Nunca pensó en decir que no. A pesar de que ella sabía lo que provocaría en la conservadora sociedad colombiana, sacarse fotos con los pechos al aire, representando a Jesús en La Última Cena. Ese escándalo fue de proporciones, la catapultó a la primera línea del espectáculo y la transformó en una abanderada de la libertad de prensa y de expresión. «Para mí, como periodista, eso es invaluable», dijo la comediante que estará el próximo 24 de febrero en la Quinta Vergara.
La rechazaron de 18 castings para telenovelas. En marzo de este año cumple 40 años y está casada desde hace 13 con Miguel Jaramillo, con quien se fue a vivir a los cinco días de haberlo conocido. Juntos, han decidido no tener hijos. “No quiero sacrificar mi libertad, soy feliz como soy”, ha dicho Alejandra Azcárate, la comediante colombiana que se subirá al escenario de la Quinta Vergara el próximo sábado 24 de febrero.
La Azcárate, como también le dicen, es polémica. Muy. Comenzó su carrera el año 2002 como reportera de un canal de noticias. Fue locutora de radio y hasta incursionó en la actuación, participando en teleseries y series. Ha sido jurado de concursos de talentos y desde el año 2010 que su carrera dio un giro hacia la comedia. Pero las controversias parecen seguirla, dedíquese a lo que se dedique.
Una de los primeros escándalos de esta periodista, llegó un día del año 2005, cuando dijo que sí a posar en topless para la revista SoHo, una publicación que se define como “revista para hombres con las mujeres más lindas”.
Claro que el escándalo no fueron sus pechos desnudos: la polémica se produjo en el seno de la sociedad católica colombiana, ya que en las fotos aparecía Alejandra representando a Jesús de Nazaret, incluyendo una fotografía en la que se reprodujo La Última Cena de Leonardo da Vinci.
El debate se instaló. Por un lado, los más conservadores, que odiaron las imágenes, calificándolas de falta de respeto. Y por otro, los progresistas, quienes, como la comediante, defendieron la libertad de expresión.
«Nunca me he caracterizado por ser una boba, así que no voy a negar la realidad: desde que me hicieron la propuesta de encabezar una reproducción fiel de La Última Cena, pero en topless, sabía que se iba a desatar la polémica. Desde el principio, me dijeron que necesitaban una mujer que no solo les diera las características físicas para lo que querían, sino que estuviera preparada para manejar todo lo que se podía venir. Ya antes me habían ofrecido hacer topless en otros contextos, pero al saber que era una producción seria, con un tema polémico y un fotógrafo bueno, no lo dudé», cuenta la propia periodista en una columna publicada un tiempo después en la misma revista SoHo, titulada Lo que me pasó por… Ser la protagonista de La Última Cena.
En el mismo artículo, la profesional cuenta que todo estalló mientras ella estaba de viaje en Nueva York. “Me llamaron de cuatro emisoras en una sola tarde, todo el mundo quería una entrevista, pero ninguna de las llamadas era para hablar de lo buenas que eran las fotos, sino en tono de la mierda que se armó», cuenta.
Luego vino lo más difícil. Las cosas no se quedaron sólo en el debate, sino que llegaron a los tribunales. “El tema de la Iglesia nunca me preocupó tanto: no solo nunca me dijeron que estaba excomulgada o que no podía entrar a una iglesia, sino que yo creo tanto en Dios que sabía que el hecho de que me excomulgaran no me iba a afectar. Lo que jamás me imaginé era que todo esto llegara a estrados judiciales. Me sorprendí bastante cuando me dijeron que teníamos que buscar abogados para presentarnos ante la Fiscalía, y mucho más cuando nos encontramos con que los que impusieron las demandas no eran miembros de la curia, sino laicos. Luego nos dimos cuenta de que esos particulares en realidad estaban detrás de otras cosas: publicidad en la revista, publicaciones de artículos o simplemente plata”, relata La Azcárate.
El tema legal duró un año y se solucionó a favor de Alejandra, la revista y la libertad de expresión. “A pesar de todo esto yo estuve firme. Fui a seminarios, conferencias y universidades y, hoy por hoy, sigo pensando lo mismo que pensaba entonces: uno no puede comprar o tener una suscripción de una revista, abrirla y sentirse ofendido. Todo el mundo sabía lo que había dentro de esa edición. La revista no se repartió gratis, no fue un panfleto que entregamos en los colegios: el que lo vio fue porque pagó por verlo”, concluye. Y agrega: «Me siento orgullosa de haber hecho parte de SoHo. Eso permitió convertirme en una abanderada de la libertad de prensa y de expresión. Y para mí, como periodista, eso es invaluable».
Otras polémicas
Esta controversia no es la única que ha protagonizado esta colombiana, pronta a debutar en un escenario tan importante como la Quinta Vergara. Existen artículos en diario y revistas que hacen resúmenes de sus polémicas.
Por ejemplo, su burla a las mujeres gordas. En 2012, la también actriz escribió un artículo para la revista Aló, en el que Azcárate hace una burla de las mujeres gordas y las trata con ironía. El texto causó revuelo nacional y muchas personas con sobrepeso de la vida pública arremetieron contra la actriz. Azcarate pidió perdón por decirles ‘gordas’ y acusó que el país tiene problemas más serios que ese.
Luego se dio un beso con un hombre mayor en el programa ‘Colombia Tiene Talento’. En el reality, participó un hombre de la tercera edad. Después de terminar su acto, Alejandra le pidió que se acercara a los jurados y tras preguntarle si era un hombre casado le dio un pico en la boca. Como el hombre había confirmado que sí tenía esposa, la en ese entonces jurado del programa estuvo en boca de todo el país por besar de un anciano, el cual estaba casado.
En el programa de RCN ‘Descarate sin Evadir’, el invitado fue el cantante Maluma. En medio del programa, al artista le pusieron unos papeles mojados sobre su cuerpo y las dos presentadoras debían quitar los papeles con la boca. Por el horario y el público al que está enfocado el programa, las dos presentadoras fueron bastante criticadas.
Críticas que también le llovieron tras aparecer en un video cuestionando fuertemente el proceso de paz y argumentando que ella no podría perdonar a ningún guerrillero. El video lo hizo público el expresidente Álvaro Uribe, lo que hizo que Alejandra se molestara bastante y por medio de un comunicado explicara que ni la persona que repartió el video ni Uribe tienen el derecho de usar su imagen y afirmó que no es partidaria de ningún partido político.
Su última polémica sucedió el año pasado, cuando subió un video a su cuenta de Instagram. En él se burla de su vecino de avión japonés. “Siento la imperativa necesidad de contarles que mi vecino tiene una chucha, que yo no les puedo explicar”, dice y se larga: durante los segundos que dura el video, que compartió con la descripción “FO”, la humorista habla del mal olor de su vecino japonés, e incluso intercambia algunas palabras con él, quien al parecer no entiende lo que dice la colombiana.
Si bien a algunos les causó gracia el video de la Azcárate, hay otros que lo consideran inapropiado y creen que es una falta de respeto. Es que ella es así, no logra pasar desapercibida sin que un escándalo la siga. Veremos qué pasa en Viña.