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La información nutricional, un elemento clave para detectar un producto original de uno falsificado Opinión

La información nutricional, un elemento clave para detectar un producto original de uno falsificado

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Alicia Rodríguez Melis
Por : Alicia Rodríguez Melis Académica del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile
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La venta de leche falsificada viene a sumarse a otros productos alimenticios que han sido imitados, como chocolates y café, y que debido a sus similitudes a los productos originales pueden inducir a confusión a la población. Es fundamental informarse para lograr detectar las copias.


Recientemente, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha emitido una alerta sobre la presencia de leche Nido falsificada en el mercado, detectada tanto en ferias libres como en minimarkets de la Región Metropolitana. Este hallazgo, resultado de una investigación exhaustiva, revela un serio problema que puede comprometer la seguridad alimentaria de la población, especialmente de los niños, niñas y adolescentes y de quienes la consumen, lo que nos insta a ser más cautelosos al momento de realizar nuestras compras.

La leche es un alimento esencial en nuestra dieta diaria, no solamente para niños, niñas y adolescentes, ya que proporciona nutrientes importantes para su crecimiento y desarrollo, sino también en todas las etapas de la vida.

Sin embargo, la circulación de productos falsificados representa un riesgo significativo para nuestra salud. Por ello, es crucial saber cómo identificar productos genuinos de aquellos que puedan ser falsificaciones.

De acuerdo con el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA), la leche en polvo debe cumplir con estándares específicos, como un contenido máximo de humedad del 3,5% y otros criterios relacionados con la acidez y solubilidad. Además, cualquier leche en polvo que presente signos de descomposición o no cumpla con los requisitos generales debe ser considerada no apta para el consumo humano.

Al momento de adquirir leche y productos lácteos, es crucial prestar atención a diversas características específicas del empaque y etiquetado, código de barra y otros elementos que pueden ayudarnos a distinguir los productos genuinos de las falsificaciones. El etiquetado de la leche debe contener información esencial que garantice la autenticidad y seguridad del producto.

Algunos elementos que deben estar presentes en el etiquetado de la leche es el nombre del producto. Debe mostrar el logo o el nombre de la marca registrada, e indicar el contenido neto, es decir, la cantidad de producto en peso o volumen neto. Se debe indicar la lista de ingredientes, lo que permitirá a los consumidores conocer qué contiene el producto. También debe indicarse la fecha de vencimiento del producto para garantizar su frescura y seguridad alimentaria.

Asimismo, debe considerarse un código de barras único que identifique el producto y facilite su escaneo en el punto de venta y los cuales deben coincidir con los datos impresos en la etiqueta. Además, incluir el número de lote del producto, el cual puede ser útil para rastrear su origen en caso de dudas sobre su autenticidad de aquel en caso de problemas de calidad o seguridad.

Es importante revisar las instrucciones de almacenamiento y preparación donde pueden contemplarse instrucciones sobre cómo almacenar adecuadamente el producto y cómo prepararlo para su consumo. Es común que el etiquetado incluya una tabla con información nutricional, que detalla los valores de calorías, grasas, proteínas, carbohidratos y otros nutrientes por porción.

Algunos productos pueden llevar sellos de calidad o certificaciones que garantizan que cumplen con ciertos estándares de calidad o que han pasado por pruebas específicas. El embalaje debe estar sellado y sin alteraciones para asegurar de que esté cerrado correctamente y no presente signos de manipulación o alteración. Los productos lácteos deben estar protegidos del aire y la humedad para garantizar su frescura y seguridad.

Por último, es recomendable realizar nuestras compras en establecimientos autorizados y de confianza, como supermercados y tiendas reconocidas, evitando adquirir productos lácteos en lugares donde la autenticidad pueda ser cuestionada.

Es fundamental revisar detenidamente el etiquetado de la leche para garantizar que estamos adquiriendo un producto auténtico y seguro. Cualquier anomalía o falta de información en el etiquetado debe ser motivo de precaución y puede ser reportada a las autoridades competentes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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