¿Los baños deberán ser mixtos o no? Existen dudas sobre lo que dice la circular enviada por la Superintendencia de Educación y cómo se deberán llevar a cabo esas medidas, que ya han originado opiniones tanto a favor como en contra.
Polémica ha causado la circular 0768 que la Superintendencia de Educación envió a todos los establecimientos educacionales del país para reconocer el derecho a la educación de los niños trans y establecer normas para respetar su identidad de género.
Son seis medidas, de las cuales la relacionada con el uso de baños es la que ha generado más controversia. Según el documento, en la utilización de servicios higiénicos «se deberá dar facilidades a los niños trans para el uso de baños y duchas de acuerdo a las necesidades propias del proceso que estén viviendo, respetando su identidad de género. Las adecuaciones podrán considerar baños inclusivos u otras alternativas previamente acordadas».
Esto no quiere decir que los baños deban ser mixtos como algunos han señalado, pues depende de cada establecimiento determinar cómo implementar el uso de los servicios higiénicos para respetar la identidad de género de cada estudiante.
«Hemos visto diferentes tipos de prácticas: hay colegios que utilizan baños sin género, que son baños mixtos, hay colegios que designan por un tiempo, acordando con los niños y los apoderados, la utilización de los baños de los profesores, hay una serie de medidas que se tienen que ajustar. No se está pidiendo desde el Ministerio de Educación que se construyan nuevos baños», explicó en Mega Andrés Soffia, coordinador de la Unidad de Inclusión y Participación Ciudadana del Mineduc.
Pese al revuelo que ha causado, estas medidas llevaban tiempo siendo trabajadas para lograr que los niños trans pudieran acceder a la educación como cualquier otro menor.
Mónica Flores, presidenta de la Fundación Renaciendo y mamá de una niña trans, explica que hace más de un año se reunió personalmente con la ministra del ramo para iniciar un trabajo en conjunto. «Ella efectivamente se conmovió mucho con nuestros relatos. Era algo que ella conocía, pero no muy en profundidad, entonces cuando le hablamos de nuestras historias y conoció un poco la vida de nuestros hijos, consideró que era un tema del que tenía que hacerse cargo. Y ya venían trabajando con otras organizaciones, por acuerdos internacionales que había firmado Chile, venía siendo un tema lo de la identidad de género, pero no había nada concreto aún», señaló Flores.
Renaciendo se integró entonces a una mesa de trabajo que buscaba elaborar una circular cuyo objetivo era «dar directrices a los colegios para incluir a nuestros niños en el espacio escolar, en todas las áreas, de lo más mínimo, como que es su nombre social en las pruebas hasta en el ingreso al baño».
Fueron varias organizaciones de la sociedad civil que participaron para hacer un tratamiento único sobre el tema, como Fundacion Iguales, Movilh, Fundación Transitar, Organizando Trans Diversidades (OTD Chile), entre otras, que entregaron un mismo documento.
La autoridad confirma que el texto proviene de un proceso participativo y no solo de las organizaciones ligadas al tema. «Esta circular no surge de la nada, viene a impulsar las acciones que muchos establecimientos venían realizando. Nosotros directamente como Ministerio de Educación recibimos hace muchos años solicitudes de apoyo y de orientación con respecto a si las medidas que estaban implementando eran las correctas o no. Y lo que hacemos ahora, en base a las conversaciones que tuvimos con ellos, es hacer un reordenamiento normativo para poder fortalecer las iniciativas que ellos ya estaban tomando y para que los que no han hecho nada, las puedan implementar a partir de ahora», sostuvo Soffia.
Qué dice la circular
La circular, que es obligatoria pues los colegios que no respeten lo establecido están sujetos a sanciones administrativas, se envía bajo el contexto de disposiciones que regulan «los derechos de niños, niñas y estudiantes trans en el ámbito de la educación».
Para eso, define el género de una persona como «los roles, comportamientos, actividades y atributos construidos social y culturalmente en torno a cada sexo biológico, que una comunidad en particular reconoce en base a las diferencias biológicas».
