En esta fecha se busca establecer la sexualidad como un estado general de bienestar físico, mental y social, en todos los aspectos relacionados con la actividad sexual. Pero sobre todo, en una sexualidad informada y saludable que no atente contra la vida.
Desde el año 2010 se estableció el 4 de septiembre como una fecha para sensibilizar y promover la sexualidad como un aspecto esencial del ser humano y un elemento de la salud reproductiva que debe ser satisfactorio, saludable y sin riesgos para la población.
Por lo mismo, y dado que en las últimas décadas los contagios de VIH han aumentado en Chile, los especialistas recomiendan tener en consideración el último tratamiento en pastillas disponible tanto en el sector público como privado, para poder tener una vida sexual sana, responsable y cuidando la salud de toda la población.
La PrEP y la PEP son métodos para prevenir el VIH que consisten en tomar medicamentos a corto plazo para las personas que están en riesgo o estuvieron expuestas al virus. Son altamente eficaces reduciendo en más de un 90% el riesgo de contraer la enfermedad.
“La Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) y la Profilaxis Post-Exposición (PEP) son fundamentales en la prevención del VIH para quienes están en riesgo de adquirir el virus. La PrEP, administrada antes de la exposición, utiliza medicamentos como Tenofovir + Emtricitabina para prevenir la transmisión del VIH a través de relaciones sexuales. Por otro lado, la PEP es una medida de emergencia que emplea antirretrovirales después de una posible exposición al VIH”, explica el Dr. Pablo Herrera, inmunólogo de CLC.
Es importante aclarar, eso sí, que el uso de PrEP o PEP no protege contra la adquisición de otras infecciones de transmisión sexual como la gonorrea, la sífilis o el herpes genital, que es incurable. Además, la PrEP no es para todos. Antes de empezar a tomarla, se debe descartar que el paciente ya esté infectado con el virus.
“Decimos que es una eficaz pero ignorada estrategia porque, por ejemplo, el año 2020 apenas 254 personas en Chile accedieron a estos medicamentos. Luego de eso, la pandemia también jugó en contra de la difusión y recomendación de esta alternativa para el grupo de riesgo ”, aclara Alfonso Guzmán, doctor infectólogo de Clínica Las Condes.
Además de la importancia de prevenir y disfrutar de una sexualidad saludable, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad” e implica la posibilidad de ejercer una vida sexual plena, saludable, placentera, que esté de acuerdo a la propia orientación sexual e identidad de género, sin discriminación, sin riesgo para la salud, sin miedos ni violencia y con la posibilidad de acceder a información sobre cómo cuidarse y conocer el propio cuerpo.