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Merkel bloquea los topes de carbono para resguardar a la industria automotriz

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La canciller alemana Angela Merkel dijo que bloquearía el borrador de la ley de la Unión Europea (UE) que aspira a reducir las emisiones de dióxido de carbono provenientes de los automóviles, a causa de la inquietud existente respecto de que la medida podría costarle muchos empleos a la industria automotriz.

Una coalición de Estados de la UE, liderados por Alemania, evitó que se autorizara la medida en una reunión de diplomáticos que se llevó a cabo en Bruselas a comienzos de esta semana. Merkel dijo que hizo gestiones para demorar la propuesta, porque quería proteger los empleos. La propuesta recortaría las descargas promedio de carbono por vehículo de pasajeros del bloque en 95 gramos por kilómetro para 2020.

“Esto también se trata del empleo”, le dijo Merkel a los periodistas que estaban en Bruselas hoy, al finalizar la cumbre de la UE. “Este es el motivo por el cual precisamos tiempo para rever y evaluar y decidir qué es lo que vamos a hacer. Este es el motivo por el cual la votación no tuvo lugar”.

La intervención de Merkel, que llega a menos de tres meses de las elecciones nacionales, viene a colisionar con los esfuerzos de la UE tendentes a ponerle un freno a la polución emitida por los autos, a través de objetivos variantes para los fabricantes particulares, que van de Volkswagen AG a General Motors Co. La legislación vigente de la UE exige que las automotrices recorten las descargas a un promedio de 130 gramos por kilómetro para 2015 y fija una meta no obligatoria de 95 gramos para 2020.

El 24 de junio, Irlanda, en representación de los gobiernos de la UE, y los negociadores del Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo preliminar respecto del borrador de la ley de emisiones. La propuesta precisa el respaldo de una mayoría agravada de los miembros representantes de los gobiernos nacionales. No pudo concretárselo en el encuentro de dos días que llevaron adelante los líderes de la UE, conocida como cumbre de empleo, que terminó hoy.

Pese a que la Comisión Europea, que es el brazo regulatorio de la UE, dijo hoy más temprano que estaba decepcionada por la demora, Merkel rechazó cualquier crítica basándose en las cuestiones económicas.

“Cuidar”

“En un momento en que invertimos días en sentarnos acá para hablar del empleo, tenemos que cuidarnos de no debilitar nuestra base industrial, no obstante la necesidad de hacer progresos en la materia de la protección ambiental”, dijo Merkel.

Ahora le toca a Lituania, que la semana próxima asumirá la presidencia rotativa del bloque (ahora en manos de Irlanda), proponer una nueva fecha para que se llegue a una decisión sobre el asunto.

Ford Motor Co. dijo que la decepcionaba que la minoría de los Estados miembro estuviera en condiciones de “demorar un acuerdo bien equilibrado”, dijo ayer el vocero Adrian Schmitz a través de una carta electrónica.

El acuerdo al que llegaron Irlanda y el Parlamento incluye el uso continuado de los denominados supercréditos, o lo que es lo mismo, incentivos, tendentes a alentar a los productores de autos a desarrollar tecnologías limpias.

Para la asociación europea de fabricantes de automóviles es necesario aplicar los supercréditos “de una manera más significativa”. Greenpeace dijo por correo electrónico que todo nuevo debilitamiento de la propuesta obedecería a “pura codicia” y que el costo lo soportarían los conductores europeos.

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