A partir de ahí, explica que identidad de género es una “vivencia interna e individual del género tal como cada persona se siente profundamente, la cual podría corresponder o no al sexo asignado al nacer“.
A su vez la expresión de género es «cómo una persona expresa su identidad de género» y trans son las “personas cuya identidad y/o expresión de género no se corresponde con las normas y expectativas sociales tradicionalmente asociados con el sexo asignado al nacer“.
El documento luego reconoce como orientaciones la dignidad del ser humano, el interés superior de los niños, la no discriminación arbitraria y la buena convivencia escolar para toda la comunidad educativa, incluidos los estudiantes trans.
Para ello se les garantizan una serie de derechos como acceder a los establecimientos, permanecer en el sistema educacional, recibir una educación que les ofrezca oportunidades para su formación y desarrollo integral, derecho a participar y expresar su opinión libremente, a recibir una atención adecuada en caso de necesidades especiales, a no ser discriminados, a que se les respete su integridad física y sicológica, a que exista un ambiente de respeto mutuo, y a expresar la identidad de género propia y su orientación sexual.
Estos derechos deben ser respetados y asegurados por «los sostenedores, directivos, docentes, educadores, asistentes de la educación y otras personas que componen a la comunidad educativa» y deben tomar las medidas necesarias para que se garanticen.
El documento también marca las pautas sobre cómo se debe proceder para solicitar al establecimiento educacional el reconocimiento de la identidad de género y las medidas de apoyo y adecuaciones pertinentes.
Primero los padres deberán solicitar una reunión con la máxima autoridad educativa del establecimiento, «quien tendrá que dar las facilidades para concretar dicho encuentro en un plazo no superior a cinco días hábiles, que deberá ser registrado por medio de un acta simple, que incluya los acuerdos alcanzados, las medidas a adoptar y la coordinación de los plazos para su implementación y seguimiento”.
Además la circular establece que “toda medida deberá ser adoptada con el consentimiento previo de la niña, niño o estudiantes, y su padre, madre, tutor legar o apoderado, velando siempre por el resguardo de su integridad física, psicológica y moral”.
En síntesis, los establecimientos educacionales deberán implementar seis medidas concretas:
Una nueva mirada
Además de estas medidas obligatorias, los colegios pueden implementar otras normas mientras estén a favor de los derechos de los niños trans y se les respete su identidad de género.
Andrés Soffia explicó que «hemos evidenciado en los últimos años de niños y niñas y estudiantes trans que a la hora de querer hacer efectivo su derecho a la educación son discriminados no solamente en el acceso al sistema educativo si no en la trayectoria educativa».
Según el encargado de inclusión del Mineduc, muchos estudiantes trans han tenido que retirarse de los establecimientos educacionales porque «son victimas constantes de violencia y discriminación solamente por tener una identidad de género distinta».
«Nosotros lo que tenemos que hacer, independiente de que no haya una regulación legal para la identidad de género, es que cualquier niño, que esté en una situación de tránsito, no pierda el derecho a la educación. Tenemos que resguardar el derecho de la educación de todos los niños, independiente de las características personales».
A su vez Mónica Flores cree que los cuestionamientos a esta circular vienen principalmente de no saber del tema. «Creo que muchas de las aprensiones que existen en la comunidad escolar, como de los apoderados, tiene que ver con que hay un desconocimiento. Nos hemos dado cuenta que cuando uno expone el tema, lo explica, hay un cambio en la mirada. De hecho discutimos muchas veces que la circular tenía que ir acompañada de un espacio de capacitaciones, respecto a las orientaciones técnicas, pero creo que tiene que ver con los prejuicios, valores, creencias y también hay un tema religioso», enfatiza.
La preocupación existe por el futuro de los niños trans. «En la realidad pasa, sobre todo a los adolescentes, que hay violencia, rechazo, muchas veces institucional. 7 de 10 niños temen ir al colegio ya que se sienten discriminados, no solo con los pares, sino tanto a nivel de comunidad educativa, y eso también pasa por no haber conversado el tema con el colegio», señala la presidenta de la Fundación Renaciendo.