Especialista explica cómo reconocer este subtipo de depresión y la importancia de un diagnóstico oportuno.
¿Te sientes más fatigado? ¿Notas un aumento de peso durante el invierno? ¿Experimentas una sensación de tristeza más pronunciada que en otras épocas del año? Estos síntomas son comunes para muchas personas y podrían indicar la presencia del Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión que se manifiesta durante el invierno y se repite anualmente en la misma época.
Jaime Solis G, profesor del departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que se trata de un subtipo de depresión, que está directamente relacionado con la intensidad y la cantidad de luz a la que estamos expuestos. “Reconocer los síntomas es importante para poder dar el diagnóstico y tratamiento apropiado. En los casos en los que se presenta un ánimo persistentemente malo, disfruta menos de lo que antes se disfrutaba, existe dificultad para partir las actividades en las mañanas, hay trastornos en el sueño y del apetito, baja en los niveles de energía, cambios importantes en el peso, tristeza y disminución de la autoestima, se deben encender las alarmas”, precisa.
Cuando el paciente no tiene el tratamiento apropiado estos síntomas permanecen en el tiempo, y a su vez, generan un grado de disfunción en las actividades cotidianas, tanto en el ámbito académico, laboral o personal, por lo que es necesario acudir a un especialista de salud mental.
“Para comprender las causas hay que entender que al ser un tipo de cuadro depresivo valen los mismos criterios que usamos cuando hablamos en general de la depresión. Hay casos en que existen también algunos elementos genéticos que aumentan la probabilidad de que una persona tenga depresión”, agrega.
El especialista añade que “también es muy importante considerar el antecedente de cuadros depresivos previos, ya que en la medida en que una persona ha tenido varias veces depresión es más probable que pueda volver a tenerla. Las tasas de recaída son bastante altas, una persona que se deprime una vez en la vida tiene al menos una probabilidad del 50% de volver a tener depresión en algún otro momento de su vida y aumenta esta probabilidad en un 70% si ocurre que la persona tenga depresión dos veces”.
Para que esto no sea así y los episodios depresivos no se repitan es importante recibir el diagnóstico a tiempo y, en consecuencia, el tratamiento con los medicamentos apropiados, “de esta forma se reducen y controlan episodios depresivos en los pacientes, quienes sin el debido tratamiento. podría implicar un deterioro de la sintomatología y, por ende, un gran impacto en la capacidad en sus distintos roles y en la calidad de vida ”, concluye el experto.