Desenmascarando mitos: La verdad sobre los suplementos para bajar de peso y su etiquetado

La obesidad es uno de los desafíos más urgentes de salud pública en Chile. Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 39,8% de la población tiene sobrepeso, un 31,2% tiene obesidad y un 3,2% padece obesidad mórbida. Ante esta situación, muchas personas buscan nuevas y efectivas maneras de perder peso, incluidas opciones de suplementos y medicamentos.

Sin embargo, es crucial que estos productos sean elegidos con cuidado, asegurando que cuenten con certificaciones de calidad y seguridad para proteger la salud de los consumidores.

“Los tres aspectos clave con los que deben contar los productos de este tipo son, en primer lugar, estudios científicos de seguridad y eficacia. En segundo lugar, estar registrados bajo el sistema regulatorio que corresponda, ya que son utilizados generalmente por pacientes que poseen comorbilidades de enfermedades crónicas (Hipertensión, diabetes, etc)”, explica Constanza Carreño, químico farmacéutico y encargada de asuntos regulatorios de Laboratorio Nutrapharm.

“Por último, que estén fabricados en plantas certificadas, lo que a su vez asegura y garantiza los protocolos del proceso y la calidad de las materias primas, materiales, contaminaciones, etc.”, agrega.

Según un informe de Grand View Research, el mercado global de suplementos para la pérdida de peso se valoró en 29,96 mil millones de dólares en 2023 y se espera que alcance los 71,59 mil millones de dólares para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 13,7% de 2024 a 2030.

Información obligatoria en el etiquetado:

1. Lugar de fabricación: Es vital que el etiquetado indique el lugar de elaboración del producto. Si el lugar de fabricación es en Chile, debe incluir la resolución de la Seremi que autoriza su funcionamiento.
2. Composición detallada: El etiquetado debe listar los ingredientes en orden decreciente de predominio en la fórmula, lo cual permite a los consumidores consultar con su médico o investigar por su cuenta.
3. Certificaciones y seguridad: Los productos deben estar respaldados por estudios clínicos que certifiquen su seguridad y eficacia. También deben estar registrados bajo los sistemas regulatorios correspondientes y cumplir con estándares internacionales de calidad, como GMP (Buenas Prácticas de Manufactura) y HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control).

“La seguridad y la calidad de los productos para el control de peso deben ser una prioridad para los consumidores. La correcta información y las certificaciones adecuadas, garantizan que estos no solo sean eficaces, sino también seguros para su uso. Además, es fundamental que incluyan nutrientes esenciales que apoyen una dieta balanceada”, explica Chris Pefaur, nutricionista de Laboratorio Nutrapharm.

“Una nutrición adecuada no solo ayuda en la pérdida de peso, sino que también asegura que el cuerpo reciba las vitaminas y minerales necesarios para un funcionamiento óptimo. De esta manera, los consumidores pueden beneficiarse tanto del control de peso como de la mejora de su salud general, respaldados por productos que cumplen con altos estándares de calidad y seguridad”, asegura.