La flexibilidad de las mayores firmas financieras de los Estados Unidos al probárselas ante una recesión más grave que la última indica a los organismos reguladores que han logrado llevar a los bancos a fortificar sus balances.
La Fed dijo ayer que 15 de 19 bancos podrían mantener niveles de capital por encima de un mínimo regulatorio en una situación económica “en extremo adversa” y hasta seguir pagando dividendos y recomprando acciones. Los resultados son producto de la vigilancia de la Fed en cuanto a pagos de capital en los últimos tres años, dijo el banco central.
Los organismos reguladores, que se vieron fortalecidos por la ley Dodd-Frank y fueron blanco de críticas por no haber detectado la debacle de las hipotecas subprime, han reformulado la manera en que abordan la supervisión bancaria. Ahora hacen más hincapié en el riesgo sistémico conforme buscan evitar una repetición de la crisis que derivó en un rescate de los bancos de US$245.000 millones por parte de los contribuyentes a través del Programa de Ayuda a Activos Problemáticos, TARP por la sigla en inglés.
“Todo banco que siga teniendo una capitalización adecuada en esas situaciones de estrés agudo no sólo es fuerte sino también casi invulnerable”, dijo Karen Shaw Petrou, socia gerente de Federal Financial Analytics, una firma de análisis de Washington entre cuyos clientes se ha contado Wells Fargo Co. “La pregunta central es para qué sirve un banco. ¿Tiene que ser Fort Knox?”
JPMorgan Chase Co. y Wells Fargo se sumaron a los bancos que aumentan los dividendos y autorizan recompras de acciones luego de pasar las pruebas de resistencia. Citigroup Inc., la entidad crediticia que recibió más ayuda del gobierno durante la crisis financiera, dijo que volverá a presentar su plan de capital a los organismos reguladores luego de no conseguir cumplir con algunos criterios mínimos en las pruebas. Citigroup ha reembolsado US$45.000 millones de fondos del TARP.
SunTrust Banks Inc., Ally Financial Inc. y MetLife Inc. también tuvieron resultados insuficientes en por lo menos un plano en el marco de la peor situación posible de las pruebas del banco central. Ally también volverá a presentar su plan, dijo la compañía en una declaración.
La Fed puso a prueba a los bancos para asegurar que contaran con un nivel adecuado de capital para seguir prestando en una crisis. Las pruebas plantearon un índice de desempleo de 13 por ciento –mientras que fue de un máximo de 10 por ciento como consecuencia de los 18 meses de recesión que terminaron en junio de 2009-, una caída de 50 por ciento del precio de las acciones y una declinación de 21 por ciento del precio de los bienes raíces. Mostraron que esas circunstancias generarían pérdidas totales de US$534.000 millones en nueve trimestres.
Incluso con semejante golpe, los 19 bancos tendrían una declinación del ratio de capital Tier 1 –una medida de la fortaleza de los bancos ante las pérdidas- de 6,3 por ciento en el cuarto trimestre de 2013, por encima del mínimo de 5 por ciento que exige la Fed. El ratio fue de 10,1 por ciento en el tercer trimestre del año pasado.