Nuestros progenitores juegan un papel clave para la integración del núcleo familiar. Sin embargo, con el paso del tiempo son los hijos quienes deben tomar un rol más activo en la comunicación y el cuidado de sus padres, especialmente si estos experimentan algún problema de salud.
Se vuelve muy importante recalcar la importancia de la comunicación y la comprensión dentro de la familia. Y es que los problemas relacionados con la disminución auditiva son mucho más comunes de lo que se podría pensar y cada vez comienzan a más temprana edad. De hecho, según datos del Ministerio de Salud, en Chile, más de 1 millón de personas padecen problemas en su audición.
Gloria Sanguinetti, fonoaudióloga de GAES Chile, advierte que “muchas mujeres que padecen pérdida auditiva, comienzan a depender en algún grado de sus hijos, por ejemplo, para hacer trámites, compras o actividades cotidianas, siendo ellos quienes pasan a ser literalmente sus oídos”.
En ese sentido, la familia juega un rol fundamental para el bienestar de la persona que vive con problemas auditivos: “La comunicación no solo implica expresar palabras, sino también escuchar con empatía y comprensión, proporcionando un ambiente seguro y de confianza. Por lo mismo, debemos estar alertas a los cambios en su comportamiento social, ya que de no ser tratada la disminución auditiva puede tener un impacto significativo en su vida cotidiana”.
Es importante que los hijos y el entorno cercano esté atento a algunos posibles síntomas, como la dificultad para seguir conversaciones, la sensación de estar sin equilibrio y problemas para diferenciar sonidos agudos entre sí:
“Si notamos que nuestros padres tienen dificultades para seguir conversaciones en entornos ruidosos o durante reuniones familiares, podría ser un signo de pérdida auditiva. Si observamos que tienden a aumentar el volumen de la televisión o la radio a niveles más altos de lo habitual o hacen preguntas frecuentes sobre lo que se ha dicho. Si vemos dificultad para escuchar sonidos de alta frecuencia como el timbre del teléfono o el canto de los pájaros, debemos considerar consultar a un especialista ”, agregan desde GAES.
La disminución auditiva puede llevar a nuestros padres a retirarse de actividades sociales o a evitar situaciones en las que tengan que participar de manera activa. ¿Cómo podemos anticiparnos a esta situación? Sanguinetti asegura que los chequeos preventivos y el uso de aparatos auditivos son clave.
“Se sabe con certeza que el uso de audífonos conlleva múltiples beneficios para mejorar nuestra calidad de vida. Los audífonos nos permiten participar plenamente en conversaciones, disfrutar de actividades sociales y mantener una conexión más estrecha con nuestros seres queridos. Esto también puede contribuir a una mayor independencia, autoestima y bienestar emocional. Además, son muy relevantes para prevenir la progresión de la pérdida auditiva de la persona, permitiendo ahorrar en costos de intervenciones y diagnósticos futuros”, concluye.
La especialista de GAES además agrega que los audífonos o auxiliares auditivos son una opción no invasiva, de bajo riesgo, eficaz y la más utilizada para rehabilitar la pérdida auditiva. “Son un instrumento que puede ayudar a reducir deficiencias en la escucha de una persona de manera muy específica, adaptándose a las necesidades auditivas individuales de cada uno”.