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Estrategias para un retorno laboral sin estrés: cómo evitar el impacto post vacaciones en el trabajo
Regresar al trabajo tras las vacaciones puede generar ansiedad y estrés. La clave está en adoptar estrategias que faciliten la reincorporación, como evitar volver un lunes o implementar un “soft landing”. Descubre cómo reducir el impacto y mejorar tu bienestar laboral.
Volver de vacaciones no debería ser un impacto negativo ni para la productividad ni para la salud mental. Sin embargo, en Chile, el 61% de los empleados experimenta altos niveles de estrés al reincorporarse al trabajo, según una encuesta de la Dirección del Trabajo. La acumulación de tareas, las reuniones inmediatas y la presión por retomar el ritmo sin un período de adaptación son las principales causas. Este fenómeno, conocido como estrés post vacacional, se caracteriza por ansiedad, insomnio, desmotivación y dificultades para concentrarse.
Según cifras del Instituto de Seguridad Laboral (ISL), los trastornos de salud mental representan el 37% de las licencias médicas en el país, y el estrés laboral es una de las principales causas. “El estrés post vacacional se presenta en la mayoría de los trabajadores al pasar de un estado relajado a una rutina con horarios, metas y responsabilidades”, explica Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group. Este malestar suele durar alrededor de dos semanas, pero en personas insatisfechas con su trabajo puede extenderse hasta tres meses.
Estrategias para un retorno laboral más amigable
Para minimizar el impacto del retorno laboral y adaptarse de manera progresiva, los expertos recomiendan:
• Regresar al hogar con anticipación: Volver dos días antes de reincorporarse al trabajo ayuda a descansar del viaje, organizar tareas personales y mentalizarse para la rutina laboral.
• Evitar reincorporarse un lunes: Empezar un miércoles acorta la primera semana laboral, permitiendo una transición más gradual.
• Coordinar con el reemplazo: Tener una reunión con el colega que cubrió las funciones ayuda a conocer el estado de las tareas pendientes.
• Solicitar apoyo parcial los primeros días: Pedir que el reemplazo continúe gestionando algunas tareas por dos o tres días permite ponerse al día sin sobrecarga.
• Priorizar las tareas urgentes: Leer primero los correos más recientes y luego los antiguos, ya que algunos asuntos pueden haberse resuelto.
• Compartir experiencias con los compañeros: Conversar sobre las vacaciones en los descansos ayuda a reducir el estrés y mantener la motivación.
“Soft landing”: una solución para el bienestar laboral
Conscientes de la importancia de una reincorporación progresiva, algunas empresas han comenzado a implementar la política de “soft landing” (aterrizaje suave) o “Día de Aterrizaje“. Esta estrategia, común en Estados Unidos y Europa, busca evitar la sobrecarga de trabajo inmediata tras las vacaciones. como su nombre lo indica, implica un retorno paulatino a la rutina, para evitar sobresaltos y cuadros de estrés post vacacional.
Un ejemplo destacado en Chile es Poliglota, startup líder en aprendizaje de idiomas en Latinoamérica, que ha institucionalizado el “Día de Aterrizaje” para sus colaboradores. Este beneficio permite:
• Un primer día sin reuniones ni tareas urgentes, evitando el colapso inicial.
• Tiempo exclusivo para planificación y organización personal.
• Un ambiente laboral flexible que facilita la adaptación progresiva.
“Queremos que nuestro equipo vuelva con energía, no con ansiedad. El descanso es clave para la creatividad y la productividad, y un mal retorno puede anularlo en minutos. Este beneficio es una forma concreta de cuidar a nuestro equipo y mejorar su rendimiento a largo plazo“, explica Carlos Aravena, CEO de Poliglota.
Hacia un modelo laboral más sostenible
En países como Alemania y Suecia, este tipo de iniciativas han mostrado mejoras en la satisfacción y el desempeño laboral. Aunque en Chile aún no es una práctica extendida, Poliglota marca un precedente para otras empresas que buscan priorizar el bienestar de sus empleados. Incorporar políticas de “soft landing” podría ser clave para reducir el estrés post vacacional y mejorar la productividad de manera sostenible.