El entorno familiar en el cuidado de enfermedades neurodegenerativas y oncológicas son fundamentales. Además de los avances en medicina nuclear, el respaldo emocional de los seres queridos es fundamental para mejorar la calidad de vida y el bienestar de los pacientes.
Un aspecto esencial en el tratamiento de condiciones complejas como lo son las enfermedades neurodegenerativas y el cáncer es el rol del apoyo familiar. Enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y distintos tipos de cáncer no sólo afectan al paciente, sino también a su entorno cercano.
Por ello, el acompañamiento y comprensión por parte de los familiares se convierten en factores determinantes para el bienestar emocional de quienes las padecen.
El impacto de estos trastornos va más allá de los pacientes, alterando la dinámica y el equilibrio emocional de toda la familia. Frente a esta realidad, Horacio Amaral, fundador y director médico de PositronMed, destaca que “aunque los avances en medicina nuclear nos permiten realizar diagnósticos más tempranos y precisos, el verdadero éxito del tratamiento se alcanza cuando la familia está activa en el cuidado diario del paciente”.
“El apoyo emocional, la paciencia y compresión que brindan los seres queridos pueden marcar una gran diferencia en la evolución de la enfermedad y el bienestar del paciente”, detalla.
Además, el respaldo familiar es esencial para garantizar la adherencia a los tratamientos y el monitoreo de síntomas. “Las familias comprometidas pueden estar alerta ante cualquier cambio en el estado de salud o ánimo del paciente, permitiendo ajustes oportunos a los tratamientos. Su presencia en las consultas y procedimientos médicos también facilita la comunicación y la coordinación con los equipos de salud”, agrega el Dr. Amaral.
El uso de radiotrazadores detectables con tecnologías avanzadas como los tomógrafos por emisión de positrones (PET) permite identificar y monitorear diversas enfermedades de manera precisa, facilitando tratamientos personalizados que pueden retardar la progresión de estas patologías.
Sin embargo, el éxito terapéutico no depende únicamente de la tecnología. Es por eso que los especialista no solo trabajan en proporcionar tratamientos de alta calidad, sino también en apoyar a las familias, brindando orientación y recursos para que puedan afrontar el desafío con herramientas adecuadas.