Tras más de 100 días de toma
La toma feminista en la Upla comenzó con el objetivo de exigir a las autoridades una educación no sexista y un protocolo contra el acoso. Sin embargo, desde la Asamblea de Mujeres señalan que la respuesta de las autoridades ha sido «dilatar los dos primeros meses de movilización, lo que posteriormente se ha transformado en un ir y venir de respuestas y contra respuestas repetitivas, quebrando el diálogo en la última reunión, de forma pública, con la entrega impuesta de una carpeta sin cabida a reparos y proclamando con esto el fin de la movilización».
La Asamblea de Mujeres y Disidencias de la Universidad de Playa Ancha (Upla) en Valparaíso, informó por medio de un comunicado el inicio de una huelga de hambre en la toma feminista, la única en todo el país que todavía sigue en pie y que lleva más de 100 días.
«Estamos cansadas de ser invisibilizadas y criminalizadas en respuesta a nuestra lucha. Porque somos la voz de todas las que murieron, las que callan por miedo, las que aún no despiertan del sesgo patriarcal, las que estamos y las que vendrán. Porque somos semilla de revolución. Porque no nacimos para ser vencidas, sino para vencer», señalaron en la declaración.
La toma feminista en la Upla comenzó con el objetivo de exigir a las autoridades una educación no sexista y un protocolo contra el acoso. Sin embargo, desde la Asamblea de Mujeres señalan que la respuesta de las autoridades ha sido «dilatar los dos primeros meses de movilización, lo que posteriormente se ha transformado en un ir y venir de respuestas y contra respuestas repetitivas, quebrando el diálogo en la última reunión, de forma pública, con la entrega impuesta de una carpeta sin cabida a reparos y proclamando con esto el fin de la movilización».
«Varias semanas después nos encontramos con la invitación por parte de autoridades universitarias, autorizadas por rectoría, para “aclarar” ciertos puntos de nuestro petitorio, en los cuales se nos dice que por legalidades, jurisdicciones y la situación económica de la institución, son imposibles de realizar, como lo es la contratación de especialistas para conformar una comisión de emergencia que permita asesorar y acompañar a las/los/les denunciantes haciendo un seguimiento de sus casos hasta la total aprobación del protocolo en cuestión», agregó.
Sin embargo, en la misiva, la Asamblea de Mujeres y Disidencias de la Upla consideran que, a pesar de la realidad económica, las demandas presentadas son básicas «para un espacio educativo y laboral digno, que respete a funcionarias/os, estudiantes, profesoras/es».
En ese contexto, cuestionaron el actuar del rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza, quien además preside el Consejo de Rectores de Valparaíso (CRUV) y participa en la comisión de Igualdad de Género.
«Enfatizamos que es nuestro deber el defender una de las más grandes casas de estudio públicas y estatales, y velar porque esta sea un espacio seguro y libre de violencia patriarcal, ya que son en estos espacios (como la Universidad de Playa Ancha en Ciencias de la Educación) en donde se forman y formarán profesionales del Arte, Salud, Deporte, Ciencias, Ingeniería, Humanidades, Ciencias Sociales y Pedagogía. Hacemos hincapié en esta última disciplina, ya que la universidad figura como la Nº1 del País en formación de Profesores/as según el Departamento de Financiamiento Institucional del Ministerio de Educación».
