Mientras la «ley de la bofetada» es un retroceso para diversas organizaciones sociales, parlamentarias rusas ultraconservadoras lograron que se aprobara el proyecto.
Pesar entre los movimientos feministas y de derechos humanos provocó que el presidente ruso, Vladímir Putin, promulgara una ley que despenaliza la violencia doméstica si es que el agresor no es reincidente.
«Este es un retroceso importante en la violencia contra la mujer no sólo en Rusia, sino en el mundo, por la fuerte influencia que tiene ese país en un sector del planeta», sostiene en Chile Silvana del Valle, abogada de la Red Nacional de Violencia contra la Mujer.
Una ley hecha por mujeres
Una de las cosas que más ha llamado la atención en esta polémica ley es que sus autores son mujeres. Para ellas, la nueva ley ‘corrige’ una situación contradictoria que se daba cuando, por ejemplo, golpear a un desconocido encajaba en el código administrativo, pero cometer el mismo crimen contra seres próximos se castigaba de manera mucho más severa, según el código penal.
Una de sus impulsoras fue Olga Batalina, quien considera suficiente un castigo administrativo cuando el agresor no tiene intención de «infringir daño» a la víctima.
Pero la más cuestionada es la parlamentaria Yelena Mizulina, presidenta de la Comisión de Asuntos de la Familia y la Mujer de la cámara, quien ha hecho una serie de declaraciones que han causado revuelo mundial.
Basado en la popular creencia rusa «si te pega, te quiere», Mizulina afirmó durante el debate de esta ley que “en la cultura familiar rusa las relaciones padre-hijo se construyen en torno al poder de la autoridad del padre. Las leyes deben apoyar esa tradición familiar».
Y eso no es todo. “No queremos que vaya gente a prisión por dos años y se le ponga la etiqueta de criminal por el resto de su vida por un bofetón”, sostuvo Mizulina, sin dudar un segundo de lo que estaba diciendo.
Y es que como política, Elena Mizulina se ha hecho conocida en su país por polémicos proyectos parlamentarios. Hace unos impulsó la denominada ley» de la propaganda gay», que prohíbe los comportamientos homosexuales en las calles rusas y en los medios de comunicación.
Entre sus controvertidos proyectos, también destaca el de la adopción de niños huérfanos rusos por parte de extranjeros, y además es recordada por acusar a varios de sus opositores políticos de pertenecer a un llamado «lobby pedófilo» durante la discusión de endurecer la ley sobre delitos sexuales contra Menores en 2011.
La parlamentaria tiene 62 años, está casada, es madre de dos hijos (Nikolay Mizulin y Ekaterina Mizulina) y es abogada y doctora de Ciencias en Leyes. Como profesional en su cargo, ha recibido diversas condecoraciones, incluyendo el título de Abogado Honorario de Rusia.
¿Qué dice la polémica ley?
La llamada «ley de la bofetada» establece que las agresiones que causen dolor físico, pero no lesiones, no serán consideradas un delito. Es decir, se puede ser empujado, atado, arrancar mechones de pelo e incluso dejar moretones, arañazos o heridas superficiales en la víctima, lo que sólo será tomado en cuenta como falta administrativa.
Sólo si el agresor vuelve a golpear al mismo familiar en el plazo de un año, éste podrá ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel, siempre y cuando el agredido logre demostrar los hechos, porque la Justicia no actuará de oficio en estos casos.
Antes de entrar en vigencia esta ley, el castigo penal por violencia doméstica implicaba hasta dos años de prisión o trabajos forzados, seis meses de detención y hasta 360 horas de servicios comunitarios, entre otras cosas. Si la sanción era leve la multa era de 40.000 rublos y penas de hasta tres o seis meses de cárcel.
La nueva normativa de penas administrativas para la violencia doméstica considera ahora una multa máxima de 30.000 rublos (328.000 pesos aprox), el arresto administrativo por un plazo de entre 10 y 15 días, y tres meses entre 60 y 120 horas de servicios comunitarios.
Violencia doméstica principalmente afecta a mujeres
Según cifras del ministerio del interior de Rusia, 2 de cada 3 de los casos de violencia domestica es contra las mujeres. En el 2015, por ejemplo, la Agencia Nacional de Estadísticas registró 49 mil 579 casos, de los cuales 35 mil 899 fueron mujeres las víctimas.
Según el centro ANNA, que ayuda a las mujeres víctimas de violencia, una mujer rusa tiene una probabilidad 2,5 veces mayor de ser asesinada por su marido que una estadounidense y cinco veces más que una ciudadana de la Unión Europea.
«El movimiento feminista no quiere que todos los hombre se vayan presos, sino que se sancione a quienes cometan penas y delitos contra las mujeres», destaca del Valle.
Sin embargo, la misma Iglesia Ortodoxa Rusa ha apoyado abiertamente la ley, aduciendo que el padre de familia debe ser respetado, de lo contrario los niños se desmadran, al tiempo que llamó a no seguir a pies juntillas los valores occidentales.
Críticas en el mundo
Ante las fuertes críticas que despertó la ley en Rusia y en el extranjero, el Kremlin llamó a no confundir los conflictos familiares con la violencia doméstica.
«Hay que diferenciar claramente las relaciones familiares de los casos de reincidencia. Si se lee el proyecto de ley, uno se da cuenta de que los casos de reincidencia sí acarrean responsabilidad» penal, dijo Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volódin, también consideró inaceptables las presiones del Consejo de Europa, que se dirigió por escrito a ambas cámaras del Parlamento ruso para expresar su preocupación.
Según activistas de derechos humanos, en las cárceles para mujeres rusas un porcentaje muy alto de las internas fueron condenadas por atacar a sus maridos tras ser objeto de continuas agresiones sin que la policía tomara cartas en el asunto.
La abogada chilena Silvana del Valle considera que esta ley es» peligrosa porque puede ser usada como referente, sobre todo en países donde todavía se permite la ablación (mutilación de organos) o como en Turquía que no se penaliza la violación dentro del matrimonio».