Presidenta de la Agrupación de Padres de Prematuros sostuvo que “el nacimiento prematuro va en ascenso en nuestro país, por tanto, es importante que la cobertura de salud para nuestros niños vaya mejorando considerablemente”.
Con optimismo, pero al mismo tiempo con cautela, se encuentran los padres con hijos prematuros frente a la posibilidad que los bebés con cardiopatías congénitas reciban inmunización para prevenir el virus respiratorio sincicial (VRS) en el marco del cuarto decreto de la Ley Ricarte Soto, que se encuentra actualmente en evaluación por parte del Ministerio de Salud.
Así lo manifestó Katherin Arteaga, presidenta de la Asociación de Padres de Prematuros (Asprem), considerando que en Chile se estima que alrededor de mil bebés nacen con alguna cardiopatía congénita y, de ellos, cerca del 10% presenta una condición más delicada y de extrema vulnerabilidad, por lo cual la inmunización como forma de prevención es muy importante.
Planteó que en el tercer decreto de la Ley Ricarte Soto se estudió la posibilidad de entregar esta cobertura de tratamiento a todos los prematuros y principalmente a los cardiópatas, pero finalmente no se incluyó en la ley. Ahora, dicen “estar atentos a esta oportunidad, esperando que se apruebe el beneficio a nuestros pequeños gigantes”.
“El nacimiento prematuro va en ascenso en nuestro país, por tanto, es importante que la cobertura de salud para nuestros niños vaya mejorando considerablemente, pues en la actualidad nos encontramos muy desprotegidos y la Ley Ricarte Soto es uno de los pocos beneficios que tenemos y que confiamos seguirá ampliándose para poder beneficiar a todos nuestros prematuros, sobre todo a los cardiópatas que han esperado ya cuatro años para recibir inmunización”, sostuvo Katherin.
Para Constanza Galleguillos, cardióloga pediatra del Complejo Asistencial Dr. Sotero del Río, “dado que la mayoría de las infecciones respiratorias en la infancia son debidas al VRS, una inmunización frente a este germen disminuiría el riesgo de contraer este tipo de enfermedades, lo que evitaría descompensaciones cardiacas y las complicaciones secundarias a la infección”.
“En la actualidad, las recomendaciones internacionales y las guías clínicas en países del primer mundo consideran el uso de palivizumab como medida de prevención de infecciones por VRS en pacientes con portadores de cardiopatías congénitas significativas. Sin embargo, el programa ministerial en Chile aún no incluye la administración de profilaxis a estos pacientes”, declaró.
Según la especialista, los pacientes prematuros y los portadores de defectos cardiacos congénitos significativos constituyen un grupo de niños muy vulnerable frente a las infecciones respiratorias, con alto riesgo de presentar cuadros severos, con mayor número de complicaciones y mayor mortalidad.
“Además de los problemas pulmonares secundarios a su inmadurez al nacer, se agrega la dificultad que tienen estos niños para aumentar el gasto cardiaco y la consecuente entrega de oxígeno a los tejidos durante momentos en que aumenta la demanda, como durante una infección respiratoria. Esto no sólo conlleva a que este grupo presente cuadros respiratorios más graves, con mayores tasas de hospitalización, mayor necesidad de cuidados intensivos, estadías hospitalarias más prolongadas y secuelas pulmonares significativas; sino que además puede retrasar varias semanas el momento de la cirugía cardiaca y aumentar el riesgo de complicaciones en el postoperatorio”, manifestó.
En cuanto a los beneficios a largo plazo de contar con la prevención del VRS en este grupo, la doctora Galleguillos afirmó que “estudios han demostrado una disminución significativa de la incidencia de infecciones respiratorias por VRS, de la necesidad de hospitalización y de la duración de la estadía hospitalaria en pacientes con cardiopatías que han recibido profilaxis con palivizumab”.
Por ello, dijo que la prevención, no sólo evitaría infecciones severas con descompensaciones cardiacas, sino que permitiría que lleguen al momento de su corrección quirúrgica en mejores condiciones, con mejor peso y pulmones más sanos. “Este último punto es especialmente importante en pacientes que poseen sólo un ventrículo del corazón (ya sea en forma anatómica o funcional), ya que requieren necesariamente de una circulación eficiente de la sangre a través de los vasos pulmonares para funcionar y mejorar su sobrevida a mediano y largo plazo”, aseguró.