«El color verde no representa a ninguna tendencia política», dice Gema Ortega, vocera de la Coordinadora Feminista en la Lucha, convocantes a la sexta Marcha por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito el próximo 25 de julio, para explicar por qué se decidieron por el mismo color que las Argentinas. Además se espera una gran convocatoria.
Se conversó entre distintas organizaciones feministas. Y aunque hubo alguna confusión con el color burdeo, finalmente la Coordinadora Feminista en la Lucha, se decidió por la pañoleta verde. “Sumándonos a una campaña latinoamericana que ya lleva casi treinta años”, explica Gema Ortega, vocera de la agrupación que convoca por sexto año a la Marcha por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito el próximo 25 de julio.
“Este año nuestro lema es “No bastan tres causales”, entendiendo que nosotras siempre hemos postulado que el aborto libre es la solución para la mayoría de las mujeres y que estas tres causales solo se remiten a casos muy específicos. Además para la pañoleta verde llamamos a través de nuestras redes a un concurso de logos, al que nos llegaron más de 35 diseños. En reunión con las distintas organizaciones y coordinadoras feministas, escogimos un logo que representa también la campaña que nosotras vamos a lanzar”, explica la vocera.
Esa campaña busca, “a diferencia de otros países, aportar al debate sobre el aborto libre, más allá de la institucionalidad. Queremos que esta pañoleta represente, en parte, la lucha histórica que hemos tenido las feministas por el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos”.
– ¿Por qué verde? ¿Para unirse a la argentinas?
El Color verde lleva un tiempo decidido, desde el 2005, y esta decisión fue tomada anterior al Sexto Encuentro Latinoamericano de feministas y, en parte, se decide tomar el color verde, porque no representa a ninguna tendencia política. En este caso, nosotras sí creemos que es importante unirnos al triunfo de las compañeras argentinas, pero entendiendo también que el color verde, va mucho más allá de su caso.
Miranda González Martin, antropóloga e integrante de la campaña «educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir» en Argentina, coincide con Gema: «El violeta es el color del feminismo y está muy extendido; el naranja lo suele usar la Iglesia; el rojo los partidos políticos de izquierda y el azul lo ha usado históricamente el justicialismo. En ese espectro de colores visibles, el verde era un color que no estaba usado», explicó.
Volviendo a Chile, el logo que llevará el pañuelo fue realizado por Carolina Leria y “representa la urgencia de la lucha feminista, la urgencia de la lucha por el aborto ahora. Son dos mujeres y una bandera, y en la bandera dirá ¡Aborto Ya!”.
– ¿Creen que esta convocatoria será más masiva que otros años? ¿Puede haber influido de manera positiva haber visto a la marea verde argentina?
Nosotras hemos visto que durante los años, cada día se suman más mujeres a la lucha por la decisión sobre nuestros cuerpos. También creemos que no sólo el caso de Argentina, sino también el de Irlanda y sobre todo la ola feminista que se ha llevado a cabo a través de tomas en las universidades y colegios, pueden sumar más compañeras a la lucha. Sin embargo, también hay que recordar que años anteriores nuestra convocatoria ha sido bien masiva. Y, sobre todo, nos alegra que no sólo se da en Santiago, sino que se da a nivel nacional, con distintas instancias en las distintas ciudades del país.
La joven argentina que inspiró los pañuelos
En Argentina, los pañuelos tienen un especial significado para las mujeres porque hacen alusión a las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo. Tomando ese elemento y su pasión por la pintura y el feminismo, la estudiante de derecho, Lola Morgulis, de tan solo 18 años, fue quien inspiró lo que hoy es un potente símbolo de la lucha feminista.
«En Facebook encontré la página por el derecho al aborto legal en México, me gustó mucho el logo que habían elegido y lo dibujé en una hoja. Tardé 15 minutos en hacerlo, entonces agarré un pedazo de tela, lo corté y cosí con forma de pañuelo, y le dibujé encima el diseño. Me lo puse como pañuelo y me saqué una foto diciendo ‘les doy todo mi apoyo, me alegra mucho que estén haciendo este movimiento’. Me respondieron muy emocionadas contándome que era el primer pañuelo físico que existía, y compartieron las fotos en Twitter. Tuvo mucha repercusión, se hizo viral, y me fui contactando, de la misma manera, con otros países”, contó Lola a Clarín hace un par de días.
La cuarta ola feminista, o la llamada ‘revolución de las hijas’, parece viralizarse por tuits y posteos de Facebook. Incluso los colores y consignas, se debaten en grupos cerrados, y se definen por la votación de los participantes. Así ha sido en toda Latinoamérica.
Claro que tras la media sanción del aborto libre en Argentina, la ola de los pañuelos se viralizó con fuerza. A México le siguieron Chile, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Perú. Le fue yendo mejor y mejor y empezaron a llamar a Lola desde medios de comunicación, páginas y Centros de Estudiantes para actividades de difusión.
“A las campañas latinoamericanas les interesó que yo fuera probando distintos modelos de pañuelos y acepté. Desde Colombia, por ejemplo, me pasaron el modelo, tuvo un par de reformas, le cambiaron cosas, cambiaron ‘la maternidad será deseada o no será’ por ‘el embarazo será deseado o no será’ para que sea más inclusivo para la comunidad de personas trans que tienen cuerpos gestantes y, por ejemplo, cuando hablé con Chile no se ponían de acuerdo sobre qué color hacer el pañuelo, luego lo cambiaron a verde. Yo no elijo el diseño ni el logo ni el color, solo hago los pañuelos y los difundo”, relató Lola.