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Telemedicina, ¿solución cercana o lejana para llevar salud a todas las regiones de Chile? Salud

Telemedicina, ¿solución cercana o lejana para llevar salud a todas las regiones de Chile?

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La telemedicina puede ser una verdadera solución para democratizar el acceso a la salud en países con grandes inequidades y grandes distancias, al que se puede aspirar con la debida gestión. Experto explica los beneficios y retos que tienen países como Chile en materia de medicina a distancia.


La telemedicina es una herramienta fundamental en la atención médica moderna. Permite que las personas, especialmente en áreas rurales o remotas, accedan a servicios de salud que de otro modo estarían fuera de su alcance. También ayuda a superar barreras como la distancia, la falta de especialistas locales y la movilidad limitada de los pacientes.

De esta forma, los pacientes pueden recibir consultas médicas desde la comodidad de su hogar, eliminando la necesidad de desplazarse largas distancias o esperar en salas de espera. Esto es particularmente beneficioso para personas con agendas ocupadas o discapacidades.

Otro beneficio importante es que facilita un seguimiento más cercano de pacientes con enfermedades crónicas o condiciones que requieren monitoreo regular, mejorando la gestión de la salud a largo plazo.

En ese sentido, la telemedicina no solo mejora el acceso y la calidad de la atención médica, sino que también transforma el sistema de salud en uno más inclusivo, sostenible y adaptado a las necesidades modernas.

¿Puede ayudar la tecnología a llevar la salud a regiones del país históricamente olvidadas? Según lo destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su «Estrategia mundial sobre la salud digital 2020-2025», es imperativo que se siga avanzando en la instauración de un plan de ciber-salud.

En un escenario de transformación digital y un despliegue del 5G que se acelera, lograrlo podría solucionar lo que la infraestructura e inaccesibilidad no ha podido. Se debe integrar y gestionar oportunamente los datos de los pacientes, para que sus historiales y datos obtenidos por sistemas de monitoreo puedan ser aprovechados por modelos predictivos (IA), para que los diagnósticos y terapias sean más oportunos y precisos.

Sin embargo, aún se debe luchar con varios obstáculos que nos impiden hablar de la medicina del futuro.

Ventajas de la telemedicina en Chile y Latinoamérica

Pedro Gomis Román, director de la Maestría Oficial en Ingeniería Biomédica de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, destaca que implementar la telemedicina en la región puede traer beneficios económicos, reduciendo los costes en transporte y personal médico especialista en áreas de difícil acceso, o donde viven pacientes muy vulnerables.

El acceso se posibilita mediante recursos como videollamadas y el monitoreo a distancia, que hoy alcanza una precisión asombrosa, como la de las apps que controlan los niveles de la hipertensión gestacional o los niveles de glucosa en sangre de pacientes diabéticos, y que envían información instantáneamente para ser recopilada, analizada y, además, facilitan la toma de decisiones del equipo médico.

«Respecto a la eficiencia, la telemedicina extiende el acceso de la atención médica a poblaciones desatendidas y remotas, asegurando atención oportuna que de otro modo podría retrasarse o no estar disponible», detalla el especialista.

«También se pueden consultar a especialistas que no están disponibles localmente, mejorando la calidad de la atención, y se puede contribuir a la adherencia a los tratamientos, mejorando la eficiencia de las terapias y el control de pacientes con enfermedades crónicas», agrega.

Desafíos para implementar la telemedicina en la región

El primer reto que se debe superar es el acceso y la centralización de la información. Debe haber una trazabilidad del proceso médico para que la tecnología pueda analizar y actuar.

Según Gomis Román, en un futuro esta información podría comenzar a recopilarse desde el nacimiento y brindar acceso total, para que los modelos predictivos puedan detectar tendencias y alertar sobre enfermedades para combatirlas a tiempo.

En cuanto a la parte técnica y sociocultural, países como Chile y el resto de América Latina también deben superar los siguientes desafíos:

Mejoramiento de las redes de telecomunicaciones y de internet para que lleguen, a bajo costo, al paciente o usuario final.

  • Mejoramiento de las redes de telecomunicaciones y de internet para que lleguen, a bajo costo, al paciente o usuario final.
  • Subvención de teléfonos inteligentes a las poblaciones más vulnerables.
  • Fortalecer la ciberseguridad. La OMS promueve «la protección de las personas, las poblaciones, los profesionales y los sistemas de atención sanitaria frente a la desinformación, también conocida como “infodemia”, y el uso indebido de la información, las actividades informáticas malintencionadas, el fraude y el uso inapropiado de los datos sanitarios». 
  • Promover la alfabetización digital en salud, la igualdad de género y disminuir la brecha digital en personas mayores o de bajo nivel cultural.
  • Realizar tareas de educación sobre seguridad de los servicios de salud digital y telemedicina, y que los gobiernos introduzcan políticas claras y confiables de manejo de datos clínicos
  • Formación de los profesionales de la salud para que no se resistan al cambio tecnológico

«La salud digital permite la integración e interpretación de datos a múltiples escalas sobre el cuerpo de una persona de manera integral. Por ejemplo, desde electrocardiogramas (ECG), pruebas de laboratorio, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas hasta su información genética del ADN», sostiene el experto.

«Nos permitirá brindar una medicina verdaderamente personalizada que sea predictiva, generalizada, preventiva, participativa y preventiva», concluye.

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