Conoce los factores que determinan cuándo es conveniente la telemedicina y la consulta presencial, y escoge la mejor según tus necesidades.
La telemedicina es una práctica que llegó para quedarse, ya que es una gran alternativa de atención médica, sin embargo, la consulta presencial no va a desaparecer. Debes saber que estas dos modalidades no compiten entre sí, sino que cada una es conveniente
Es fundamental analizar cuándo es apropiado elegir una opción u otra, para que la próxima vez que necesites atenderte, tengas una perspectiva más clara y tu experiencia sea cómoda.
Estas son dos modalidades con grandes beneficios. ¿Cómo escoger la correcta para ti? Fácil, primero debes elegir qué prefieres: digital o presencial. Tomando esto en cuenta, también debes considerar las siguientes características al momento de decidir:
Telemedicina
Esta es la opción ideal cuando no es necesario el contacto físico entre médico y paciente. ¿En qué casos es mejor acudir a la telemedicina? Si requieres de una consulta de seguimiento por enfermedad crónica, donde ha habido una evaluación y diagnóstico previo, entonces solo debes saber cómo vas evolucionando y el progreso de tu tratamiento.
De igual forma, si tu malestar en menor o tienes síntomas ligeros (como tos, dolor de garganta o infecciones leves), tu alternativa es la telemedicina, pues no precisas de una evaluación a fondo y, aun así, el médico puede determinar qué es lo que tienes y recetarte el tratamiento adecuado.
Asimismo, es perfecta si tienes poco tiempo, horarios complicados o te ubicas en zonas alejadas de clínicas, pues te facilita un contacto efectivo con un profesional de la salud, para que te oriente, te recete algo de ser necesario o concrete una cita presencial.
Consulta presencial
En cambio, la modalidad presencial es conveniente si se necesita una evaluación más compleja donde el médico deba palpar zonas, hacer pruebas específicas u observar señales que no se puedan ver en una consulta virtual. También en situaciones donde los síntomas sean graves o nuevos (en caso de haberse dado evaluación previa).
Además, esta opción es la mejor si se deben llevar a cabo exámenes físicos o tratamientos invasivos que son imposibles a distancia, como colocar suero vía intravenosa, hacer endoscopias, biopsias u otros; así como el llevar a cabo intervenciones quirúrgicas mayores o menores.
En caso de experimentar alguna condición de emergencia también es una buena alternativa. Si presentas dificultad para respirar, dolor en el pecho, fracturas, heridas profundas, hemorragia o convulsiones, lo mejor es acudir o llevar a la persona lo más pronto posible a una clínica u hospital. Ahí recibirá la atención debida cuanto antes, con los instrumentos médicos y personal especializado.
Como puedes ver, la intención no es poner una modalidad sobre otra, ambas tienen ventajas que sirven de acuerdo al momento y las necesidades que tengan tu familia o tú.
Lo mejor de ambas modalidades es que tienes a tu alcance la consulta presencial y la puedes complementar con la modernidad que ha traído la telemedicina, todo para cuidar tu salud y tu bienestar.