El riesgo de padecer cáncer de piel aumenta durante el verano debido a la mayor exposición a los rayos ultravioleta (UV) provenientes del sol.
El cáncer de piel en Chile es un problema de salud pública que requiere acciones preventivas y educativas. Con la implementación de hábitos de protección solar y la detección temprana, es posible reducir significativamente la incidencia y la mortalidad asociadas a esta enfermedad.
El verano llegó, y con los cielos soleados llega una advertencia para protegerse del cáncer de piel, y es que según el Dr. C. Blake Phillips, miembro del departamento de dermatología de la Universidad de Alabama, en Birmingham, “el cáncer de piel, como todos los tipos de cáncer, es capaz de destrozar el tejido sano y propagarse a partes lejanas del cuerpo”.
El cáncer de piel es una de las enfermedades más prevalentes relacionadas con la exposición solar en Chile. Su incidencia ha aumentado significativamente en las últimas décadas debido a factores como la alta radiación ultravioleta (UV) en el país, el cambio climático y hábitos de exposición al sol. Según cifras el cáncer de piel representa cerca del 5% de todos los cánceres en el país. En la Región Metropolitana, la Región de Valparaíso y las regiones del norte presentan las tasas más altas de incidencia debido a la radiación y densidad poblacional.
1. Alta radiación UV:
Chile se encuentra en una zona con altos niveles de radiación UV, especialmente en el norte del país, donde las condiciones climáticas y la altitud intensifican este efecto. La radiación UV es aún más intensa en verano y en áreas como la Patagonia, debido al adelgazamiento de la capa de ozono.
2. Hábitos culturales y laborales:
Muchas actividades al aire libre, como el trabajo agrícola, la pesca y el turismo en playas, aumentan la exposición al sol sin las medidas adecuadas de protección.
El uso insuficiente de bloqueador solar y la falta de educación sobre la prevención agravan el problema.
3. Falta de conciencia:
A pesar de las campañas de prevención, muchas personas subestiman los riesgos de la exposición prolongada al sol, especialmente en los horarios de mayor radiación (10:00 a. m. a 5:00 p. m.).
Es importante tomar medidas para prevenirlo y reconocer las señales tempranas.
“Si no se detectan o se tratan, los cánceres de piel llevan a la pérdida de las funciones vitales o a la muerte. Es importante examinar su piel y vigilar cualquier cambio que pudiera ser una señal de cáncer de piel”, añadió Phillips.
La mayoría de los cánceres de piel se deben a la exposición a la radiación ultravioleta del sol u otras fuentes, como los solárium, señaló Phillips.
Si desarrolla un cáncer de piel, debe saber que la mayoría “tienen una tasa de curación excelente si se detectan y tratan pronto”, explicó Phillips. “Animo a que se aprendan las señales de cáncer de piel y que se hagan autoexámenes entre las visitas clínicas. La concienciación de los pacientes es muy útil para el diagnóstico temprano”.
Carcinoma basocelular:
• Es el tipo más común y menos agresivo. Se desarrolla en áreas expuestas al sol, como rostro, cuello y manos.
• Crece lentamente y rara vez se disemina, pero puede causar daño local significativo.
Carcinoma espinocelular:
• Más agresivo que el basocelular, también está relacionado con la exposición solar. Puede invadir tejidos cercanos y, en algunos casos, diseminarse a otros órganos.
Melanoma:
• Es el tipo más peligroso debido a su capacidad de propagarse rápidamente a otros órganos. Aunque es menos frecuente, su incidencia ha aumentado en Chile.
El melanoma es la forma más letal de cáncer de piel. Los melanomas tienen una pigmentación oscura, áreas descoloradas o bultos con una forma asimétrica, bordes irregulares o una superficie negra oscura o multicolor
Aunque la mayoría de los melanomas no crecen a partir de lunares, se deberían examinar los lunares nuevos o que han cambiado en la adultez, aconsejaron Phillips y sus colaboradores.
“Debería ir al médico si está preocupado por una lesión que esté cambiando, ha comenzado a presentar síntomas o no se cura”, planteó Phillips. “Si tiene un familiar de primer grado con melanoma o tiene muchos lunares oscuros, es una buena idea que un dermatólogo le realice un examen cutáneo de referencia”.
Los médicos deberían examinar a los pacientes con piel en un estado precanceroso o con cánceres de piel previos al menos una vez al año, pero algunos pacientes requieren de exámenes más frecuentes.