Experta asegura que hay más casos de lo habitual de esta enfermedad, que a diferencia de las neumonías comunes, presenta una evolución más prolongada y síntomas como tos intensa y persistente, pero sin fiebre alta.
Estas últimas semanas se han encendido las alertas de las autoridades de salud del país debido al aumento de casos de neumonía por Mycoplasma, con más del doble de casos entre enero y octubre que el mismo periodo de 2023.
Pero ¿qué es esta enfermedad? Mariela Muñoz, jefa del Servicio Pediatría del Hospital Clínico Universidad de Chile, detalla que se trata de “una neumonía atípica, o sea, no es como las neumonías habituales por neumococo, que son una bacteria muy habitual en la comunidad”.
“Efectivamente este año ha habido más casos de lo habitual de neumonías por Mycoplasma”, señala la pediatra, agregando que “hay una alerta que emitió el Ministerio de Salud para que estemos atentos y se están notificando las neumonías por Mycoplasma confirmadas. Además, todos hemos notado un aumento de casos en nuestras consultas, en los consultorios, en las consultas particulares, en los hospitalizados también”.
“¿Y cuáles son los síntomas en que debo poner ojo? Como cualquier cuadro respiratorio, cualquier neumonía o cuadro respiratorio agudo, siempre ojo con dificultad respiratoria, niños que respiren agitadamente, que tengan quejido al respirar, que tengan retracción de partes blandas, o sea, que se le hundan las costillitas al respirar o que noten que está respirando con dificultad. También otros síntomas de alarma importante son el decaimiento extremo y la fiebre prolongada por más de 3 días, ahí deben a alarmar para consultar en servicio de urgencia”, indica Muñoz.
Felipe Rivera, broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile, añade que una de las principales preocupaciones que debemos tener es que “es altamente contagioso, como toda enfermedad respiratoria se contagia por la saliva, las gotitas de saliva, al toser, al estornudar, y por secreción”.
“Uno debe tener mucho cuidado con los niños que están aparentemente resfriados o que incluso tienen neumonía, que no sean elementos contagiantes a otros niños, haciendo que se laven las manos, o adultos, inmunosuprimidos o fumadores que se coloquen mascarilla”, agrega.
Mariela Muñoz detalla que “la neumonía por Mycoplasma es una enfermedad más de larga evolución, más arrastrada, donde tenemos pacientes que uno la sospecha (la neumonía) cuando lleva más de, al menos, 10 días con tos, con tos que tiende a ser en accesos, son pacientes que no están tan comprometidos del estado general, generalmente no produce fiebre y llama la atención la tos prolongada”.
Entre las recomendaciones que entrega Muñoz, se encuentra fijarse “cuando la tos no se va y son intensas en accesos y prolongadas, al menos 10 días o más, hacia 2 semanas incluso, ahí sospechar que esto pudiera ser una neumonía por Mycoplasma. En ese caso, uno lo que hace es una radiografía de tórax, también existen exámenes de sangre para detectar el Mycoplasma y se puede confirmar el diagnóstico, generalmente, la radiografía da un patrón característico de neumonía por Mycoplasma, que distinto a la neumonía habitual, que es la por neumococo y además puede aparecer una PCR positiva o una IgM positiva para el Mycoplasma neumónico”.
Las principales diferencias entre las neumonías común y por Mycoplasma “es la clínica”, indica la especialista. “Una es una enfermedad muy aguda, febril y la otra, es una enfermedad más arrastrada y que se caracteriza por tos intensa en acceso y que se prolonga por varios días, más de 10 días a 2 semanas”.
Además, el pediatra broncopulmonar y subdirector de la Escuela de Medicina de la U. de Chile, Guillermo Zepeda, indica que “hay un problema sí con el Mycoplasma que es un es una bacteria finalmente y que es muy contagiosa, los pacientes la principal característica que tiene es la tos que muchas veces no va acompañada de una fiebre muy alta, pero sí mucha tos. Puede, como cualquier microorganismo respiratorio, afectar a toda edad de los pacientes, pero habitualmente se genera y es mucho más perjudicial en la etapa escolar y adolescente, ahí está el grupo que está más afectado”.
En cuanto al tratamiento, Zepeda concluye que “esto es una bacteria que es del tipo intracelular, por lo tanto, eventualmente puede pasar sola la sintomatología o si es que uno ve un paciente que ya tiene compromiso con neumonía, que está más grave y que eventualmente pueden hacer uno derrames pleurales o complicaciones mayores, está indicado el uso de, por ejemplo, azitromicina”.