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Alza de alimentos impulsada por sequía podría reducir confianza de los consumidores

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La peor sequía de los Estados Unidos en por lo menos cincuenta años podría limitar la confianza y el gasto de los consumidores en tanto hace subir las cuentas de comestibles que tendrán que pagar los estadounidenses más adelante en el año.

Los precios de los alimentos aumentarán un promedio del 4 por ciento anual en los nueve meses que terminan en junio de 2013, más que el 1,5 por ciento actual, dijo Michael Feroli, economista estadounidense jefe de JPMorgan Chase Co. en Nueva York. Esto podría reducir los ingresos reales disponibles en 0,3 puntos porcentuales desde el cuarto trimestre de 2012 hasta el fin del primer semestre del año que viene y reducir el gasto en un monto similar, calcula el economista.

El aumento proyectado de los precios de los alimentos reducirá los presupuestos de los hogares, que ya deben vérselas con un incremento del 13 por ciento en el precio de la gasolina desde comienzos de julio y un desempleo clavado en más del 8 por ciento a tres años de iniciada la recuperación económica. La confianza de los consumidores todavía no ha vuelto a los niveles anteriores a la recesión, muestran los índices de confianza.

“La energía nos está pegando ahora, los alimentos nos pegarán más adelante”, señaló Feroli. “Eso será un viento en contra para los consumidores. Va a deprimir las percepciones de la gente sobre la economía”.

Aunque el efecto en la inflación total será limitado y transitorio, los costos de los alimentos y el combustible tienen un efecto desproporcionado en la confianza porque los consumidores concurren repetidas veces a las tiendas de comestibles y las estaciones de servicio. Los alimentos y el combustible en conjunto representan alrededor del 24 por ciento del índice de precios al consumidor, según el Departamento de Trabajo.

Expectativas de inflación

“Aun cuando esto podría no tener un gran impacto en la inflación general, puede afectar las expectativas de inflación”, agregó Feroli.
El precio promedio de un galón (3,78 litros) de gasolina en el surtidor se elevó a US$3,75 el 26 de agosto, con un aumento de 42 centavos desde el 1º de julio, según AAA, la mayor organización automovilística del país.

La gasolina trepó al nivel más alto en casi cuatro meses, mientras que el petróleo cayó por las versiones de que la tormenta tropical Isaac tendrá un efecto limitado en la producción del Golfo de México. Los futuros de gasolina ayer subieron 2,5 por ciento para cerrar en US$3,1548 el galón en la Bolsa Mercantil de Nueva York, y el petróleo bajó 0,7 por ciento.

La confianza de las empresas alemanas se redujo en agosto por cuarto mes consecutivo en tanto la crisis de la deuda soberana restringió el crecimiento en la mayor economía de Europa.

En los EE.UU., un informe de Conference Board que se conocerá hoy podría mostrar que la confianza de los consumidores sufrió pocos cambios en agosto. La lectura de 65,9 de julio contrasta con el 87,8 de noviembre de 2007, antes de que se iniciaran los 18 meses de recesión.

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