentos a las señales que nuestro cuerpo nos envía y buscar ayuda profesional del área de la salud cuando sea necesario.

Hay que asegurar una exposición adecuada al sol (con protección solar) y una alimentación balanceada que incluya alimentos ricos en vitamina D y calcio. Si es necesario, ante la falta de este indispensable nutriente, la suplementación puede ser una herramienta muy importante y valiosa para trabajar la sintomatología asociada a la depresión y ansiedad para así mantener los niveles óptimos de vitamina D, lo que fortalece nuestro sistema inmunológico y la capacidad de nuestro organismo para combatir diferentes enfermedades.

Al cuidar nuestro bienestar y realizar prácticas de autocuidado de una manera integral, estamos a la vez cuidando a nuestro entorno y fomentando practicas asociadas potenciar el bienestar en común; potenciando en construir una sociedad más fuerte y resiliente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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