«Muchas personas y, crecientemente, mujeres, vienen porque están estudiando la posibilidad de comprarse un arma y quieren ver si es o no para ellas. O ya tienen una porque su marido la compró y quieren aprender a usarla», explica Alejandro Rocafort, presidente del Club de Tiro La Reina.
Las mujeres están buscando múltiples opciones para defenderse contra la violencia y pareciera que buscan prepararse para usar armas. Sin embargo, según la experiencia internacional, mientras más armas circulen entre la población, más delitos violentos se generan. También crece el riesgo de que caigan en manos equivocadas.
De acuerdo a cifras entregadas por Alejandro Rocafort, presidente del Club de Tiro La Reina, en los últimos cinco años han aumentado en un 40% las mujeres que se han inscrito para hacer un curso de tiro. En su mayoría se trata de mujeres mayores de 30 años y jefas de hogar.
De acuerdo a los números entregados por el Club de Tiro La Reina y hablando de solo de cursos de tiro, el comportamiento anual fue así:
2013: 234 cursos de los que 26 cursos fueron para mujeres
2014: 285 cursos de los que 35 cursos fueron para mujeres
2015: 410 cursos de los que 89 cursos fueron para mujeres
2016: 510 cursos de los que 189 cursos fueron para mujeres
2017: 625 cursos de los que 250 cursos fueron para mujeres
2018: a la fecha 285 cursos de los que 130 cursos fueron para mujeres.
Si bien el club es un recinto donde se practica tiro como un deporte, cada vez hay más gente que llega a hacer el curso como método de defensa personal. «Muchas personas y, crecientemente, mujeres, vienen porque están estudiando la posibilidad de comprarse un arma y quieren ver si es o no para ellas. O ya tienen una porque su marido la compró y quieren aprender a usarla», explicó.
Frente a esta realidad, tener un arma de fuego en la casa y no saber usarla es «sumamente peligroso» sostiene Rocafort. «No se trata tampoco de llamar al uso de ellas, sino que si se tomó la decisión de adquirir una por una tema de seguridad es de vida o muerte el saber cargar y disparar, además de técnicas de legítima defensa para saber actuar ante la eventualidad de enfrentarse a un hecho delictual».
Y agrega: «Este aumento en la participación de las mujeres inscritas en nuestro club de tiro no significa un aumento en la compra de armamento, ya que en muchos casos usan el arma que está en su casa o heredan una».
Tampoco las armas de fuego necesariamente significan una disminución en la delincuencia. El sociólogo mexicano René Jiménez Ornelas lo explica bien: «El miedo que se experimenta a nivel social de manera cotidiana crea ciertas reacciones entre los ciudadanos, por lo que, de portar armas de fuego, habría más agresiones, golpes y peleas con pistolas, que son para usarse».
Según Mónica Gerber, investigadora Coes y de la U. Diego Portales, cuando las personas se sienten vulnerables buscan cómo aumentar la seguridad, pero esa percepción de vulnerabilidad se relaciona con un discurso que ronda en la sociedad y no necesariamente en la realidad. “Los medios de comunicación que muestran delitos violentos tienen injerencia en esta percepción. Lo que ocurre es que la inseguridad vende, y las imágenes violentas quedan como ejemplo de lo peligroso que está Chile, aunque las estadísticas muestren lo contrario”, señaló.
Según la Dirección General de Movilización Nacional —que controla las armas una vez que entran al país— existen 815.071 armas inscritas en Chile. El grueso de ellas se encuentran en la Región Metropolitana, donde hay 374.183 armas, y luego le sigue Valparaíso con 91.711; Biobío, con 80.383; Maule, con 53.091; O’Higgins, con 49.435; y La Araucanía, con 48.070. Sólo en el 2017, se registró un total de 6.639 armas inscritas, mientras que las cifras de victimización llegan a su más alto nivel en los últimos cuatro años.
