Publicidad
Después de los 60, el corazón exige más cuidado: claves para una salud cardiovascular activa Salud

Después de los 60, el corazón exige más cuidado: claves para una salud cardiovascular activa

Publicidad

A partir de los 60, el sistema cardiovascular sufre cambios naturales que pueden aumentar el riesgo de enfermedades. Expertos advierten que adoptar hábitos saludables y realizar chequeos preventivos puede marcar la diferencia entre una vida activa y una con limitaciones.


A partir de los 60 años, el corazón exige más atención. El riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares aumenta con la edad, producto de los cambios naturales del organismo, pero también de los hábitos de vida acumulados y condiciones crónicas que suelen aparecer en esta etapa.

El envejecimiento del sistema cardiovascular es un proceso progresivo. Las arterias se vuelven más rígidas, las paredes del corazón pierden elasticidad, disminuye levemente la frecuencia cardíaca y aparece lipofuscina, un pigmento que altera las células musculares del miocardio. A esto se suma un engrosamiento gradual de las válvulas cardíacas, un fenómeno común que, si bien no siempre es patológico, puede agravarse si no ha existido un cuidado preventivo adecuado.

“Después de los 60 años, el corazón experimenta varios cambios relacionados con el envejecimiento. Uno de los más comunes es el endurecimiento de las arterias, lo que obliga al corazón a bombear con más fuerza para mantener la circulación”, explica la doctora Mónica Acevedo, directora de la Sociedad Chilena de Cardiología y de la Fundación Sochicar.

El panorama puede volverse más complejo si se combinan factores de riesgo como hipertensión, colesterol elevado, tabaquismo, diabetes, obesidad o sedentarismo. Por eso, los especialistas insisten: nunca es tarde para adoptar hábitos saludables que contribuyan a mantener el corazón en buen estado.

La recomendación es clara: al menos 30 minutos diarios de actividad física, que combine ejercicios aeróbicos con rutinas de fuerza, para mantener la vitalidad y prevenir la sarcopenia, una pérdida progresiva de masa muscular común en la tercera edad. A eso se suma dejar el cigarro, controlar la presión arterial, mantener un peso adecuado y monitorear los niveles de glucosa en sangre.

“Para mantener un corazón sano después de los 60, es esencial adoptar hábitos saludables y consistentes. Una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales, legumbres y grasas saludables —como las del aceite de oliva o el pescado— es fundamental. La dieta mediterránea de los españoles es la mejor, sin lugar a dudas”, afirma Acevedo.

Los chequeos preventivos también cumplen un rol clave. Se recomienda realizar evaluaciones periódicas que incluyan la revisión de los hábitos de vida, mediciones de presión arterial, peso corporal, colesterol, glucosa y función renal, además de un electrocardiograma. En caso de detectar alguna alteración, se pueden indicar exámenes más específicos para diagnosticar hipertensión, insuficiencia coronaria, insuficiencia cardíaca, arritmias o enfermedad renal crónica.

La detección precoz no solo permite tratar a tiempo, sino que también mejora significativamente el pronóstico y facilita intervenciones menos invasivas y más efectivas. Porque cuando se trata del corazón, cada decisión a tiempo cuenta.

Publicidad

Tendencias