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Fiestas de fin de año: ¿Cuáles son las prácticas más riesgosas para nuestra salud auditiva? Salud

Fiestas de fin de año: ¿Cuáles son las prácticas más riesgosas para nuestra salud auditiva?

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Son múltiples los factores que podrían afectar la salud de los oídos, desde la exposición a altas dosis de ruido durante las celebraciones, los fuegos artificiales e incluso el estrés acumulado que traen consigo estas fechas.


¿Sabías que el ruido generado por petardos puede alcanzar niveles de hasta 160 decibelios? Lo anterior se encuentra muy por encima del límite seguro recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 60 decibeles durante un máximo de ocho horas al día. Incluso, una breve exposición a este tipo de sonidos puede causar daños irreversibles en el oído interno, como pérdida auditiva temporal o permanente.

Año Nuevo es una fecha que se caracteriza por este y otro tipo de exposiciones a ruidos extremos que ponen en riesgo la salud auditiva, como conciertos y fiestas o reuniones sociales en interiores, actividades características de la época que también podrían representar un grado de impacto significativo. De hecho, la música alta en espacios cerrados puede alcanzar niveles peligrosos, especialmente cuando se prolonga durante horas.

Un síntoma importante a considerar es la otorragia, que se manifiesta como un sangrado en el oído causado por un desgarro en la membrana timpánica. Según María Paz Faúndez, fonoaudióloga de GAES Chile, “al estar expuestos, por ejemplo, a ruidos extremos como los de los fuegos artificiales, las personas pueden desarrollar distintos grados de hipoacusia que, en la mayoría de los casos, puede dañar de forma irreversible el oído interno”.

Además, es fundamental prestar atención a alteraciones del equilibrio, como tambaleo, mareos al estar sentado o acostado, debilidad o sensación de vértigo. “Con estos síntomas, es imprescindible acudir rápidamente a un servicio de urgencias para que la persona sea atendida a la brevedad”, añade la especialista.

Otro síntoma frecuente en quienes están expuestos a ruidos excesivos durante esta festividad son los acúfenos o tinnitus, es decir, la percepción de zumbidos en el oído sin una fuente externa. Aunque en algunos casos este síntoma desaparece con el tiempo, si persiste, es esencial consultar a un médico para evaluar el tratamiento más adecuado.

Exponerse a volúmenes elevados durante periodos prolongados sin precauciones puede causar daños irreparables a las células del oído interno, afectando la audición a corto o largo plazo, señala la fonoaudióloga, quien alerta además que “la exposición a sonidos por encima de los 85 decibeles, que es el volumen de un ruido fuerte, puede generar pérdida auditiva si la exposición es continua o repetida. Es importante mantener distancia y utilizar protección auditiva si es necesario”.

La especialista también enfatiza que los primeros síntomas de daño auditivo suelen pasar desapercibidos, como dificultad para escuchar sonidos suaves o la aparición de zumbidos ocasionales en los oídos. “El problema es que muchas personas no buscan ayuda a tiempo, y cuando los síntomas se agravan, el daño ya es irreversible. Por eso, la prevención y la educación en salud auditiva son fundamentales para evitar consecuencias permanentes”, concluye.

Según la OMS, una de cada cinco personas en el mundo vive con pérdida auditiva. Por ello, y especialmente durante estas celebraciones, es recomendable seguir estos simples consejos para cuidar nuestra salud:

1.- Prepare sus aparatos auditivos: Las personas que utilizan aparatos auditivos deben ajustar la configuración del programa para reducir el ruido o seleccionar un nivel bajo en la configuración. Si los audífonos no poseen estas funciones, pueden utilizar un sistema de protección que reduzca el ruido o también optar por apagar los audífonos durante el tiempo de exposición.

 

2.- Cuida la distancia: mientras más lejos estés habrá menor posibilidad de daño por ruido, por lo mismo mantenga una distancia segura.

 

3- Usar protectores auditivos o tapones: Los tapones o protectores de oídos pueden ayudar a disipar la onda sonora (con esta precaución el ruido se podría atenuar unos 20 decibeles).

 

4.- Acudir a un especialista: Es muy importante realizarse chequeos auditivos de manera regular, ya que la pérdida auditiva se desarrolla de manera natural y lenta con el tiempo. La mayoría de las personas no sabe que presenta problemas y suelen ser las personas de su entorno quienes lo comienzan a notar.

 

5.- Relaje sus oídos de manera posterior: Después de una noche ruidosa, sus oídos necesitan un poco de descanso para recuperarse de todo el ruido. En ese caso, es recomendable tratar de disminuir el impacto lo máximo posible al día siguiente para evitar la exposición prolongada.

La salud auditiva es fundamental para nuestro bienestar y proteger nuestros oídos es una responsabilidad que debemos asumir durante todo el año, especialmente en las celebraciones de fin de año.

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