A lo largo de la historia, varias mujeres se han convertido en figuras importantes dentro del escenario nacional, especialmente en la política. Una de ellas fue Inés Enríquez Frödden, quien se convirtió en la primera intendenta del país y, en 1951, se convirtió en la primera diputada en ser electa.
Este martes 8 de enero se cumplen 70 años del voto femenino universal en Chile. En 1949 el entonces Presidente Gabriel González Videla promulgó la ley que le otorgó a las mujeres chilenas la posibilidad de sufragar. Sin embargo, expertas coinciden en que todavía queda mucho por hacer.
“El debate era si el derecho ciudadano de las mujeres era progresivo o completo. Se optó porque fuera progresivo y así primero se obtiene para municipales, luego presidenciales y luego el derecho a ser elegidas como representantes”, dijo a Emol Alejandra Araya, historiadora y académica del departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
A lo largo de la historia, varias mujeres se han convertido en figuras importantes dentro del escenario nacional, especialmente en la política. Una de ellas fue Inés Enríquez Frödden, quien fue la primera intendenta del país y, en 1951, se convirtió en la primera diputada en ser electa.
Otra representante a destacar fue Adriana Olguín, quien en 1952 se convirtió en ministra de Justicia del Gobierno de Gabriel González Videla. En una entrevista con Canal 13 hace unos años, Olguín reconoció que lo más difícil que le tocó vivir como ministra fue “resolver sobre la pena de muerte de un procesado. Desgraciadamente tuve que resolver que se aplicara, porque la sentencia de la Corte Suprema decía que no era acreedora de clemencia en delito grave. Yo, en calidad de ministra de Estado, me tuve que desdoblar. Tuve que dejar de lado mi manera de ser, mi misericordia, mi compasión y aplicar lo que correspondía en forma muy fría. Pero me costó muchas noches sin dormir”.
Más recientemente, la ex Presidenta Michelle Bachelet también ha sido reconocida como una mujer referente en el escenario político nacional. Bachelet fue elegida en dos períodos, el primero de 2006 a 2010 y el segundo de 2014 a 2018.
En cuanto a los desafíos pendientes en política, Araya destacó la paridad de género, que aseguraría la participación del 40 por ciento de mujeres candidatas en la política.
“La paridad es necesaria, pues seguimos siendo una sociedad machista y patriarcal. Las mujeres casi tenemos que pedir permiso para ejercer un cargo. Pero además es vital, porque hay muchos estudios que dicen que las personas confían menos en las voces femeninas, ya que las asocian a debilidad y se pone en duda la capacidad de dirección de las mujeres en cualquier tipo de cargo de representación o de autoridad”, declaró a Emol.
“Esta es una barrera cultural que todavía hay que modificar, pero que se hará en la medida en que las mujeres tengamos posibilidades de ejercitar esa capacidad de liderazgo y conducción; y que las nuevas generaciones crezcan con referencias de ambos sexos en todos los planos de la vida”, agregó.
Por otra parte, según Kathy Araujo, académica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, el trabajo más difícil para las mujeres en estos tiempos es el ejercicio de cargos políticos.
“Me parece que ha sido una lucha bastante trabajosa y que ha empezado a tener réditos recién ahora. El aumento de las representantes en las cámaras de diputados y senadores es reciente y tardío en comparación con otros países del mundo y la región. Creo que eso ha sido positivo y muy importante en términos institucionales. El cambio del sistema binominal también ha sido favorable para las mujeres, porque amplía la posibilidad de representación de otros grupos”, añadió.