Secar las manos con toallas de papel de un solo uso que preferiblemente estén contenidas en dispensadores con sistemas de autocorte para evitar el contacto con los productos, es uno de los tips.
El lavado de manos es una práctica crucial para cuidar la salud, pues este es el órgano que explora, está en contacto permanente con objetos, las personas y el mundo, exponiéndose a infinidad de virus, bacterias y otros patógenos peligrosos que ponen en peligro la salud de las personas.
Pese a que universalmente vivimos una pandemia que dimensionó la importancia de esta práctica, es frecuente encontrar malos hábitos del lavado de manos, como el uso únicamente de agua, una duración menor a 10 segundos, no retirar el exceso de jabón, y hacer uso de secadores de aire.
Estas incorrectas prácticas aumentan el riesgo de contraer infecciones y enfermedades, como la Influenza A que actualmente mantiene al país en alerta sanitaria, ya que ha llevado al fallecimiento de cinco personas y al contagio de 1.475 casos.
En ese contexto, es importante identificar lugares de alto riesgo de contagio y que tienen una alta concurrencia de personas como restaurantes, cafeterías, cines, escuelas y universidades, pues al estar allí la correcta higiene de manos debe realizarse con mayor frecuencia.
Para evitar lo anterior, Tork entrega los momentos claves a identificar para realizar el lavado de manos: cuando estén visualmente sucias, antes y después de salir del baño, antes de cocinar y comer, después de tener contacto con dinero, basura, mascotas, o de estornudar en la mano.
Lavado de manos con agua y jabón:
Se debe realizar el procedimiento en lavamanos con grifería que preferiblemente tenga sensores o pedales para evitar el contacto, y asegurarse que el agua no está contaminada.
Adicionalmente, usar jabón líquido antiséptico con dispensadores de botellas de un solo uso, de tal modo que no permita re envasar los productos.
Por último, secar las manos con toallas de papel de un solo uso que preferiblemente estén contenidas en dispensadores con sistemas de autocorte para evitar el contacto con los productos. En casa pueden ser usadas toallas de tela que se laven frecuentemente y que tengan buen secado, pues la humedad prolifera las bacterias.
Francisco Salamé, director comercial de la compañía en el Cono Sur, destaca que el lavado de manos se debe realizar cada 2 o 3 horas para reducir el riesgo de contagio, más aún si se trata de niños y personas de la tercera edad que suelen ser los que presentan más muertes por enfermedades de esta índole, sin olvidar a la población vulnerable que se encuentran en áreas donde se presenta la pobreza y desnutrición.
Fricción de las manos con productos de base alcohólica:
Para esta práctica usar preparados de base alcohólica o alcohol glicerinado que tengan alcohol entre el 60 % y 70 %; y asegurarse de que los dispensadores sean de botellas de un solo uso y no permita que el producto sea re envasado.