
Rehabilitación en Chile: 94% de personas con parálisis sin acceso a terapias esenciales
Bajo costo y logística deficiente dejan sin rehabilitación al 94% de personas con parálisis en Chile, lo que deteriora su salud. Los enfoques a distancia, con tecnología y medición de resultados, aumentan horas de terapia y mejoran la recuperación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Chile hay cerca de 390 000 personas que viven con parálisis originada en trastornos motores, lo que representa un desafío enorme para el sistema de salud y la calidad de vida de los afectados. Cada año se suman alrededor de 40 000 nuevos casos de accidente cerebrovascular (ACV) —la principal causa de parálisis en adultos—, cifra que crece de manera sostenida y que, junto con lesiones medulares, traumatismos craneoencefálicos y enfermedades neurodegenerativas, contribuye a una elevada prevalencia de discapacidad motora.
Estas condiciones no solo limitan la autonomía de las personas, sino que también implican altos costos sociales y económicos, pues requieren cuidados continuos, adaptaciones en el hogar y acceso a terapias de rehabilitación. Ante este escenario, resulta urgente reforzar las estrategias de prevención de ACV —como la detección temprana de factores de riesgo cardiovascular— y ampliar la cobertura y accesibilidad de los programas de rehabilitación física, para reducir la brecha en atención y mejorar el pronóstico funcional de quienes experimentan secuelas motoras.
A ello se suma que, según el Servicio Nacional de Discapacidad, solo el 6% de las más de 3 millones de personas con discapacidad, pueden acceder a un tratamiento de rehabilitación en el país. Es decir, un 94 por ciento de ellas no puede hacerse una terapia producto del alto costo que implica.
Por si fuera poco, un alto porcentaje de los que sí lo pueden hacer, terminan abandonando su tratamiento debido a los costos que deben reembolsar, sumado a los problemas con el transporte para llegar a los centros especializados así como la pérdida de motivación al no ver resultados claros.
En este contexto, surge la pregunta de cómo enfrentar la brecha en la rehabilitación en el país, tomando en cuenta que, la falta de acceso a terapias no solo se traduce en la disminución de avances, sino que también en un deterioro del estado de salud. Ello, porque “este proceso es fundamental para mejorar la calidad de vida e independencia de personas que han sufrido de Accidentes Cerebrovasculares (ACV), lesiones medulares o enfermedades neurodegenerativas”, asegura Matías Hossiason, cofundador y CEO de TrainFES.
En los últimos años, la evidencia científica muestra que la tecnología y los enfoques de entrenamiento semisupervisados a distancia permiten eliminar barreras como el traslado, los costos y la falta de seguimiento. “Esto plantea la necesidad de utilizar métodos innovadores de rehabilitación que incorporen tecnología, entrenamiento protocolizado y medición de resultados al tratamiento”, agrega el ejecutivo.
Actualmente, los enfoques de rehabilitación a distancia permiten optimizar los resultados de los pacientes a largo plazo gracias a que la tecnología apoya el entrenamiento y aumenta las horas de terapia.
En Chile, el método TRAINFES de neurorrehabilitación ofrece un entrenamiento diario en casa asistido por tecnologías y guiado por profesionales. Utilizando este método, los pacientes pueden seguir protocolos de entrenamiento basados en evidencia científica desde sus casas, asistidos por profesionales a través de sus smartphones.
La revista científica Artificial Organs analizó la efectividad de la terapia en un protocolo de entrenamiento de 10 semanas, integrando la tecnología y plataforma de TRAINFES. Los pacientes mostraron una alta adherencia, de 74,03%, y una satisfacción del 73%, con mejoras significativas en la función motora como un aumento del 28% en la velocidad de marcha.
Basado en evidencia científica, y validado a través de estudios científicos con las universidades y centros de rehabilitación más importantes del mundo, esta innovación chilena ha logrado que, mediante la electroestimulación, los pacientes ejerciten aquellas partes de su cuerpo que ha perdido movilidad debido a una lesión del sistema nervioso central, así como también incrementen su fuerza y coordinación de los movimientos y, de esa forma, ejerciten la neuroplasticidad del cerebro.