Salud
El proyecto de ley enviado por Vlado Mirosevic estuvo durmiendo en el Congreso desde el año 2014. De aprobarse, complementará la vigente figura de eutanasia pasiva e ingresaría a Chile en el pequeño grupo de países con legislaciones que contemplan el fin voluntario de la vida a personas con enfermedades terminales o dolores incurables.
Este martes, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó las tres causales para solicitar eutanasia, presentadas en un proyecto de ley por el diputado Vlado Mirosevic (PL) el 2014. La medida estaría disponible para personas diagnosticadas con una enfermedad terminal o dolencia incurable, que les cause dolores «persistentes e intolerables», incluyendo dolor de «naturaleza psíquica».
Las causales apuntan a tres circunstancias: cuando el paciente tenga dolores o enfermedades de carácter incurable; cuando su situación médica se caracterice por una disminución irreversible de sus capacidades; y cuando la enfermedad, dolencia o disminución de sus capacidades le ocasione a la persona dolores físicos persistentes e intolerables. A diferencia de las causales de la ley de aborto, estas tres condiciones deben ser cumplidas al mismo tiempo para solicitar eutanasia.
“Nunca antes en la historia republicana del Congreso habíamos logrado avanzar tanto en un proyecto como este, que no solo logró ser aprobado en general, sino que ahora aprobamos el corazón del proyecto, lo más relevante del proyecto, que son las tres causales”, comentó el diputado Mirosevic a La Tercera.
El proyecto de ley presentado por el diputado Mirosevic apunta hacia la eutanasia activa, que es cuando -previa voluntad de la persona que la solicita- se despliegan métodos destinados a provocar la muerte del solicitante. Esta es una de las dos formas de eutanasia posibles siendo la otra la pasiva, la cual busca la muerte de quien lo solicite a través del cese de tratamientos médicos que tengan por objetivo el prolongamiento de la vida. Esto funciona sin perjuicio de los cuidados paliativos que busquen alivianar el proceso para las personas con enfermedades terminales.
En Chile, la eutanasia pasiva ya es legal desde el año 2012 a través de la ley 20.584. Si bien en el artículo 16 se explicita que las personas que se encuentren en estado terminal pueden solicitar el término de sus tratamientos en cualquier momento, «en ningún caso, el rechazo de tratamiento podrá implicar como objetivo la aceleración artificial del proceso de muerte».
Este tipo de eutanasia es la más común en el mundo, estando regularizada en países como Argentina, India, Francia, España e Inglaterra, entre otros. Es la eutanasia activa la más restringida, siendo legal en sólo cinco países: Colombia, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y los Países Bajos.
Similar a la eutanasia, existe también la figura del suicidio asistido, caso en el que es el propio solicitante quien toma la acción misma que pone fin a su vida, la cual sólo es facilitada por el cuerpo médico. Es legal en Suiza, Alemania, algunos Estados de Estados Unidos -como Washington, Oregon y Colorado-, y los Países Bajos.