Hasta fines de 2017 había 752.352 armas de fuego legalmente inscritas en todo el país, lo que no significa que ese número de personas tenga una pistola, un rifle o un revólver, pues hay centenares de deportistas que tienen hasta cinco artefactos.
El artículo 5º de la Ley de Armas explicita que cada una de ellas deberá ser inscrita a nombre de su «poseedor o tenedor ante las autoridades indicadas en el artículo anterior. En el caso de personas naturales, la autoridad competente será la que corresponda a la residencia del interesado y en el caso de las personas jurídicas, las del lugar en que se guarden las armas».
En conversación con Braga Alejandro Rocafort detalló por qué ve como un fenómeno el aumento en la preparación del uso de armas en mujeres.
– ¿A qué se debe el aumento de mujeres en estos cursos?
A que se ha entendido o se esta entendiendo, que si hay un arma en una casa, tanto el padre como la madre deben capacitarse en la correcta manipulación del arma, pues aveces la madre esta sola, y debe saber como utilizar el arma si es que tienen una.
Junto a lo anterior, hay otro grupo de mujeres, que simplemente viven solas con sus hijos, y ellas están haciendo cursos de tiro y decidiendo la compra de un arma para protegerse.
– ¿Las mujeres que realizan estos cursos, lo hacen en respuesta a haber vivido un hecho delictual?
No necesariamente ellas han vivido un hecho delictual en forma directa, pero pueden haber presenciado uno, o pueden haber tenido una persona cercana la cual ha sido víctima de delitos (vecinos, hermanos, padres, amigos, etc.)
Todo lo anterior junto a los noticieros, incrementan la sensación de inseguridad y deciden aumentar sus posibilidades de defensa y prevención.
– ¿Se les solicita permiso de uso para prácticas o se deben realizar estas prácticas para tener el permiso?
No se requiere ningún «permiso» para poder hacer un curso, lo que exige el club de tiro La Reina es el Certificado de Antecedentes para Fines Especiales del interesado (Lo Cual es la parte penal de la persona y lo otorga el Registro Civil. Si ha cometido delitos, robos, crímenes, obvio no le haremos ningún curso de tiro)
Junto a lo anterior le informamos de los participantes a la PDI y a Carabineros de Chile, de forma que los re chequeen
– Se habla que a veces es más peligroso tener un arma que no tenerla, ya que la pueden robar o incluso usar en tu contra o la de tus seres queridos ¿Cuáles son las precauciones?
Simplemente hacer cursos de tiro y realizar prácticas periódicas (mínimo 1 vez al mes o 1 vez cada 2 meses).
De esa forma la persona sabrá usarla y podrá en primer lugar amedrentar a los delincuentes de forma que desistan de su ilícito, o enfrentarlos si tratan de agredir a uno de los tuyos o a ti mismo.
Lo realmente peligroso es tener un arma sin haber recibido una capacitación o curso adecuado y profesional
– ¿Qué recomiendas, usar un arma y en qué casos?
El ideal es nunca tener que usar un arma en contra de nadie. Sin embargo antes los hechos de delincuencia que está viviendo el país y el alto número de armas inscritas, no se puede negar que ellas están en miles de hogares en Chile. Y allí es donde surge la necesidad de hacerle entender a la población que sí o sí deben saber manejar un arma de manera correcta.
Entonces, cuando ya tomaste la decisión de tener una y estas capacitado para usarla (a través de cursos y prácticas en el tiempo), tendrás una opción más en la seguridad de tu hogar y de los tuyos. Y en ese caso, si tienes suerte y puedes llegar al arma en una situación de delincuencia como las ocurridas en los últimos días, podrás desde amedrentar haciendo uno o varios disparos controlados de forma que los delincuentes abandonen tu hogar, hasta simplemente enfrentarte a ellos en mejores condiciones si estos delincuente deciden agredir a uno de los tuyos o a ti mismo