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La pregunta generó polémica en el censo. Muchos encontraron que no era aplicable a los hogares de hoy. ¿Por qué se hace entonces?
Este 19 de abril, en cada uno de los hogares censados una persona tuvo que asumir el rol de jefe de hogar, con el fin de ser el responsable de responder el cuestionario. Sin embargo, no había un criterio establecido para escogerlo, solo se especificaba un requisito: debía tener más de 15 años.
Pese a que la autoridad recalcó que la pregunta para efectos del censo buscaba definir las personas y hogares que había en una misma vivienda, en términos prácticos la pregunta incomodó a muchos, porque simplemente no sabían cómo determinarla. No solo parejas que comparten gastos en una vivienda, sino también amigos, hermanos o familiares que viven juntos y conviven sin tener ninguna relación jerárquica.
Paulina Donaire fue por segunda vez en su vida voluntaria del censo. «Es curioso ver cómo va cambiando Chile o al menos Santiago. Esta vez me correspondía un sector de casas que en mi anterior censo, del 92, ni siquiera existía en el mapa, solo como sector eriazo, y hoy hay más de 100 casas ahí. Familias grandes, medianas y otras chiquitas, parejas jóvenes sin hijos en que ella contestó como jefa de hogar. Otras con niños pequeños, abuelos, papás con hijos, mamás con hijas, un chico y su pareja gay, pareja con unión civil, y en otra hasta el pololo de la hija. Solo 18 casas y tantas historias, la diversidad de hoy en solo pocos pasos», comenta.
Luego de su experiencia, Paulina cree que el tema del «jefe de hogar» fue la gran pregunta de este año. «Me gustó cómo en tres casas en que vivían en pareja, ella, con toda propiedad, dijo ser la jefa de hogar. Incluso, en dos de ellas, inspiradas por su pareja. Ahí me hace más sentido el #NiUnaMenos. Sé que para muchos puede sonar absurdo, pero son esos pequeños grandes detalles que llenan el corazón y hacen mantener las esperanzas de que las cosas cambian para bien y la valoración hacia el rol femenino se está notando, más aún cuando un hombre de más de 50 me dice ‘ella es la jefa de hogar’. También duele cuando alguien más conservador, disimuladamente, apenas deja hablar a su señora y con voz fuerte dice ‘Yo contestó’. Hasta a mí me violentó, pero, claro, no podía opinar en aquello», comenta.
Mireya Valdebenito, gerenta general de la consultora de investigación social Demoscopica, cree que la pregunta es necesaria porque da cuenta de los cambios demográficos y sociocultarales de la población. «Esta es una pregunta subjetiva, es una decisión compartida donde el grupo familiar elige al jefe de hogar, no hay que verlo desde el punto de vista económico. Sería más fácil preguntar quién aporta más ingreso, como en otros estudios o encuestas, pero en este caso, al usarse como indicador una definición subjetiva, puede ser el que tiene más ingresos o quien toma las decisiones con respecto al hogar o administra los recursos», señala.
Para la especialista, la pregunta mide justamente el cambio de la sociedad. «Este rol hace unas décadas era preferentemente masculino, porque se relacionaba con los ingresos, pero ahora se le da importancia a otros roles dentro de la casa. Y con la respuesta se mide justamente el cambio en los roles de género, cómo cada vez se ven más mujeres como jefas de hogar, y hay nuevos tipos de toma de decisiones en cuanto al hogar. También existe una evolución etaria: no necesariamente las personas mayores son los jefes de hogar», asegura.
Valdebenito explica que esta es una medida estandarizada a nivel internacional. «Como siempre se ha usado el mismo indicador, se puede comparar en el tiempo y se ve cómo van cambiando los roles y cómo va aumentando la jefatura de los hogares de mujeres y de gente más joven, porque la pregunta tiene que ver con población, no con las características socioeconómicas del grupo familiar, como la Encuesta Casen, donde podemos ver que lamentablemente muchos hogares donde hay jefatura de mujeres son más vulnerables, porque pertenecen al grupo más pobre», sostiene.
Claudia Arce, que fue voluntaria del censo en Rancagua, da cuenta de este cambio. «De las casas que censé, me tocaron más mujeres que hombres jefas de hogar. En general fue una buena experiencia y la gente respondía sin problemas y era muy amable en general. Sí conocí casos de otras compañeras donde tenían matrimonios que no se ponían de acuerdo en quién tomaba ese rol», cuenta.
En redes sociales, la pregunta fue tema de debate y también los usuarios se lo tomaron con sentido del humor.
