La información entregada por el panelista de Bienvenidos generó una rápida alerta de las autoridades sanitarias. Un reportaje del medio El Español reveló los peligros del clorito de sodio y los efectos negativos para la salud. Además investigó sobre el origen del MMS y cómo incluso sus creadores lo transformaron en una especie de iglesia para poder comercializarlo libremente en internet.
El 30 de abril de este año Elespañol.com denunció lo que llamó un fraude contra la salud. Se trataba del MMS, la lejía vendida como medicamento milagroso para curar desde el cáncer al autismo. Un reportero del medio se hizo pasar por un paciente que requería el producto, cuya venta como fármaco es ilegal en España y demostró que no solo no sirve para nada, si no que puede causar serios efectos en la salud.
En Chile, este cuestionado producto fue ampliamente valorado por el conocido médico Ricardo Soto en el matinal Bienvenidos de Canal 13. El especialista comentó los supuestos beneficios del “Miracle Mineral Solution” (MMS). Sin embargo, rápidamente surgieron las alertas de científicos y autoridades sanitarias que advirtieron que se trata de un elemento tóxico y no apto para el consumo humano.
El polémico producto es dióxido de cloro, una solución al 28% de clorito de sodio y agua destilada que se vende por internet como una supuesta cura para enfermedades como el cáncer, el VIH y otras dolencias.
La autoridad tuvo que salir a advertir en ese momento que su consumo podía causar graves problemas de salud y que no estaba registrado como un medicamento.
Lo paradójico fue que durante la emisión del programa, el periodista Polo Ramírez, tras una serie de testimonios presentados en una nota grabada, le preguntó al experto por su efectividad. «De dónde surge su propia convicción en relación a este producto, porque si uno escucha lo que ha dicho FDA en Estados Unidos, acá también en el caso de Chile, el ISP, que recomienda simplemente que la gente no consuma y no utilice este tipo de productos, ¿de dónde surge su convicción, a partir de qué evidencia?”.
Ante la consulta del comunicador, el Dr. Soto aseguró: «La evidencia no la tengo y le agradezco mucho su consulta porque yo no he visto, como acabo de declarar, un consultante que haya empezado a tomarlo y haya visto su evolución como para yo evaluarlo y considerar que es una experiencia (…) No hay estudios científicos bien realizados que yo conozca al menos, de experiencias largas”.
Tras estas declaraciones la reacción de televidentes a través de las redes sociales no se hizo esperar e incluso se sumaron más de 50 denuncias al CNTV.
Por su parte, el ISP publicó una nota informativa de seguridad sobre el clorito de sodio y otros productos a los que se les atribuye propiedades «milagrosas».
La Seremi de Salud negó los beneficios de este peligroso producto e indicó que “activará los protocolos debido a que es un producto comercializado ilegalmente” e intentaran evitar que esta sustancia sea vendida.
Tras el revuelo y denuncias, el matinal Bienvenidos entregó una declaración pública:
“El doctor Ricardo Soto planteó en un segmento de Bienvenidos información acerca del mineral MMS y su uso, con testimonios de pacientes.
“Esta información fue contrastada en su minuto por los panelistas del programa, también se plantearon textualmente varias de las críticas que surgieron en redes sociales a este planteamiento.
“En ningún caso en el programa se recomienda o se ha recomendado usar sustancias o medicamentos sin la supervisión profesional correspondiente. Esta advertencia se realizó en pantalla, en repetidas ocasiones durante la emisión de ese segmento.
“Debido al interés provocado por el tema, mañana lo abordaremos con especialistas de salud pública durante la emisión de nuestro programa”.
La denuncia contra el MMS en España
Christian Constán Aguilar relató a El Español que descubrió en el 2013 el MMS. Su madre llevaba veinte años aquejada de una artritis reumatoide severa, lo había probado todo y estaba desesperada. Quizás por eso, se dejó guiar por los consejos de una conocida, quien le recomendó que probase aquel líquido transparente, el MMS o clorito de sodio. No le sirvió para nada.
Cuando su madre le dijo de qué se trataba aquel producto, a Christian le sonó todo muy extraño. “Ante la desesperación y los dolores que padecía, ante la batería de inyecciones, e incluso operaciones en las manos, dijo, voy a probar esto”.
En menos de un mes, los efectos adversos se comenzaron a manifestar: sequedad de piel, úlceras en la córnea de los ojos, vómitos, náuseas, diarreas: “Recuerdo que quedó ronca. Perdió la voz durante algunos días. Entonces, mi pareja y yo le explicábamos que eso no podía ser, que se estaba llenando el estómago de lejía. Me parece que ahí sí que se asustó. Para que entrara en conciencia, nos sentamos con ella y le enseñamos el aviso que había lanzado la Agencia Española del Medicamento sobre el MMS”.
Hace 7 años, una alerta lanzada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios fue el detonante de que se prohibiera el MMS para uso médico. Supieron que el producto se estaba vendiendo por internet a través de una denuncia particular y de las autoridades sanitarias de Canadá. Decía así: “Este producto, cuando se consume siguiendo las instrucciones dadas por las citadas páginas, produce efectos adversos que pueden ser graves. El clorito de sodio, en solución acuosa y cuando se administra en las condiciones indicadas, se transforma en ácido cloroso que se degrada a dióxido de cloro. Todas estas sustancias tienen una acción oxidante fuerte, y su consumo directo en esas condiciones puede producir dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y metahemoglobinemia”.
La madre de Christian Constán tras el desengaño con todos estos productos, ya que no tuvo ningún efecto positivo en su salud, dedica ahora su tiempo libre a estar con la familia, a cuidarse y a relajarse. La artritis reumatoide no se fue, pero ella trata de disfrutar de uno que otro viaje, de las reuniones con los amigos. En definitiva, de la vida.
El origen del MMS y los fundadores de la gran mentira
La historia de este producto tan nocivo para la salud como ilegal comienza con Jim Humble, un tipo que dice ser ex ingeniero aeroespacial de la NASA. De la nada, como por arte de magia, había inventado un producto milagroso. Decía tener en su poder la cura contra la malaria. Sin ninguna base ni estudio había logrado lo que cientos de científicos no habían conseguido antes.
En el año 2010, la vida de dos personas en Canadá estuvo en peligro por ingerir este producto. El país decidió ilegalizarlo. Poco después, emitieron la advertencia internacional que ocasionó que las autoridades sanitarias españolas hicieran lo propio.
Humble se declaró a sí mismo chivo expiatorio de una conspiración contra sus métodos. Entonces se le ocurrió el modo de continuar con la farsa: había que convertir el MMS en una iglesia. Genesis II era, desde ese momento, una especie de secta del MMS, y Humble su “obispo”. Era un modo de eludir el límite legal para poder seguir comercializando la falsa lejía milagrosa.
“Sirviéndose de la ley de libertad de culto, lo vende como producto de culto milagroso”, explican en El Español. Por si las moscas, Humble y otros pseudocientíficos españoles que son idolatrados por sus seguidores promocionan el producto ocultos en México, lejos de las autoridades.
A partir de ahí, sus ideas viajan a Europa a través de tipos como Andreas Kalcker, un médico alemán que se tuvo que sentar en el banquillo por las denuncias. De él tomó sus ideas Josep Pàmies, otro pseudocientífico quien hoy es el principal promotor de este producto y de otros como la stevia y el kalanchoe en España para curar toda clase de dolencias sin ninguna base científica que lo respalde.