La protagonista de Una Mujer Fantástica explicó que no le interesaba responderle ni al ex candidato presidencial ni al Senador Manuel José Ossandón.
«Yo le voy a ayudar al Senador (Ossandón): Daniela Vega es hombre. También voy a apoyar al Ministro: la mayoría de los jueces en Chile son de izquierda. Hay que tener vergüenza para robar y mentir, pero no para decir la verdad, menos cuando se habla y se respeta a la persona», señaló Jose Antonio Kast en una columna para La Tercera que tituló: “Una verdad incómoda”.
Esta es la respuesta a lo ocurrido el domingo en el programa Estado Nacional de TVN donde la conductora Andrea Arístegui le preguntó al senador Manuel José Ossandón si él consideraba que ¿Daniela Vega era hombre o mujer?
Tras intentar responder unos minutos, el legislador contestó “es que no me lo planteo de esa manera (…) porque no sé, porque a mí no me interesa, no ando diciendo quién es quién”.
El ex candidato presidencial, supuestamente, intentó ayudar a Ossandón explicándole lo que no pudo responder. “Afirmar que un hombre es hombre, aunque sienta la profunda convicción de que es mujer, no debe ser objeto de reproche, si se hace con respeto y si se aborda con soluciones concretas y no con populismo legislativo”, señaló.
Y agregó que «el temor a la camotera pública, en el primer caso; y la rectificación para hacer control de daños, en el segundo; son una muestra evidente de la falta de verdad y sinceridad que caracteriza a los dirigentes políticos chilenos y que los tiene a merced de una pequeña elite de influyentes que buscan imponer sus verdades, su ideología y su forma de pensar al resto de las personas» reprochándole a Ossandón que no fuera claro con la respuesta que dio en el programa de TVN.
Además aclaró que: «Oponerse a la Ley de Ideología de Género no tiene nada que ver con maltratar a las personas transexuales ni privarlas de su dignidad. Afirmar que un hombre es hombre, aunque sienta la profunda convicción de que es mujer, no debe ser objeto de reproche, si se hace con respeto y si se aborda con soluciones concretas y no con populismo legislativo. ¿Por qué no evitar los problemas que generará el cambio registral estableciendo un registro de género? ¿Qué va a pasar con las cuotas, con la edad de jubilación, con las prestaciones de salud y con el matrimonio, si se altera la identidad sexual mediante este cambio administrativo? Esas son las preguntas que deberíamos estar contestando, más que prohibir el debate de aquellos que pensamos distinto a la mayoría progresista dominante».
Daniela Vega tras se consultada por la columna que escribió Kast y la respuesta de Ossandón, respondió categórica, “Yo estoy a otro nivel. No me interesa responderle a ellos”.