Por sus múltiples beneficios, los especialistas recomiendan consumir pescados por lo menos 2 veces a la semana, pero los chilenos estamos lejos de esa cifra. Pese a ser un país privilegiado con una larga costa, consumimos unos 13 kilos al año, bastante lejos del promedio mundial que se encuentra en torno a los 20 kilos.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, en Chile apenas un 9,2% de la población declara consumir pescado al menos 2 veces a la semana. Pero hay acciones para revertir este panorama. En marcha se encuentra un Plan Estratégico Nacional liderado por Subpesca que aspira a incrementar el consumo en 7 kilos per cápita para el 2027, y de este modo extender en la población todo el potencial nutritivo y cardioprotector que brindan estos alimentos.
Las razones de este bajo consumo son de diversa índole. “Según mi experiencia, el primer problema es el costo. En Chile, es más barato comprar pollo que pescado, por ejemplo. Y la segunda razón es que la gente pierde un poco la confianza a la hora de consumirlos por el miedo a la contaminación o los episodios de marea roja”, explica Paula Abaroa Salmerón, nutricionista coordinadora de Nueva Clínica Cordillera.
Para prevenir, la especialista recomienda fijarse en los siguientes aspectos: “Los pescados deben tener los ojos brillantes, piel húmeda firme, las agallas rojas, sin mal olor. Además, hay que evitar consumirlos crudos para evitar alguna dolencia intestinal y en la casa lavar bien la superficie donde se preparan. Mantenerlos refrigerados, y si se compran con una anticipación mayor a dos días antes de su consumo, opte por congelarlos”.
A la hora de prepararlos, la recomendación es siempre consumirlos cocinados, al jugo, a la plancha, al vapor o a la parrilla. “Además, prefiera los pescados naturales por su bajo aporte en sodio, porque cuando son congelados o enlatados el aporte de sodio aumenta”, advierte.
¿Por qué es importante consumir los pescados? La nutricionista da 5 buenas razones para hacerlo, considerando que lo ideal es incorporarlos a la dieta desde temprana edad, porque por lo general la introducción tardía causa rechazo: