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«Club de Lecturas de Armario» y el activismo literario de la diversidad sexual BRAGA

«Club de Lecturas de Armario» y el activismo literario de la diversidad sexual

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A propósito del Día Internacional del Libro que se celebra cada 23 de abril, «Club de Lecturas de Armario», el colectivo chileno de lectura LGBTIQ+ fundado el 2008, criticó que «faltan más gestos políticos en el mundo editorial», bajo el argumento de que «poner libros en circulación, genera impactos sociales, culturales, estéticos y por supuesto, políticos».


Hace once años que el «Club de Lecturas de Armario» comenzó a desarrollarse en la Biblioteca Regional de Santiago, con el propósito de generar un espacio de «activismo literario en las bibliotecas públicas», y propiciar encuentros de lectura que visibilizaran a la comunidad LGBTIQ+.

El bibliotecario documentalista y mediador del club, Sebastián Santander, comenta a El Mostrador que esta iniciativa apela a «la reflexión y debate sobre las temáticas de la diversidad sexual como experiencias vitales, gestos políticos y referencias socioculturales».

«En los tiempos que corren, se hace más urgente aún abrir estos espacios de reflexión, pensamiento crítico y visibilizar los posibles enriquecimientos que la lectura compartida, social y colectiva puede entregarnos», afirma.

Con el paso de los años, el «Club de Lecturas de Armario» comenzó a realizar encuentros mensuales para debatir acerca de reconocidas obras literarias de autores como Pedro Lemebel, Sarah Waters, Eduardo Mendicutty, Hernán Rivera Letelier, entre otros.

En este abanico de «bibliodiversidad», Pedro Lemebel se convirtió en uno de los autores más leídos del club, instalando «reflexiones sobre los cuerpos y sus identidades, pero también evidenciando que el cambio no ha sido tan radical ni tan drástico como se piensa, ya que su proclama sigue vigente».

La lectura como «práctica social y política»

Para la abogada y mediadora, Carmina Vásquez, la lectura en estos encuentros implica un «confrontamiento entre ritmos y motivaciones que permiten reconfigurarse, deconstruirse y reconocerse en las y los otros».

«Este es un club que en su mayoría está integrado por miembros de la comunidad LGBT, entonces es un espacio de visibilidad y resistencia», describe la abogada y añade que comparten “vivencias, miedos y sueños comunes que van encontrando a través de la lectura (…). Nos acompañamos y encontramos refugio en ellas».

Alianzas internacionales de literatura LGBTIQ+

Debido a que los libros centrados en la diversidad sexual y de género son escasos, el «Club de Lectura de Armario» estableció alianzas con editoriales internacionales para ampliar las posibilidades.

En este contexto, la editorial española «Dos Bigotes» especializada en temáticas LGBTI, donó libros al club y permitió el acercamiento de «realidades de la diversidad sexual» de lugares tan lejanos como África, a la cual pudieron acercarse mediante «Los deseos afines», el libro de narraciones africanas contra la homofobia.

-¿Cuál es la crítica que harían a las editoriales respecto de la literatura LGBTIQ+?

Faltan más gestos políticos en el mundo editorial, que no sólo den relevancia a la publicación de libros para venta, sino que vean que poner libros en circulación genera impactos sociales, culturales, estéticos y por supuesto políticos.

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