«Si invirtiéramos papeles, mirando a miles de hombres marchando con sus genitales pintados y una escoba en el culo, no sería respeto el que sentiríamos», afirma con ironía la artista nacional. Pero no sólo son las manifestaciones las que despiertan «vergüenza ajena» en ella, sino que también, las propias demandas feministas: «No tienen un peso que las respalden, sólo el peso de pertenecer al sexo femenino (…), y entiendo que la violencia no es propiedad privada de la mujer».
«¡Hasta cuándo!» exclamó indignada la pintora Carmen Aldunate, que en un breve pero controversial descargo público, demolió al movimiento feminista que no ha pasado inadvertido en el debate nacional.
«La imagen de la mujer actual, con sus pechos al aire, sus colas de caballo en el trasero y otras delicadezas en este estilo, a mí, como mujer defensora de lo femenino por muchos años, confieso, me da vergüenza ajena», sentenció en su carta aludiendo a la intervención de las Yeguas Latinoamericanas durante la movilización feminista del 2018.
Y es que Carmen Aldunate no tiene filtro para dar su opinión cuando de feminismo se trata. «Las marchas actuales han sido chocantes y de muy mal gusto. Pero eso no es lo grave. Lo preocupante es cómo se minimizan como género», afirma a El Mostrador.
«Si invirtiéramos papeles, mirando a miles de hombres marchando con sus genitales pintados y una escoba en el culo, no seria respeto el que sentiríamos (…), creo que los miraríamos con algo de sorna, pensando que no tienen nada mas importante, valioso e imaginativo que hacer», argumenta la artista.
La violencia «no es propiedad privada de la mujer»
La pintora nacional, reconocida por protagonizar sus obras con la figura de la mujer, ya se había referido con anterioridad al movimiento feminista en entrevista con El Mostrador. En la instancia, la pintora expresó «querer la igualdad. Y si eso es feminismo, lo acepto».
Sin embargo, con el paso del tiempo su discurso se transformó en uno mucho más crítico y tajante. «Me falta la capacidad de un discurso coherente, no uno repleto de histerias y gritos», expresa Carmen y añade que a su parecer, las demandas feministas no tienen «un peso que las respalden, siendo a mi entender, sólo el peso de pertenecer al sexo femenino».
Sobre la legitimidad de las principales demandas del movimiento, para Carmen la erradicación de la violencia de género no es un motivo de lucha «razonable ni explicable», ya que «la violencia no es propiedad privada de la mujer».
Además, la pintora comenta que la equidad de derechos va «por la capacidad de cada persona» independiente de su género, «lo demás es caridad y eso no me gusta como mujer. No quisiera un puesto entregado por cupos de equidad, eso me insulta».
En este sentido, Adulnate tiene muy presente la filosofía de vida de «no aceptar ventajas de género», ya que, «pone a las mujeres en un grado inferior».
Sobre las «cucarachas furiosas» del Instituto Nacional
Los dichos de la dibujante generaron aún más controversia cuando se refirió al histórico momento que atraviesa el Instituto Nacional, el establecimiento emblemático que tradicionalmente imparte un sistema educativo monogenérico.
En la reciente polémica, Aldunate disparó con sus palabras: «¡Ahora luchan por invadir el Instituto Nacional! ¿Para qué? ¿Por qué? Se introduce en mi mente la imagen de miles de cucarachas peleando furiosas por la golosina escondida».
Profundizando en la sentencia, Carmen considera «obvio» que mujeres y hombres tienen «el derecho a la educación de excelencia (…). Pero, no olvidemos que para subir a nivel de excelencia, no bastan los profesores, también se necesita la capacidad, entusiasmo y ganas de los alumnos».
En este sentido, «¿no sería un buen paso de marcha para las feministas de hoy, abocarse a esa tarea en vez de tratar de infiltrarse donde no las quieren? ¿No piensan ellas que también los hombres tienen sus derechos?», culmina la artista nacional.