Ante la llegada de invierno se utilizan diferentes métodos para calefaccionar el hogar. Sin embargo, siempre hay que estar atentos a la contaminación que estos aparatos pueden producir, ya que pueden impactar en nuestra salud.
Ante la llegada de las lluvias y la baja temperatura, la calefacción en el hogar es fundamental. Sin embargo, son muchas las personas que tienen que utilizar artefactos altamente contaminantes.
En esta época, se produce un mayor número de personas intoxicadas con monóxido de carbono, debido a un mal manejo en la calefacción intradomiciliaria.
Según explica el toxicólogo Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, se puede producir cefalea, irritabilidad, disminución de la capacidad intelectual y fatiga. “El monóxido de carbono es un agente nocivo que produce una de las intoxicaciones más frecuentes durante el invierno en nuestro país. Distintas fuentes producen este tóxico como calefones o cocinas en mal estado, braseros, estufas a parafina o gas, quema de leña, incendios, obstrucción de los sistemas de evacuación de gases y contaminación ambiental”, dice el experto.
Este tipo de intoxicación puede afectar a uno o más miembros de un grupo familiar. El monóxido de carbono se origina por combustión incompleta de la materia orgánica: papel, madera, combustibles, aceites, etc. “Es un gas incoloro, inodoro, insípido, menos denso que el aire y tiene una afinidad 200 veces más por la hemoglobina que el oxígeno”, detalla el químico farmacéutico.
“El monóxido de carbono ingresa por la vía respiratoria, compitiendo por el oxígeno del aire que respiramos, uniéndose a la hemoglobina y formando carboxihemoglobina. Esta no tiene capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del organismo, sufriendo estos daños por falta de oxigenación”, subraya Torres.
Una persona intoxicada con monóxido de carbono puede manifestar síntomas como cefalea, irritabilidad, disminución de la capacidad intelectual, fatiga, náuseas, vómitos, confusión, taquicardia, compromiso de conciencia, y en casos severos convulsiones y paro respiratorio. En lactantes y recién nacidos se presenta apnea e hipotermia.
En caso de que una persona esté expuesta a monóxido de carbono o encontrarlo con los síntomas descritos, “es necesario retirarlo de inmediato del lugar, teniendo presente que la persona que rescata debe tomar todas las precauciones para no verse afectada también. Se debe ventilar la habitación”, recomienda el académico.
Finalmente, el profesional advierte que es necesario abrigar al paciente, ventilarlo e hidratarlo. “Si es necesario se debe trasladar de inmediato a un centro asistencial para que administren oxígeno, lo hidraten por vía endovenosa y traten las convulsiones y/o alteraciones cardiacas”, concluye.