Salud
Los golpes de calor pueden afectar gravemente la salud de los menores de 5 años, las personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas, quienes son más vulnerables ante la exposición a altas temperaturas.
La Dirección Meteorológica de Chile ha emitido una alerta sobre una nueva ola de calor extremo que afectará a ocho regiones del país, desde la Región de Coquimbo hasta la Región de Los Ríos, con temperaturas que pueden alcanzar hasta los 39°C. Este fenómeno climático, que se extenderá hasta el domingo 12 de enero, pone en riesgo la salud de la población, especialmente en los sectores más vulnerables como niños menores de 5 años, personas mayores, embarazadas y aquellas con enfermedades crónicas preexistentes. A medida que la temperatura aumenta, también lo hacen los riesgos para la salud, los cuales pueden ser severos y, en casos extremos, mortales.
Luis Jaime Gate, director de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Chile, detalla que entre las principales afecciones derivadas de la exposición a altas temperaturas se encuentran el golpe de calor, la deshidratación, los calambres por calor, el agotamiento por calor, las quemaduras solares, los problemas cardiovasculares y respiratorios, las alteraciones en el sistema nervioso y, a menudo, el impacto en la salud mental. El golpe de calor es una de las consecuencias más graves de la exposición prolongada al calor extremo sin hidratación adecuada, ya que puede llevar a fallos orgánicos e incluso a la muerte si no se trata a tiempo.
La deshidratación, producto de la pérdida excesiva de líquidos a través del sudor, es otra de las complicaciones que afecta a muchas personas durante las olas de calor, provocando mareos, debilidad, calambres, e incluso insuficiencia renal en casos más graves. Además, los calambres por calor, aunque no mortales, son dolorosos y pueden afectar la movilidad, aumentando el riesgo de accidentes. El agotamiento por calor también es una afección común que se presenta cuando la persona no se hidrata adecuadamente y está expuesta durante mucho tiempo a las altas temperaturas, pudiendo causar fatiga extrema, dolor de cabeza y náuseas.
Las quemaduras solares son una de las consecuencias más visibles de la exposición prolongada al sol sin protección adecuada. Estas quemaduras pueden ser dolorosas, causar ampollas e incrementar el riesgo de cáncer de piel a largo plazo. También se observan efectos graves sobre los sistemas cardiovascular y respiratorio, ya que el calor extremo aumenta la carga sobre el corazón y los pulmones, lo que puede desencadenar ataques cardíacos o crisis respiratorias, especialmente en personas con condiciones preexistentes. En cuanto a las alteraciones del sistema nervioso, las altas temperaturas pueden interferir en la capacidad del cuerpo para regular la temperatura, provocando confusión, pérdida de conciencia e incluso coma en situaciones graves.
El impacto psicológico de la ola de calor también es significativo. El estrés por calor, la privación del sueño, la irritabilidad y la ansiedad son algunas de las consecuencias menos comentadas, pero igualmente importantes. La exposición al calor puede afectar el bienestar emocional y reducir la capacidad de concentración y productividad, lo que a su vez impacta la salud mental.
1. Golpe de calor: aumenta la temperatura corporal de manera peligrosa, lo que puede causar fallo orgánico e incluso ser mortal si no se trata a tiempo. Esto se produce por la exposición prolongada al calor extremo sin hidratación adecuada.
2. Deshidratación: se provoca por la pérdida excesiva de líquidos por sudoración sin reponerlos adecuadamente. Esto puede causar mareos, debilidad, confusión, calambres e insuficiencia renal en casos graves.
3. Calambres por calor: se produce por la pérdida de electrolitos durante la sudoración intensa. Aunque no es mortal, los calambres pueden ser dolorosos y afectar la movilidad, lo que podría aumentar el riesgo de otros accidentes.
4. Agotamiento por calor: es debido a la exposición prolongada al calor sin descanso ni hidratación necesaria, lo que puede causar fatiga extrema, náuseas, dolor de cabeza, incluso puede evolucionar a un golpe de calor si no se atiende.
5. Quemaduras solares: es uno de los efectos más comunes. La exposición prolongada al sol sin protección puede producir ampollas dolorosas e incrementar el riesgo de cáncer de piel, originar envejecimiento cutáneo prematuro.
6. Problemas cardiovasculares y respiratorios: El calor extremo aumenta la carga sobre el corazón y los pulmones. Puede desencadenar ataques cardíacos o crisis respiratorias, especialmente en personas con condiciones preexistentes.
7. Alteraciones del sistema nervioso: las altas temperaturas también pueden afectar la capacidad de regular temperatura corporal, lo cual puede originar confusión, pérdida del conocimiento e incluso coma en casos graves.
8. Impacto en la salud mental: esta afección es algo menos comentada, pero la exposición al calor es causa de estrés, privación del sueño, irritabilidad, ansiedad y puede afectar el bienestar sicológico general reduciendo la capacidad productiva y la concentración.
1. Hidratación adecuada
• Beber agua con frecuencia, incluso si no se tiene sed.
• Evitar bebidas alcohólicas, con cafeína o azucaradas, ya que favorecen la deshidratación.
• Consumir alimentos con alto contenido de agua como frutas (sandía, melón) y verduras.
2. Evitar la exposición solar directa
• Permanecer en la sombra o en interiores durante las horas de mayor radiación solar (entre las 11:00 y las 17:00).
• Planificar las actividades al aire libre en horarios más frescos, como temprano en la mañana o al final de la tarde.
3. Uso de ropa adecuada
• Vestir ropa ligera, de colores claros y de tejidos transpirables como algodón o lino.
• Utilizar sombreros de ala ancha o gorras para proteger la cabeza y el rostro.
• Usar gafas de sol con protección UV.
4. Protección solar
• Aplicar protector solar con un factor de protección alto (SPF 30 o superior) al menos 30 minutos antes de exponerse al sol.
• Reaplicar cada 2 horas o después de sudar o nadar.
• Usar bálsamo labial con protección solar.
5. Mantener los espacios frescos
• Ventilar adecuadamente los espacios cerrados.
• Utilizar ventiladores o aire acondicionado si es posible.
• Mantener las persianas o cortinas cerradas durante las horas más calurosas.
6. Cuidado especial para personas vulnerables
• Supervisar a niños, personas mayores y personas con enfermedades crónicas, ya que son más propensos a sufrir golpes de calor.
• Evitar dejar a niños, ancianos o mascotas dentro de vehículos estacionados, ya que la temperatura puede aumentar peligrosamente rápido.
7. Alimentación ligera
• Preferir comidas livianas y frescas, evitando platos pesados y calientes.
• Incorporar alimentos ricos en agua y sales minerales.
8. Atención a señales de alarma
• Estar atento a síntomas como mareos, confusión, piel caliente y seca, fatiga extrema o desmayos.
• En caso de golpe de calor, buscar asistencia médica inmediata y trasladar a la persona a un lugar fresco.
